25

286 18 3
                                    

Sara

Cada uno decide como celebrar sus logros, y se pensaría que los recién campeones irían de fiesta a celebrar su título, pero estos chicos decidieron ir a cenar con sus familias y otros, apenas cayó la noche ya estaban en sus habitaciones preparándose para dormir.

Jack fué a encontrarse con Declan y Mason, y Aymeric estaba cenando con sus padres. Jess y mis hermanos se estaban quedando en otro hotel y mamá y papá salieron a cenar juntos.

Yo fui parte de los que solo querían dormir así que me tomé mi tiempo dándome un buen baño y al salir me puse la ropa más cómoda que había empacado. Mara no estaba así que tenía la habitación solo para mi, me acomodé en la cama, tomé mi laptop y empecé a revisar las fotos de hoy.

No podía evitar sonreír cada vez que veía una donde él estaba, jamás hubiese creído si me decían que llegaría a Manchester y un hombre de más de un metro ochenta se volvería mi debilidad.

Y créanme, desearía estar con el justo ahora.

Seguía viendo las fotos cuando recibí un mensaje de John.

¿Leí bien? ¿John? ¿Stones?

saritaaaa

ya cenaste?

Mi corazón se aceleró porque por unos segundos pasó por mi mente que podría ser él. Pero solo los chicos me dicen Sarita, el me dice Sari, así que supe que sí era John.

hola johnie
aún no
por?
van a cenar con los chicos?

no
pedí que te llevaran algo
sal

Se me hizo un poco raro, osea, tengo hambre, el corazón roto y cero ganas de salir de esta habitación, pero ¿Stones?

Lo digo porque realmente no somos tan unidos, pero no importa, John es cool y si me va a invitar la cena eso lo hace más cool.

Me levanté de la cama, fui hacia la puerta, abrí y aunque quería verlo, no pensé que sería él la persona que encontraría frente a mi.

No le di tiempo de decir ni una palabra ni de hacer algún gesto, lo abracé sin más.

Sentí su calor reconfortante envolviéndome mientras me aferraba a él en un abrazo. Tenía las emociones a flor de piel y contuve mis lágrimas mientras podía sentir como me acariciaba suavemente la espalda.

Después de unos momentos, nos separamos lentamente y me miró a los ojos. "Sara, lo siento", dijo con una voz suave y los ojos brillantes por las lágrimas que tenía en ellos

Le sonreí débilmente. — Por favor no hables, solo... pasa. — entró a la habitación y cerré la puerta. — Y abrázame.

Él lo hizo de inmediato, envolviéndome en otro cálido abrazo. Durante esos segundos en sus brazos, sentí como si el mundo entero desapareciera. Suspiró con suavidad y me susurró al oído. — Tenía muchas ganas de hacer esto, más de lo que te imaginas. — dijo y me apretó mucho más fuerte.

Mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, pero esta vez no las contuve. Las lágrimas rodaron por mis mejillas mientras me permitía sentir todo el peso emocional del momento.

Nos separamos lentamente, y me miró con una mezcla de tristeza y arrepentimiento en sus ojos. — Tengo muchas preguntas. — le dije.

El asintió, sabiendo que por fin llegó el momento de explicarme todo de una vez por todas. — ¿Qué diablos está pasando? — solté con frustración. — Dime, ¿Que es lo que pasa realmente? No te imaginas lo confundida que estoy, cuando al fin decido que no quiero seguir jugando a las escondidas aparece de repente una chica que dice ser tu novia. — hice una pequeña pausa para tomar un poco de aire. — No lo entiendo, no tiene nada de sentido para mi. — dije mirándolo a los ojos.

Tomó una profunda respiración antes de responder, su mirada reflejaba una mezcla de tristeza y determinación.

— Sara, entiendo que esto sea confuso para ti, y sé que te debo una explicación. — comenzó con sinceridad. — La chica que viste conmigo, Gina, fue mi novia en el pasado. Sin embargo, nuestra relación terminó mucho antes de que nos conociéramos. Ahora... recientemente, ella regresó y está tratando de chantajearme de alguna forma.

Me senté en el borde de la cama, tratando de procesar toda la información que me había compartido. Las lágrimas seguían fluyendo, pero mi determinación por escuchar su versión completa no disminuía.

Tomó mis manos entre las suyas. — Sara, quiero que sepas que lo que siento por ti es genuino. Después de todo lo ocurrido, no pensé que volvería a abrir mi corazón a alguien más. Sin embargo, desde que te conocí, mi cariño por ti ha crecido cada día más.

Sus palabras resonaron en lo más profundo de mi ser. Aunque la confusión y las dudas aún estaban presentes, también había una chispa de esperanza que se avivaba en mi interior. Miré sus ojos, buscando la verdad en ellos.

— ¿Qué piensas hacer al respecto? ¿Sabes que tienes el poder de detener esto? — pregunté. — Además, ¿Por qué tuviste que ocultarmelo?

Exhaló profundamente, mostrando el dolor en sus palabras. — No tengo pruebas para enfrentar a Gina en este momento, Sara. Cuando pasó todo eso solo era un tonto que se dejó llevar por sus sentimientos hacia la persona equivocada. Ahora tengo todo bajo control, mi plan es hacerle creer que tiene una ventaja sobre mí, y poder ponerle fin a esto de una vez por todas. — Lamento haber tenido que hacerte pasar por esto. Quiero que sepas que solo quería protegerte, mantenerte alejada era la mejor manera de evitar que ella no quisiera hacerte daño a ti también. Incluso si suena absurdo, me importas y realmente quiero que las cosas funcionen contigo.

Me acomodé en la cama recostando mi espalda sobre la pared, colocó su mano en mi hombro.

— Sé que necesitas tiempo y espacio para procesarlo, y estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para ganar tu confianza nuevamente. No importa cuánto tiempo lleve, estaré aquí, listo para demostrarte que realmente he aprendido de mis errores.

Me quedé en silencio por un momento, procesando sus palabras y dejando que mis emociones se calmaran.

— No voy a negar que esto me duele y que necesito procesar todo esto. Pero también quiero creer en ti y en lo que tenemos, pero necesito que seas completamente honesto conmigo. No quiero más mentiras ni medias verdades.

— Entiendo completamente, Sara. Prometo ser totalmente honesto contigo a partir de ahora, no quiero volver a ocultarte nada.

Estuve recostada en su hombro por un rato, incluso creo que por unos segundos me quedé dormida, pero el sonido de su teléfono hizo que me sobresaltara.

Contestó la llamada y por su expresión y la tensión en su rostro supe de inmediato de quién se trataba. Sonaba agotado, no quiero ni pensar lo que debe ser estar pasando por toda esa situación tan desagradable.

Después de colgar soltó un suspiro y me miró avergonzado. — Lo siento.

— Descuida. — lo miré. — Siento mucho que hayas pasado por todo esto. — me miró con una media sonrisa.

— Por suerte nunca estuve solo, mi familia y los chicos estuvieron apoyándome siempre. — sonrió. — Y ni hablar de tu padre, fué mi mayor apoyo, sin el, probablemente no estaría aquí ahora. Pero ahora... todos creen que enloquecí y que por eso dejé que volviera Gina a mi vida, y me siento terrible, siento que estoy fallandoles a cada uno de ellos.

— Eres muy fuerte, ¿lo sabías? Muchos en tu situación quizá se hubieran rendido, pero tú estás aquí, enfrentándolo y sé que vas a lograr salir de esto. — acaricié suavemente su rostro. — Estoy contigo. — el sonrió sonrojado.

— Te quiero Sari. — dijo y me plantó un beso en la sien.

— ¿Y ahora? — me miró curioso. — ¿Qué haremos? Con... Todo esto.



Guardiola's Daughter | Manchester CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora