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| ︶꒦꒷♡꒷꒦︶ |
Romina
Desperté y talle mía ojos, dios que lindo es dormir en una cama tan cómoda, no como la del hospital.
Luego de estar todo un día en aquel insoportable ambiente que me hacia sentir enferma por alguna razón vinimos a la casa de Enzo con la escusa de que el quería pasar más tiempo con su pequeña.
Me di vuelta viéndolo dormir con Oli sobre su pecho, habíamos acordado solo por esta ves compartir la cama siempre y cuando haya distancia de por medio, fue una regla más mía que suya.
Aquella escena de ellos dos juntos hacia palpitar mi corazón de felicidad y ternura— ya sé que soy lindo nena pero me vas a desgastar con la mirada.
Rodeé los ojos ante su chamuyo — no te creas tanto, estaba viendo Oli.
—Antes te tenía loca— dijo sonriendo.
—vos lo dijiste, antes—
Enzo suspiró y se fué a cambiarle el pañal a la pequeña, la puta madre, el dolor se cabeza me mataba.
Enzo
Hagamos como que la pequeña charla con la madre de mi hija no me dolió— tu mami es tan complicada, aunque no la culpo, yo mismo rompí el corazón que tanto me esforzaba en sanar...
Esto de ser papá era algo completamente nuevo para mi, pero supongo que son cosas que se aprenden con el tiempo y dedicacion.
Afortunadamente el poquito tiempo que lleva de vida no a llorado mucho, solo lo normal y hasta menos también.
Tan linda, mi vida...
Ella comenzó a quejarse dando indicios que pronto lloraría, la concha de la Lora para que dije que ella no lloraba casi nada.
