Lentos Brinquitos ;; WonKi ;;

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Riki llegó al salón tratando de asimilar lo que había pasado en el baño con Jungwon.

Tomó asiento y comenzó a copiar lo del pizarrón, cuándo vio a Jungwon parado en la puerta con sus ojitos llorosos pidiendo permiso para entrar.

─ ¿Estás bien, cariño?─ La maestra preguntó al menor, quién sólo asintió alejándose cuándo la mayor intentó acercarse.

Riki siguió con la mirada a Jungwon quién llegó a su asiento y subió su gorro hundiendo su rostro entre sus manos.

Se le quedó viendo unos minutos cuándo el menor lo volteó a ver, cruzando miradas viendo las mejillas del menor sonrojadas.

Desvió su mirada, decidiendo si debía acercarse a Jungwon y descubrir qué le pasaba para poder ayudarlo.

Entonces recordó que el menor siempre estaba solo en la hora del almuerzo, con sus audífonos puestos.

Recuerda la vez cuándo lo vio llorando pero en ese entonces era muy pequeño, y creyó que podría haberse cortado o peleado con un amigo.

─ ¿A caso le caigo mal? ─Se preguntó para sí mismo.

Continuó tratando de prestar atención a la clase pero su mente estaba en otra cosa.

Tratar de ayudar a Jungwon.

─ ¿Y si tal vez me tiene miedo? ─Riki hizo un mohín, él no era para nada intimidante y menos hacia Jungwon.

─ ¿Estás bien, Riki? ─Mencionó Sunoo, el rubio era su mejor amigo, quién se sentaba a su lado─ Te ves tenso.

Riki asintió con la cabeza.

─ Tengo cosas en la mente. ─dijo mordiendo el lápiz.

Sunoo sólo se volteó y continuó con su trabajo.

El timbre sonó, dando salida hacia la hora del almuerzo.

─ ¿Vendrás, Kinnie? ─Preguntó el rubio viendo al contrario negar.

─ Más tarde los alcanzo.

Jungwon esperó a que los de su alrededor se fueran para sacar su dinero e ir a la cafetería.

─ ¿Puedo acompañarte?

Jungwon volteó su cabeza alejándose cuándo escuchó y vio a Riki preguntar.

─ ¿A m-mí? ─Riki asintió con una linda sonrisa.

─ Sí, a ti.

Jungwon bajó la mirada sonriendo un poco sólo movió su cabeza de arriba hacia abajo.