Capítulo 32: La confesión de una Caballera

2.2K 124 183
                                    

La noche ya estaba cayendo y vemos al viajero levantarse de su sueño.

Aether: Ya casi es de noche - abriendo los ojos - es verdad lo que prometí - levantándose - Jean ¿Dónde estás? - buscándola.

El viajero al levantar la mirada para buscar a Jean la vio en una posición bastante hermosa con un sonrojo que la hacía ver todavía mejor.

El viajero al levantar la mirada para buscar a Jean la vio en una posición bastante hermosa con un sonrojo que la hacía ver todavía mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aether: Aquí estás.

Jean: ¿Qué pasó? - sonrojada.

Aether: Pensé que te habías ido.

Jean: Te dije que estaré contigo todo el día y eso haré.

Aether: Menos mal - suspirando - aunque ¿Porque estás roja?

Jean: Esto - señalando su cara - es por el frío no tienes idea de cómo corre el viento por aquí.

Aether: No siento nada de frío.

Jean: Qué suerte la tuya yo me muero de frío.

Aether: Debes abrigarte entonces - acercándola para abrazándola.

Jean: ¿Qué haces? - sonrojada.

Aether: Debes entrar en calor.

Jean: Gracias creo.

Aether: Por cierto, te veías muy bonita cuando te vi.

Jean: ¿Así?

Aether: Si tanto que podría.

Aether lentamente se acercaba a la boca de Jean ella no oponía resistencia alguna ya que quería que pasara algo más, pero alguien se levantó y mato el momento.

Paimon: Que bien durmió Paimon - levantándose.

Aether y Jean al escuchar a Paimon se separaron rápidamente.

Paimon: Buenos días.

Aether: Es de noche Paimon.

Paimon: Es cierto todavía estamos en el mismo día - mirando a Aether - espera es el mismo día de noche - asombrada.

Aether: Si ya se porque te pones así.

Jean: Me perdí de algo o están hablando de cosas que no me han contado.

Aether: No es nada malo es solo que por esta hora te íbamos a llevar a un lugar especial.

Jean: No que no tenías pensado nada para hoy.

Aether: Si, pero se nos ocurrió algo de sorpresa - poniéndose de pie - ¿Me acompañas? - dándole la mano a Jean mientras sonreía.

Jean: Soy toda tuya el día de hoy - dándole la mano.

Paimon: ¿Como? - mirando a Jean.

Jean: No en ese sentido - sonrojada - mejor vamos a donde dicen.

Aether, Jean y Paimon regresaron a Mondstadt para ir al lugar que decía el viajero.

La historia de Aether (Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora