❝〔 cinderella 〕❞ ; satzu

|| 09.

- Entiendo que sea irresistible y no puedas aguantar un segundo sin tirarte encima mío apenas me ves, pero me parece de muy mala educación dejar a las chicas en la mes- ¡ah! - En el camino al baño (donde estaba arrastrando a Sana), la vampira aprovechó para hablar sus idioteces, a lo que Tzuyu responde empujandola contra la puerta para interrumpirla.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - le pregunta, con el ceño fruncido.

- Ehhh, ¿lo mismo que tú? - sonríe la pelirroja, sarcástica. - Acompaño a mi amiga a una cita doble.

Tzuyu parpadea una vez, luego dos veces. No puede creerse su suerte en serio todo es una puta locura.

- Como dije, ¡es una coincide-

- No. Te. Atrevas. Ya no lo digas. - bufa la cazadora, a lo que la otra responde alzando los hombros.

Mientras Tzuyu cierra los ojos y se masajea el tabique de la nariz (su hábito, está intentando asimilar todo esto) Sana, que todavía está contra la más alta y la pared, aprovecha para palmear el cuello ajeno tan cercano, por lo que Tzuyu reacciona con un manotazo por reflejo, apartando la mano ajena.

La pelirroja ríe, mientras inspecciona sus dedos manchados. - ¿Maquillaje? - alza una ceja. - Ocultaste muy bien la mordida... De paso, ¿no te queda más corrector? Tengo antojo de hacerte otra.

- ¿No te cansas? - replica una Tzuyu cansada.

- No. - contesta, sonriente. - Espera, ¿de qué exactamente?

- De ser tan imbécil.

- Aah, pues... No, tampoco.

Tzuyu suspira. Cuenta hasta tres, mira al techo, y trata de calmar su frustración (y sus nervios). Las palabras de Jihyo resuenan en su mente: no puede permitir que nada se meta entre ella, y su deber.

- Te alimentas de ella, ¿no es así?

- No sé de qué me estás hablando.

- ¡Dejate ya de mierdas! Momo tiene una mordida. La noté mientras te arrastraba aquí. Sutil, no es tan reciente... - honestamente, creía que las conspiraciones de Dahyun solo eran eso, tonterías, pero viendo a quien tenía cerca... Ya no dudaba de su amiga.

- ¿Y que pasa si lo hago? - cuestiona, curvando los labios peligrosamente. Tzuyu tiene un escalofrío, Sana la hace sentirse diminuta, incluso si la supera por varios centímetros. - ¿Qué vas a hacer al respecto, cazadora? - acaricia su mentón, y a Tzuyu se le corta el aliento. - ¿Vas a matarme? - susurra en su oído. - O... ¿prefieres tomar su lugar?

Tzuyu cierra los ojos con fuerza. Su rostro arde, no hace falta verse en el espejo para saber que está roja. Tiene un deber, tiene un deber, no puede meter cosas personales en el trabajo, tiene un deber, tiene un deb-

- Okay, wow. Lo había dicho por molestar pero... ¿No me digas que lo estás considerando? - se sorprende Sana, comenzándose a reír. - Básicamente, ya eres mi banco de sangre, muñeca. Pero nunca dijimos que era algo exclusivo. No te pongas celosa.

- No estoy celosa, ni tampoco lo estaba considerando. Solo me aguantaba las ganas de golpearte la cara. - responde Tzuyu, recuperando la compostura. La cercanía de Sana y su voz tersa cual terciopelo en su oído le provoca cosas, un apretón en el vientre que no sabe si se saciará a punta de golpes... o de otra cosa.

- Lo que digas. - le saca la lengua, y tiene la sonrisita que le indica que no se cree ni una palabra de la cazadora.

- Mira, por más que me gustaría verte muerta, no quiero pelear contigo hoy. - gruñe Tzuyu. - ¿Te parece tregua por hoy? Necesito que te comportes... Y que dejes de alimentarte de Momo. O de otros humanos inocentes.

- Huh. Me puedo comportar, pero no creo que lo otro sea posible. Es decir... ¿Sabes de qué me alimento, no?

- Si, pero-

- Si no te gusta, muñeca, ya sabes que tienes que hacer. - sin dejar de verla, ni de sonreír, Sana se pasa el dedo índice por su propio cuello, un gesto que gritaba ''matame''. - ¿Qué te impide hacerlo? ¿Tanto me amas así?

Tzuyu realmente no sabe qué contestar. Afortunadamente, Momo toca la puerta del baño, preguntando si se encuentran bien, así que no tiene qué responder.

- Sí, Momoring. - contesta Sana por ambas.

Tzuyu le pide (ruega) sin voz a la otra que se comporte, antes de que Sana se alce de hombros y las arrastre fuera del baño.