–¡Langa!– gritó su madre al entrar al departamento –¿Me podrías ayudar con las compras, por favor?
El peli celeste entró en pánico y cerró su computadora lo más rápido que pudo, mientras que volvía a acomodar su ropa interior y pantalón.
–Voy mamá– respondió con cierto grado de nerviosismo.
Se lavó las manos, enjuagó la cara y fue con su madre.
Como todo adolescente, Langa tenía sus necesidades, curiosidades y hormonas casi de la mano. Desde la comida en la que conoció al padre de Reki se había quedado con la duda de como podía funcionar el sexo entre hombres y al tener una computadora a su alcance no tardó en encontrar la respuesta. Para su desgracia, eso solo lo había llevado a tener más dudas; pues como un hombre sabía cómo funcionaba el mecanismo, o al menos eso creía hasta ver los videos.
Pero la curiosidad no era lo único que había despertado dentro del chico, si no una extraña lujuria que nunca había sentido con anterioridad. Y toda era causada por Reki.
Aunque no era la primera vez que se masturbaba, ese cosquilleo recorriendo su cuerpo sí era novedad. Siendo sincero consigo mismo, jamás entendió la fascinación por brindarse auto placer; incluso considero durante mucho tiempo la posibilidad de ser asexual. Pero pensar en su novio mientras lo hacía lo volvía simplemente loco.
Solo imaginarlo en las diferentes posiciones de los videos que veía y sentía calentarse a niveles que no creía eran posibles para un ser humano.
En parte lo hacía sentir avergonzado, no estaba seguro de sí Reiki alguna vez lo haya visto de manera morbosa, pero de no ser así eso significaba que Langa era un completo pervertido sin vergüenza alguna.
–Cariño ¿Te sientes bien?– preguntó Nanako de repente.
–¿Uh?– se sobresaltó.
–Langa estás rojo– lo sostuvo por el rostro –Y muy caliente ¿Tienes fiebre?
–No– se separó con gentileza –Yo solo... Tengo un problema– se mordió el labio.
La mujer entró en pánico –¿¡Un problema!? ¿Reprobaste una materia? ¿Reki está molesto contigo? ¿Te lastimaste en S?– lanzó pregunta tras otra.
–No, tranquila– forzó una sonrisa –Estoy bien, mamá ¿De acuerdo?– la sostuvo por los hombros –Saldré a dar una vuelta, vuelvo en unas horas.
–Cuídate– suspiró –Por favor, lleva tu teléfono.
–Eso haré– besó su mejilla antes de irse.
La castaña miró a su alrededor y se encontró con el retrato de su difunto marido. Se acercó con una ligera sonrisa y lo tomó entre sus manos.
–Oh, Oliver, si tan solo estuvieras aquí para ver todo lo que nuestro niño ha crecido– lo acarició –Pero aún hay tantas cosas que no puedo entender. Quiero decir, me alegra mucho que esté saliendo con alguien a quien ame y tenga muchos amigos, pero las carreras ilegales aún me ponen muy nerviosa y últimamente está actuando muy raro. Tengo miedo de que lo estén molestando por sus gustos en la escuela– admitió –Amor, dame una señal para saber si debo intervenir o no.
Hasta el día de hoy, la mujer no está segura si lo que pasó a continuación fue mera casualidad, una desgracia o verdaderamente una señal de su esposo, pero la puerta mal cerrada del cuarto de Langa se entreabrió delatándose con un chirrido.
–De acuerdo, te haré caso– dijo mientras miraba la foto.
Fue hacia la habitación y la observó unos segundos antes de entrar de lleno.
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El Límite del Infinito
FanfictionDespués de que Reki y Langa empiezan a salir, se dan cuenta de que un noviazgo involucra varias cosas además de una atracción mutua. A lo largo de la historia conocerán aspectos como los celos, sexualidad, adoración y sobretodo como el amor es la...