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Alejandra se sentía rara, no sabía que le pasaba pero no se sentía muy bien

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Alejandra se sentía rara, no sabía que le pasaba pero no se sentía muy bien. Nadie lo había notado, todos estaban en su mundo pensando en quien se podría ir esta semana o quienes van a entrar a a la casa. Hoy, nadie sabía, pero iban a entrar dos nuevos. Uno se iba a hacer amigo de la pelirroja y él otro no muy amigo de ella.

Nuestra protagonista está aburrida, no hay para hacer nada divertido, no está Zimba y tampoco estaba su papá para que le prepare su clásico café helado. Hablando de dicha bebida, Alejandra se la estaba preparando. Los chicos siempre se preguntaron que clase de obsesión tiene con ese café, ya que siempre se hacía al mismo. Nunca cambiaba de bebida.

Yendo para otro tema, Marcos no le había dicho nada a la colorada, y eso la hacía sobrepensar mucho. Aparte de que ahora tenía a Daniela hablando mal de ella, llorando por todos lados y encima tratando de discutir con ella, le cansaba y la hacía sentir peor. A Alejandra nunca le gustó llevarse mal con alguien, siempre le gustó mantener la paz con todos y poder tener una convivencia tranquila, pero por lo que se ve, con la morocha era imposible.

En cambió con los demas era más llevadero, aunque se dio cuenta que Julieta se estaba alejando de ella.

La colorada cree que tiene que ver con Daniela. Ya que Juli y Dani son como mejores amigas básicamente, ellas dos y Romina son el clásico grupito de tres.

Coty también se llevaba bien con las chicas pero estás al enterarse que la rubia las había votado la tacharon de traicionera y careta. Así que ahora La Rojita y La correntina se habían unido y jugaban juntas, junto al cordobés, Alexis.

Los tres estaban planeando jugadas bastantes estratégicas. Tenían un tipo de idioma raro para comunicarse entre ellos.

Cuestión.

Alejandra le da un sorbo a su café cerrando los ojos con fuerza, le dolía la cabeza. Camina y se va afuera, camina sintiendo sus piernas pesadas hasta llegar a las reposeras, se sienta en una y se acomoda los lentes de sol.

Ve a la pileta y no había absolutamente nadie, la mayoría estaban sentados en los sillones del patio o en la cocina.

-Extraño voley-dice formando un puchero con sus labios.

Ella teme de que gracias a tanta falta de entrenamiento, pierda su nivel en tal deporte.

Uno de los chicos se sienta al lado de ella, en el piso, y la mira curioso. Se preguntaba en que andaría pensando la chica.

-¿En qué pensas?-pregunta sobresaltandola.

-Uh no vi que habias llegado.-musita dando un respiro por el susto que él chico le ocasiono- Estaba pensando en que me gustaría volver a jugar voley, ¿Vos Agus, que onda?

-Yo extraño a mi gente, es raro no estar con ellos. Pero igual no que quejo, esta piola estar acá-le responde viendo un punto fijo.

La chica asiente mirando el cielo, se encontraba completamente despejado y el sol se veía enorme, brillando como siempre.

Jugadora- Marcos GinocchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora