❝〔 cinderella 〕❞ ; satzu

|| 07.

Sigue sin creerse que dos del selecto grupo de personas en el mundo en las que confía con su vida, sean unas idiotas mononeurorales.

En serio, ¿¡Cómo fue que dos, ¡¡DOS!! personas llegaron a la conclusión de que esta era una buena idea?

El plan no tiene ni pies ni cabeza. Justo como se lo recriminó ayer a Dahyun, Tzuyu cree que la posibilidad de que el conocido vampiro del crush de su amiga (si es que tiene uno y no son conspiraciones locas de la otra) aparezca en esa cita doble, son demasiado mínimas como para preocuparse.

Por lo que sí se siente preocupada, por otro lado, es por la cita, en sí.

No es ningún secreto: Tzuyu es una inepta social. Quizá pueda fingir ser una chica divertida, relajada (y algo inalcanzable) con sus mutuals de Twitter, pero sus verdaderas amigas conocen la realidad; cuando llegó a la mansión Park, hace más de quince años, aceptó sin rechistar el juramento de dejar atrás su vida normal en pos de proteger a la humanidad. Lo que significaba entregarse en cuerpo y alma (ahora que lo piensa, dicho en voz alta, el juramento de los cazadores suena super extraño) a su misión, abandonando la posibilidad de una vida normal.

O, en otras palabras, Tzuyu no conoce mucho más que las cuatro paredes de esa mansión. Lo que se traduce a no saber comportarse, interactuar o conocer a otros como una persona normal. Lo único que sabe es lo que ha visto en series y películas.

Así que sí, se siente jodidamente nerviosa al encontrarse por primera vez fugada de la mansión Park (por lo menos, a esa hora del día), sentada en la mesa de un restaurante lleno de gente, a la espera de que la crush de Dahyun y su propia cita aparezcan en la escena.

Pese a todo, Dahyun se ve tan nerviosa que parece ser ella quien nunca se ha aparecido en el ''mundo real'' y no al revés: mira a todos lados, su pierna se balancea sin control debajo de la mesa y si se fija bien ¿parece que está sudando?...

- Oye, ¿estás bien? - le pregunta. Más allá de preocuparse por el bienestar de su amiga que está a un suspiro de desmayarse en el acto, a Tzuyu le preocupa tener que ser quien lleve las riendas de la conversación en la cita doble.

Necesita a su mejor amiga en las mejores condiciones, si lo que quiere es quedarse sentada en esa silla con la expresión blanca y sin hacer nada y sin que le presten atención hasta que se le permite escapar de ella.

Dahyun parece... pensativa. La conoce lo suficiente como para saber que está en el conflicto de si mentirle o no a Tzuyu, aparentemente no está segura si es mejor ser sincera y admitirle que no (que es obvio) o si mentir y no preocupar a su amiga (que es estúpido, Tzuyu es preocupación).

Afortunadamente (¿o no?) Dahyun nunca tiene el chance de contestar, porque la voz animada que tanto adora se oye a la lejanía:

- Heeeey, disculpen la tardanza - anuncia Momo con su sonrisita culpable y sus ojos de cachorrito, tan convincente que hasta Tzuyu quiere perdonarla y todavía ni sabe que excusa le dará - pero es todo un desafío sacar a esta idiota de la cama un finde.

Detrás de la rubia, viene una chica con una expresión somnolienta, que se frota los ojos en su afán de despertarse. La inspecciona rápidamente, tratando de recordar las lecciones de Jihyo de como diferenciar humanos de chupasangres.

A ver, es medianamente alta, los ojos los tiene ocultos detrás del dorso que los frota, el cabello rojo le recae cual cascadas a los costados, realmente no puede distinguir que tan pálida es su piel, sus ojos están acostumbrados a la penumbra de la mansión y del bosque y-

Espera, no ser-

- ¿Chewy? - la chica abre los ojos como platos, antes de comenzar a morir de la risa, confudiendo a todos los presentes.

Bueno, casi todos.

Sana parece despabilarse por completo, ahora no siendo capsz de concentrarse en nada que no sea reírse de la increíble coincidencia. Conociendo a la estúpida vampira, seguramente dirá algo tan idiota como que es una coinci-

- ¡Que gran coincidencia! - Anuncia, con una sonrisa aparentemente feliz, pero Tzuyu sabe que es burlona.

Esto tiene que ser una maldita pesadilla.