|| 18.

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No tenías que hacer eso. — dice Tzuyu. Por el rabillo del ojo ve como se acerca al cuerpo de su amiga inconsciente. — No tenías que protegernos, digo. No te entiendo.

A Sana se le escapa una risita incrédula. Por supuesto que su querida humana diría algo como eso. — ¿Tan difícil es pensar que no quiero que mueras? Ya te lo dije antes, no soy un monstruo.

Nota como Tzuyu la mira con extrañeza. — No sé que pretendes, pero no creas que esto cambia algo entre nosotras. — ¿En serio? Que terca le salió la niña. 

Si es muy sincera, Sana tampoco entiende del todo por qué las protegió. Es decir... Tzuyu le agrada, es linda, su sangre es exquisita, pero Mina tiene razón. Es una humana. Es una cazadora. Y jamás le ha temblado el pulso en atacarla a muerte (que no logre hacerle nada es una cosa, pero sus intenciones de matarla jamás han dejado de ser claras).

Fue un impulso, más que nada, el oponerse a Mina. O eso cree. Tampoco le gustó para nada ver como la desafiante, amargada y arrogante Tzuyu casi se orina del miedo. Es que, es divertido hacerla enojar, le fascina ponerla nerviosa y todo pero... El terror no le sienta nada bien. 

Sobre todo porque por un segundo se vio reflejada en ese temor.

¡Pero! Esos no son temas de los que le gusta ahondar. Así que, naturalmente, quiere desviar la atención con la actitud irritante y esquiva que sabe que Tzuyu adora, aunque no lo admita — Que malagradecida. ¿Tanto te cuesta? Dilo conmigo. "Gracias, Sana, eres hermosa, puedes tomar de mi rica sangre cuando quieras." ¿Si? "Gra-cias".

No es por meterme en... lo que sea que tengan ustedes dos. — interrumpe la encapuchada, con un tono fastidiado. Ah, cierto. El favor que le tiene que hacer a Mina. Sana la observa de reojo.— Pero, ¿pueden dejar su romance para después? Quiero irme de este bosque inmundo, me están picando los mosquitos. — se queja, quitándose la capucha, revela su cabello castaño y sus inconfundibles dientes de conejito. 

No es un romance — intenta debatir Tzuyu, pero el gritito emocionado de Sana ahoga cualquiera de sus quejas. 

Joder, entonces sí eras tú — sonríe ella, y haciendo gala de su velocidad inhumana, en menos de un parpadeo ya está sobre Nayeon, tomándola de los hombros, la zarandea de adelante hacia atrás. La idol no parece muy contenta con su emoción, a juzgar por su expresión entre sorprendida e incómoda, pero ¡¡que se aguante!! Si Sana tiene que hacer de niñera, tendrá que soportar. — Soy tú más grande fan, amo todas tus canciones, dime, ¿es verdad que fuiste novia de Jennie y todas tus canciones son indirectas? ¿De dónde conoces a Mina? Y más importante, ¿Cómo mierda fue que te convertiste en vampiro? Ay, con razón se atrasó el comeback jajaja ahora todo tiene sentido. ¡Uh! ¿Me regalas boletos para tu próximo concierto? Siempre que intento comprar los mejores puestos se acaban en segundos, es toda una batalla campal.

Si sigo viva para entonces, pues yo encantada — responde la cantante, aunque no suena del todo sincera. De hecho, luce aturdida por todas sus preguntas.

¡Genial! — efusiva como siempre, Sana la abraza con toda la confianza que sabe que no le han dado. Siente como la idol se tensa bajo su agarre y, bajo otras circunstancias podría sentir hasta lástima por ella, pero de nuevo. Que se aguante. 

De manera inconsciente, sus ojos se desvían a los de Tzuyu, incluso si no ha soltado a Nayeon. Ésta le devuelve la mirada y pues... Puede que Sana se auto-proclame una experta en leer a la cazadora, mas su cara es indescifrable ahora mismo.

Suelta a Nayeon. — Anda, no te pongas celosa, sabes que eres la primera en mi corazón — sonríe, acercándosele a la cazadora con los brazos abiertos. Tzuyu la para poniéndole la mano sobre el pecho, la empuja para evitar su contacto. Y a pesar de sus esfuerzos, sería fácil, ah, tan fácil sobreponerse a su fuerza e igual abrazarla porque puede y quiere, o tal romperle el brazo sólo porque es frágil y no supone ningún esfuerzo para Sana, mas no hace nada eso. En su lugar, sólo ensancha la sonrisa y finge que aquél débil y humano empujón es suficiente para mantenerla en su lugar. 

... Ajá. — bufa Nayeon, exasperada, impaciente.— ¿Nos vamos?

Que manera de acabar con su diversión. Nayeon es mucho más agradable detrás de una pantalla. — Sí, sí, ya vamos. — y, sólo para fastidiarle, se antepone a las esquivas de la cazadora y le da un beso en la mejilla que la muy exagerada limpia efusivamente con la manga de su chaqueta. Pff, como si no le hubiera besado en peores sitios. 

Espera, quiero ir con ustedes — dice Tzuyu y ¿oh? eso sí que no se lo esperaba. 

¿Para qué-

Dios, da igual, que venga ella o hasta el presidente si quieren, pero VAMONOS YA. — insiste la cantante. Ah, se le puso pesada.

Tzuyu, Tzuyu, Dios, tuve el sueño más raro del mundo... — anuncia una recién despierta y desconcertada Dahyun, y su frase muere antes de poder terminarla, dándose cuenta de la situación. Nayeon la mira como si quisiera hacerla explotar con la mente.

Dahyun, regresa a la mansión. Luego te explico todo. 

Pero- — parece que la novia de Momo (o eso cree, tuvieron una cita ¿no? se da cuenta de la expresión asesina de Nayeon, así que no insiste. — Está bien... confío que no te matarán a dónde sea que vayas y por consecuente no me matarán a mi por dejar que la alumna favorita de Jihyo se muera. Okay... por favor no mueras. — se da la vuelta y comienza a caminar hacia otro lado, Sana asume que hacia la... ¿mansión? 

¡Perdón por lo de tu mano! — grita Sana antes de que se vaya, y a juzgar como se estremece la chica, sí la escuchó.

Bueno, como sea, teletranspórtanos al departamento. Está cerca del centro. — le pide Nayeon, y por allá nota a Tzuyu alzando una ceja con interés.

Disculpa, ¿qué? — Sana se rompe a carcajadas, y Nayeon se ve tan indignada como sorprendida por su reacción. — ¿Teletransportarnos? ¿Estás loca? Yo no puedo hacer eso. — explica, entre risas.

¿Qué? Pero Mina... 

 — Mina es una original, tontita, yo no. ¿Qué acaso no te dio el curso de Introducción al Vampirismo 101?  — cuestiona, burlona. 

¿Entonces como vamos a llegar? — pregunta Tzuyu, esta vez.

Pues caminando, princesa, duhhh. Pero si quieres a ti te puedo cargar — le guiña un ojo y ella pone los suyos en blanco. Ah, como la adora.

Nayeon chasquea la lengua, muy obviamente fastidiada. — Argh, como sea. Andando entonces. 

Si así de maleducada se va a portar la recién nacida, entonces ésta será una semana muy larga... 

❝〔 cinderella 〕❞   ;  satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora