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Sara

5:45 pm

— ¡Sara, llegó tu papá!  — dijo Jess desde la entrada. — Ya voy, ya estoy lista. — salí de la habitación, me puse mi abrigo y salimos. 

Aún estoy en proceso de adaptación y todavía tengo que acostumbrarme a mi vida aquí, pero me siento muy cómoda, y aunque he visto muy poco de Manchester me parece una ciudad hermosa. Me queda mucho camino por recorrer, pero no dudo que puedo llegar a ser feliz aquí.

— Ya estamos llegando  — habló papá mientras le bajaba el volumen a la música. — ¿Jessica estás bien? — volteamos a verla y se le notaba un poco nerviosa 

— Posiblemente hoy conozca al amor de mi vida — suspiró — ¿y ustedes me preguntan si estoy bien? estoy nerviosa.

Papá y yo nos miramos con la misma cara de confusión y soltamos una carcajada.

— ¿Estás exagerando un poquito, no? — le dijo papá y yo negué — Habla en serio, te lo aseguro. 

 El camino no se hizo muy largo, llegamos y Julián y Emi nos recibieron, dejamos los abrigos y fuimos a donde Bernardo y Joao a saludar, se los presentamos a Jess y me presentaron a Manuel que aún no lo conocía.

Ya habían llegado casi todos, papá estaba conversando, y Jess y yo ayudábamos a Emi en la cocina a preparar algunas cosas que le faltaban. Jess, seguía nerviosa. 

— Ya llegó — y sí, estaba muy nerviosa, y se notaba, nos miró, rodé los ojos y le dije que se calmara. Emi no entendía nada.

— ¿Quién llegó? — preguntó confundida viéndonos a ambas — Le gusta Foden, aún no lo conoce, y está nerviosa, así que ahora mismo se lo vamos a presentar.  — Ay, que tierno.

— ¿A quién le gusta Foden? — justo entró Julián en ese momento y estoy segura que Jess está muriendo de vergüenza.

— Culpable — dijo Jess levantó la mano. — Gracias, Sara. — dijo sarcásticamente.

 Julián sonrió y se acercó a nosotras. 

— ¿Entonces seremos cupido hoy? — Sí — dijimos Emi y yo al mismo tiempo.  — Bueno, el está con Erling, si quieren yo lo saco de ahí y ustedes se acercan a Phil.  

— Perfecto. Jessica, tranquila, eres increíble, sólo sé tu misma. Foden ya estaba solo y nos acercamos. Lo saludé como si nada de esto estuviese planeado, le presenté a Jessica, al final resultó bien, los dejé conversando y regresé a la cocina.

 La cena ya está servida, ya habían llegado todos, los últimos en llegar fueron Laporte, Rodri y Rúben. Tomé lugar en la mesa junto a Ilkay y Joao. Julián dio unas palabras y nos agradeció a todos por venir.

El resto de la noche estuvimos conversando entre todos, me sentía una de ellos, estaba realmente cómoda. De a poco voy conociendo a cada uno, Erling y Kevin no son tan tímidos cómo pensaba, me di cuenta de que Nathan y Aymeric están locos y que Jack nunca se calla. Joao y Bernardo son uno solo, están siempre juntos, Ederson en ocasiones la mayor parte del tiempo estuvo callado al igual que Rodri e Ilkay. Rúben parece muy serio hasta que ves que se ríe de cualquier cosa, Riyad es tranquilo y John en cambio no paraba de bailar, y en definitiva Kyle es el papá del grupo. No sé cómo describir como me siento exactamente, solo sé que quiero que me vaya bien aquí, y voy a esforzarme por ello. 

Quedábamos pocas personas en la casa, y mientras esperaba a papá y a Jess para irnos fui por un poco de agua a la cocina, para mi sorpresa allí estaba él, casi olvidaba que estuve a nada de atropellarlo. 

— Hola ¿eres Sara, no? — hace a un lado su celular y me mira

— Sí, soy Sara, y tú eres quien debería tener cuidado con las luces de los semáforos mientras corre — Le sonreí, dudó un poco y luego se dió cuenta.

— Eras tú — ambos reímos. Me ofreció de lo que estaba tomando, y sin siquiera probarlo de inmediato supe que no era agua — Pep ve esto y te va a querer matar ¿lo sabes no? — levanté las cejas y el respondió que solo era un trago. — Y espero seá el último, esto no es bueno para ti, y lo sabes. Jess fue por mi en ese momento, le dije que iba en un minuto. El, por otro lado, me pidió que no dijera nada.

— ¿Por qué no lo haría? — estuvo en silencio por unos segundos.

— No lo volveré a hacer — lo miré entrecerrando los ojos — Lo prometo.

— ¿Seguro? — me acerqué a él, lo miré, apoyé mis codos sobre la encimera y le extendí el dedo meñique. — Lo prometo. — dijo mirándome a los ojos y entrelazando su dedo con el mío.

El chico al que casi atropello resultó ser más misterioso de lo que pensé, ahora tenemos un secreto.

¿Será el único?

 

Ok, hagamos como si Joao nunca se fué y sigue en el City

gracias por leer 🫶🏻.

Steph

Guardiola's Daughter | Manchester CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora