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ROMINA
Los días pasaron y las cosas con Enzo estaban más calmadas y la relación tenía mucha más fluidez.
El mismo se está encargando de volver a sanarme.
Desde ahora, siempre que alguno tiene alguno tiene algún problema lo charlamos y tratamos de buscar una solución juntos.
Así mismo Enzo me habló del actual tema de la oferta del Chelsea por el, yo le había dejado en claro que lo acompañaria en cualquier decisión que tomara.
—la puta madre — insulte la tela como si está fuera la culpable de que no me saliera.
Marca de ropa se caracterizaba por hacer prendas únicas con ropa usada, la idea es reciclar prendas en buen estado que las personas ya no usan y darles una mejor vida.
Ahí es donde agradecía a las ferias de ropa y mis amigos que siempre me dan la ropa que ya no quieren.
Y pensar que todo inició con una máquina de cocer y ropa vieja que me regaló mi suegra, la amo tanto.
—¡Nena!— frunci el seño al escuchar la voz de mi novio, era raro que llegara tan temprano.
Apareció en la pieza que yo tenía aparte para todas las cosas de costura.
—voy a firmar con el Chelsea— me sonrió y yo lo miré sorprendida.
No dudé ni un minuto en tirarme a sus brazos lo cual el me cargó al instante agarrando mis muslos desnudos al estar con una de sus remeras— Felicidades amor, dios, estoy tan feliz — repartí rapidos besos por su cara haciendo que sonría.
Me sentó en el escritorio y dejo en beso en mis labios.
Probablemente estos momentos fueron los que más extrañe.
