Muchos pensarán que llevar dos años navegando por el mar es demasiado tiempo, que la monotonía de despertar y dormir con el balanceo del barco se hace cansado, que la única vista que tienes es el mar, el cielo y el horizonte, y tienen razón, casi nunca nos detenemos por más de dos horas y si lo hacemos es porque algún inepto se perdió en el puerto, ahora mismo estamos dejando tierra firme para volver al mar otra infinidad de tiempo.
-Papá, ¿Crees qué podamos quedarnos por más de dos horas en tierra firme? -pregunté al hombre frente a mi.
-¿Por qué preguntas?
-Es solo que, es cansado viajar por días, semanas, incluso hemos estado por meses en el barco sin detenernos, a veces quisiera no despertar viendo solo agua a mi alrededor.
-Kira, entiendo cómo te sientes pero fue tu decisión acompañarme, te he ofrecido miles de veces volver con tu madre y no aceptas -dijo poniendo una mano sobre mi hombro.
-No, eso sí jamás -dije retrocediendo- quiero a mamá pero ir con ella implicaría volver a la nación del fuego, tendría que volver a ver la cara de personas que he querido olvidar.
-Lo entiendo, ve a descansar un rato.
-Bien, nos vemos luego.
Me alejé de el y me dirigí a mi camarote, realmente no me siento cansada pero decidí dormir un rato. Los pasillos se encontraban vacíos en su mayoría y si por casualidad me encontraba con alguien simplemente evitaba verme y seguía su camino.
Finalmente llegué, entre y rápidamente me acosté en mi cama, intenté dormirme pero no pude, dí vueltas en mi cama para finalmente mirar al techo. De repente la propuesta de mi padre volvió a mi mente, volver a la nación del fuego, ver otra vez a mi mamá, hace años no la veo, entonces, recordé la sonrisa de un niño, una sonrisa brillante e inocente, rápidamente esa imagen fue remplazada por el último recuerdo que tengo de el, mirándome con furia y decepción.
-No se porque me mirabas así, debería ser yo quien te mirara de esa manera -dije en un murmuro- agh que fastidio.
Después de intentar no pensar más en el termine por dormirme, lo cual no me ayudó demasiado, soñé con el y con todo lo que me impedía querer volver. Desperté gracias a la pesadilla y a un movimiento brusco del barco.
-¡¿Pero qué?! -dije levantando me rápidamente, en ese momento mi padre entró.
-Nos atacan, tienes que irte -dijo al estar frente a mi.
-¡¿Qué?! ¿Quién? ¿Por qué?
-No lo puedo explicar ahora, toma todo lo que puedas y sígueme.
Dijo y acto seguido los dos estábamos tomando todo lo que encontrábamos útil y lo metíamos a unos sacos, bolsas, etc. Cuando mi padre dijo que era suficiente salimos corriendo a dónde se encontraban los barcos más pequeños, en el camino nos encontramos a soldados de la nación, lo raro era que ellos nos atacaban a nosotros, pero mi padre se encargaba de ellos, en poco tiempo llegamos a nuestro destino.
-Bien, pon todas las cosas adentro -dijo mientras sellaba la puerta, yo seguí sus órdenes y metí todo lo que traía en las manos- toma esto, te ayudará a guiarte en el mar -dijo entregándome una pequeña brújula que siempre llevaba con el.
-¿Qué? ¿Tu no vienes conmigo?
-Me temo que no, tengo que encargarme de que no te atrapen.
-No, tu tienes que venir conmigo, no se que hacer -dije con la voz un poco rota, no entendía que estaba pasando.
-Mi pequeña Yanara, no sabes cuánto siento que tú te veas afectada con todo esto -dijo poniendo una mano en mi hombro- nunca dudes que te amo con todo mi corazón, jamás quise ponerte en riesgo.
-Papá, no entiendo que está pasando.
-Lo se y es mi culpa, lamento no poder explicarte -se vió interrumpido por el sonido que provocaba los que intentaban abrir la puerta- también lamento tener que dejarte ahora, pero para asegurarme de que tú estarás bien, tengo que quedarme.
-No no, por favor, ven conmigo -dije con mis ojos cristalizados.
-Ve a la tribu agua del sur, ahí te ayudarán -la puerta estaba a nada de caer, de mis ojos comenzaban a salir algunas lágrimas- por favor, vete, no podría perdonarme el que te pasara algo.
Me subí al bote donde había dejado mis cosas, mi padre se había encargado de encender el barco, al terminar ambos nos quedamos viendo, no aguante más y lo abracé.
-Hija, por favor perdóname -dijo, yo solo lo abracé más fuerte, no quería que se fuera, sentía que si lo soltaba no lo volvería a ver- la nación del fuego ahora es tu enemiga, no pararan hasta encontrarte, prométeme que escaparás.
-Lo prometo.
-También prométeme que siempre harás lo correcto, como te enseñamos tu madre y yo.
-Lo prometo.
-Bien, me temo que es tiempo de despedirnos -dijo separándose un poco y poniéndose a mi altura- estoy muy orgulloso de tenerte como hija.
Dijo eso y se fue, abrió la escotilla para que saliera el barco donde estaba, en ese momento la puerta de abrió y entraron más de diez soldados, rodearon a mi padre y el no se inmutó. Comenzaba a alejarme a gran velocidad, el barco donde se encontraba mi padre ya estaba lejos cuando de un momento a otro este explotó, caí de rodillas, sin duda alguna el debía seguir ahí, eso significaba que debía estar...
-¡No! No no no no ¡Papá! No -a lo lejos pude ver como los barcos atacantes seguían ahí, si no quería que me encontraran era mejor seguir adelante, seque mis lágrimas y fijé el curso al sur, mi padre me había enviado ahí por alguna razón, tenía que averiguar cuál era, por eso comenzé mi camino rumbo a la tribu agua del sur.
![](https://img.wattpad.com/cover/333041199-288-k830033.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Me concedes este baile?/ Zuko
Fiksi PenggemarCuando la verdad sale a la luz, es cuestión de tiempo en que lleguen las consecuencias, para Kira significó perder a su padre, lo que ocasiona que se embarque a una aventura donde descubrirá más sobre el mundo y sobre si misma, nuevas personas llega...