CHAY—Están tardando demasiado —. Tomé la mochila de las manos de Macao, preocupado. Hia había dicho que quería hablar conmigo, pero él y Khun Vegas seguían en su cuarto charlando sobre no sé qué.
—Estás sobrepensando las cosas, Chay —. Macao picó mi frente con su dedo índice, siempre con una sonrisa suavecita para mí.
—Ugh, es solo que-
—Señorito Porchay, Señorito Macao —. La modista se despidió con una exagerada reverencia. Quise pararla, pero la severa mirada en los ojos de Macao fue lo suficiente sugerente para mantenerme quieto en la tarima. —Eso es todo. Con su permiso, me retiro —. Hizo una última reverencia y se fue sin decir nada más dejándome pasmado; Macao por otro lado se veía tranquilo, como si fuera normal que las personas se arrodillaran ante él y lo llamaran señorito.
—Quita esa cara —. Se rió mi nuevo amigo metiendo lápices y colores en la nueva lapicera. —Solo hace su trabajo.
—Lo sé, es solo que... —. Suspiré aún incómodo. —No estoy acostumbrado a nada de esto. Sé que mi hermano ahora es alguien importante y debería de tratar de integrarme-
—Deberías, sí —. Se plantó frente a mí con la lapicera extendida hacia mí. —P'Porsche se esforzó mucho con mi hermano para que ahora tengas todo esto para ti. Deberías de dejar de actuar como un cachorrito perdido y sentirte orgulloso —. Me sonrió de nuevo con ese carisma, que aparentemente, distinguía a los Theerapanyakul.
—Y lo estoy, es solo qué creo que todo esto es demasiado —. Miré el bolso en mis manos con un repentino miedo de dañarlo. —Estoy seguro de que es muy costoso. Sé que si no lo cuido lo voy a romper y meteré en problemas a mi hermano.
—Ey —. Macao me tomó de los hombros y dejó un suave masaje en ellos. Su mirada era bastante confusa, como si no pudiera entender las palabras que salían de mi boca. —Esto —. Tomó el bolso alzándolo en mi rostro como si fuera simple papel. —No es nada comparado con lo que tú y tu hermano valen, por más que me cueste admitirlo —. Susurró lo último entre dientes. Algo me había dicho de el incidente de la fuente.
—Macao —. Tapé mi boca con mis manos fingiendo sorpresa. —¿Desde cuando eres tan cursi? —. Me reí. —¿Tuviste un momento?, ¿quieres que me vaya?
—Tonto —. Golpeó sin fuerza mi hombro con el bolso y se giró con una sonrisa hasta los taburetes del bar. —Solo disfrutalo, bebé Chay.
Miré el bolso en el sofá justo donde Macao lo había dejado, ignorando el apodo que se había empeñado en mantener desde que me vió entrar en la mansión.
El bolso. El bolso era precioso; de cuero negro y con el logo de una marca que no reconocí brillando en dorado: “Saint Laurent, París”. Sonaba pomposo.
Siempre trataba de que mis mochilas duraran por lo menos dos grados para que Hia no tuviera que gastar en nuevas, pero cuando estás se rompían era tradición ir a la tienda de la amiga de la señorita Jok por una con un buen descuento. No importaba el diseño, menos el color; siempre escogía la más resistente del lugar.—Macao —. Khun Vegas llegó al lado de su hermano y lo miró intentando parecer desinteresado, lo cual era raro. Por lo poco que había visto, siempre que Khun Vegas estaba al lado de Macao se comportaba sereno, incluso podría decir cariñoso. Era como si quisiera parecer..., ¿cool? —¿Si le quedaron los uniformes?
Macao miró a su hermano cohibido por alguna razón y asintió mirando hacia un punto fijo. —Si, P'. Todos le quedaron —. Comenzó a golpetear sus dedos en la barra del bar nervioso. Seguí su vista hasta ver a la figura de mi hermano caminar hacia nosotros.
ESTÁS LEYENDO
AT THE END [VegasPorsche]
Hayran Kurgu"AT THE END, It's just you and me" (VegasPorsche). ____________ °Universo alternativo sobre lo que sucedió el episodio 14. °One-shot + Extras ____________ Porsche a pesar de los problemas personales que enfrenta debe tomar una decisión; ya sea segu...