21

273 19 3
                                    

Sara

— Odio tener que decir esto, pero debo irme. — acaricié su cabello.

— Ay no, no quiero que te vayas. — dijo abrazándome con fuerza. — ¿Por qué?

— Mañana debemos llegar temprano, y no traigo el uniforme. — respondí al sentarme en la cama. — Además, no he empacado.

Me miró extrañado. — ¿Llevarás uniforme? Eso es sexy. — sonrió y rodé los ojos.

— Debo irme, en serio. Pero... ¿por qué no vienes conmigo? — su expresión cambió y asintió rápidamente.

— Buscaré mis cosas y nos vamos. — se levantó de la cama dejándome un pequeño beso en los labios.

.

Él.

Desperté un poco antes que Sara y decidí prepararle algo para desayunar.

— Vaya, vaya. — escuché una voz detrás de mi. — Tenía mis sospechas de que había algo entre ustedes, pero nunca imaginé encontrarte preparando el desayuno en ropa interior. — dijo Foden riendo, olvidé por completo que ellos estaban aquí. — Ve a ponerte algo de ropa grandulón. — palmeó mi espalda.

— Idiota. — dije y ambos reímos.

Terminé el desayuno y fui a darme un baño. Cuando salí Phil y Jess ya se habían ido, me vestí y me acosté junto a Sara que recién se estaba despertando.

— Buenos días, preciosa. — aparté el cabello que caía sobre su cara y besé su frente.

— Buenos días. — sonrió todavía algo tonta por el sueño acariciando mi mejilla y se acomodó para quedar abrazados mientras acariciaba su cabello. — ¿Por qué ya estás listo? ¿Qué hora es? — reaccionó de repente.

— Tranquila, aún es temprano. — hablé tranquilamente. — ¿Tienes hambre?

— Si, pero tengo aún más sueño. — respondió con una risa suave.

Me levanté de la cama con cuidado, dejando que Sara se acomodara y terminara de levantarse. — Ya vuelvo. — salí del cuarto y me acerqué a la cocina para servir el desayuno.

— Que lindo el chef. — me abrazó y dejó un pequeño beso en mi espalda.

— Le gustas al chef. — le dije al darme la vuelta para verla.

— Y a mi me gusta él. — una sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar eso.

— ¿Te gusta?

— Tu me gustas. — Sin pensarlo la besé, y no puedo explicar lo que sentí en ese momento, era la primera vez que me decía que le gustaba. Me sorprendió un poco porque aunque desde el inicio sentí una conexión con ella, siempre tuve dudas sobre los sentimientos de ella. Pero por otro lado estaba ridículamente feliz.

Un momento después, sonó el timbre, ¿Quién crees que sea?, preguntó Sara.

— Debe ser Jess, quizá olvidaron algo. — dije.

— ¿Por que no usa sus llaves? — dijo Sara antes de abrir la puerta. — ¡Papá!

¿¿¿Papá???

Pep acababa de llegar y yo estaba en la cocina de su hija, que buena manera de empezar el día. No me juzguen pero corrí rápidamente a esconderme en el baño, fué lo primero que se me ocurrió.

— Buenos días. — pude escuchar a Pep decirle a Sara. Escuché la puerta cerrarse así que supongo que entró.

— buenos días papá... Me alegra verte pero, ¿Qué haces aquí tan temprano? — preguntó Sara, tratando de disimular su nerviosismo.

— Estaba cerca y quise pasar a ver si necesitabas que te llevara al campus o algo más. — respondió Pep.

— Gracias pa, estoy bien. — dijo Sara.

Su conversación se extendió y creo que se movieron de lugar porque ya no los escuché más.

Hasta que volví a escuchar la voz de Pep.

— ¿Puedo usar el baño? — no, no puedes usar el baño estoy escondido aquí y no quiero que me veas.

— Seguro. — dijo ella.

Llegó mi fin.

Por Dios, no quiero morir aún, aún no he llegado a los 30.

Pude ver como abrió un poco la puerta y ya estaba practicando en mi mente lo que haría cuando Pep entrara.

— ¡Papá! — exclamó Sara. — Ese no, usa el de mi habitación. Ese está algo sucio.

Volví a respirar.

Mi alma volvió a mi cuerpo.

— Ya debo irme, nos vemos en un rato. — escuché decir a Pep.

— Chao, te amo.

Sara tocó la puerta y al fin salí.

— Nunca había estado tan asustado en mi vida. — dije y ella sonrió forzadamente.

— Esto no está bien. — dijo sentándose en el comedor.

— ¿El desayuno?

— Esto. — nos señaló. — ¿Vas a esconderte en el baño cada vez que alguien venga? Me gustas, de verdad me gustas, pero no sé si pueda hacer esto.

— Pienso lo mismo. — asentí. — ¿Qué quieres hacer al respecto?

— ¿Qué quiero hacer? — soltó una risa sarcástica. — Lo siento pero yo no estoy sola en esto.

— Lo sé, pero — me interrumpió.

— No hablemos de eso ahora, por favor. Ya tenemos que irnos y los dos tenemos que estar concentrados mañana. — dijo yéndose a su habitación.

Terminamos de hacer las cosas que teníamos pendientes y salimos del apartamento en autos separados. No respondí de la mejor manera, entiendo a Sara, y tiene razón, no es lindo tener que escondernos, y si queremos encontrarle una solución a esto hay que hacerlo juntos, así que haré lo posible para que salgamos bien de esto.

Fui por Nathan y en el camino el iba escogiendo la música mientras charlamos un poco.

— ¿Ya viste quién está en Londres? — dijo cuando salimos del auto.

— No tengo idea. — buscó en su teléfono y me mostró una historia de Gina, en Londres. — No me jodas.

— Que bonita coincidencia. — bromeó. — No pero en serio, me asusta un poco que te siga a todas partes. — respiré profundo.

— Y a mi. — me pasé las manos por el cabello, frustrado. — Quizá vaya al partido, pero espero no encontrarmela.

— Ah, mira. — señaló hacia el bus. — Ahí está Sara. — yo asentí.

Nos vió y saludó con la mano, caminamos hacia ella y antes de poder saludarla subió al bus con Jason.

— ¿Todo bien? — preguntó Nathan extrañado.

— Eso creo. — respondí.

Subí al bus, ella estaba sentada con Aymeric y ni siquiera volteó a mirarme. Apenas el bus arrancó me quedé dormido hasta que la gran fiesta que armó Jack en la parte trasera del autobús me despertó.

Algunos de los chicos estaban conversando entre sí y escuchaban música con el volumen en lo más alto.

Quería hablar con Sara pero decidí volver a dormirme cuando la vi conversando animadamente con Jason, últimamente se llevan muy bien, y me alegro mucho, pero no puedo evitar sentirme algo celoso.

Estaba a punto de dormirme de nuevo y recibí un mensaje. "Ya falta poco para vernos, mi amor."

No sé por qué no me sorprende.

gracias por leer lqm <33.

Steph.

Guardiola's Daughter | Manchester CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora