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| ︶꒦꒷♡꒷꒦︶ |
Acosté con delicadeza a la hermosa pelinegra en la cama sin despegar nuestros labios quienes se movía inquietos en busca de más.
Me saqué la remera dejando a la vista la variedad de tatuajes que me había hecho con el tiempo sintiendo las orbes negras como la noche testigo de nuestros actos en mi.
Mi vista se posó en la Afrodita recostada en mi cama semi desnuda viendo aquellos pequeños tatuajes que decoraban el delicado lienzo —Una foto dura mas— reí ante el comentario
Negué — yo creo que más que una simple foto serías una hermosa obra de arte, opacarias cualquier duro trabajo maravilloso— mis besos fueron bajando hasta su clavícula — mi diosa, me tenés totalmente rendido a tus pies.
Mis besos bajaron hasta su pecho cubierto por la fina tela de la lencería de encaje que envolvía de la manera más hermosas posible.
Jugué con mis manos con la tira de su ropa interior inferior— ¿Puedo?— pregunté ansioso por su consentimiento.
—podes hacer lo que quieras conmigo Enzo...
—¿Lo que yo quiera?— cuestioné rozando mi intimidad cubierta por mi boxer y pantalón con la suya.
—si, pero por favor, hacé algo— sonreí ante su poca paciencia.
Desabroché su corpiño permitiendo dejar húmedos besos y dibujar con mis labios pequeños chupetones.
Bajé hacia el piercing que docoraba su ombligo y me escabullir entre sus piernas.
Coloqué ambas piernas en cada uno de mis hombros apretando sus muslos con mis manos ejerciendo un poco de presión—mmh ¿No es lindo mi nuevo collar?...
En ningún momento retiré aquellas finas medias ¿Fetiche? Nah, el hermoso cuerpo de Romina podría ser mi propio fetiche, tal vez un plus...
