11

535 33 3
                                    

Sara

— Sara — soltó un suspiro — Desde que te conocí no he podido sacarte de mi mente — dijo y metió sus manos en sus bolsillos. — Eres preciosa, no solo fisicamente, y siento que hay una conexión entre nosotros.

Me quedé mirándolo, sin saber qué decir. Al mismo tiempo, sentí como latía mi corazón súper rápido y una sensación extraña en mi estómago. ¿Cómo era posible? — Pero entiendo que apenas nos conocemos. —  continuó él, leyendo mis pensamientos — Así que si no sientes lo mismo, no hay problema. Solo quería ser honesto contigo y decirte cómo me siento.

Toda esta situación con el era algo que me asustaba un poco, más que todo porque de verdad creo que puede llegar a gustarme más de lo que quisiera. "Yo también siento algo por ti", no voy a decirle eso, por Dios, ni yo sé que es lo que siento. Siento una conexión con el, pero no sé si haya algo más allá de eso, no puedo apresurar las cosas, tengo que tomarlas con calma para descubrir lo que realmente siento. Después de unos segundos de silencio incómodo, decidí romper el hielo.

— De verdad gracias por ser honesto conmigo. — le dije jugando con mis manos. — No puedo negar que siento una conexión contigo también, pero tal como dijiste, apenas nos conocemos, no quiero apresurarme en nada.

Él asintió comprensivamente. — Lo entiendo perfectamente, Sara. No quiero presionarte ni hacerte sentir incómoda, solo quería que lo supieras. —  No hay prisa, solo disfrutemos esto. — dijo y extendió sus brazos. — Ven aquí.

Un abrazo, un simple abrazo y era como si todo el estrés y la tensión que había acumulado durante el día desaparecieran en ese abrazo tan reconfortante. El es mucho más alto que yo y gracias a eso me encontraba a la altura perfecta en la que podía sentir su corazón latiendo en su pecho, sentí una extraña sensación de calidez y ternura. El abrazo era lo suficientemente suave como para que me sintiera cómoda y segura. Cerré los ojos y me dejé llevar por la sensación de su abrazo, sintiendo como sus brazos me rodeaban por completo. — Me gusta esto. — le dije.

— Me alegra escuchar eso. — respondió en voz baja.

— Debo irme, Eliott me está esperando. — nos separamos y lo miré — Gracias por todo, en serio. — el sonrió.

— Gracias a ti. — se acercó y me plantó un beso en la frente. — Nos vemos luego.

Caminé para ir a la oficina, una vez allí, le entregué la laptop a Eliott y conversé un rato con el, estaba todo bien, a pesar de todo. Me despedí de él y al ir hacia la salida estaba papá al parecer esperando, realmente no esperaba verlo aquí, supuse que ya se había ido.

— Sara, tengo que hablar contigo.

Sus palabras me sorprendieron y me pusieron nerviosa al mismo tiempo. Asentí con cautela y le seguí mientras salíamos del edificio. Caminamos en silencio durante unos minutos, hasta que finalmente se detuvo y se volteó hacia mí.

— Hablé con Eliott, ofrecí llevarlo a su casa y me dijo que no, que te estaba esperando a ti porque no le habías entregado unas fotos.

— Si, bueno, hubo cierto inconveniente y perdí las fotos. — la verdad no quería decirle, no quería que saliera papi a defender a su hijita.

— ¿Esa es tu justificación? — se cruzó de brazos — No te traje aquí para que me hagas quedar mal.

— Hacerte quedar mal— solté una risa sarcástica. —  ¿Todo siempre se trata de ti, no?

— No Sara, esta vez no se trata de mí, se trata de ti como profesional y de tu compromiso con el equipo. Si tú no estás dispuesta a cumplir con tu parte dímelo y hacemos esto más fácil para ambos. — respondió con un tono de voz más serio.

Guardiola's Daughter | Manchester CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora