La vida de Lalisa manoban y Kim Jennie era la peor.
Ambas tuvieron que sufrir debido a que sus padres murieron en un asesinato cuando estás dos tenían solo 7 y 6 años, aquello había dejado una imagen traumática para ambas jóvenes, y aquello las volv...
¿Y si tal vez nunca se fueran conocido? ¿Sus vidas seguirían siendo fáciles? Son cosas que no pueden saber y tampoco hay porque saberlo, si Jennie no hubiera conocido a Jisoo su vida no hubiera vuelto a tener color, si Lisa no hubiera conocido a Rosé seguiría siendo una niña inmadura con inseguridades y problemas en olvidar la muerte de sus padres.
Aunque no se den cuenta su desarrollo como personas se dio gracias a conocerlas y Jisoo y Rosé también tuvieron un increíble desarrollo al conocer a dos mujeres que colocaban su mundo de cabeza y las volvían completamente locas, se necesitaban la unas a las otras, su amistad y romance para algunas era casi innegable pero como siempre, los problemas nunca terminan.
Dolor. Eso era lo que Park Roseanne sentía en aquel momento, sentir ese vacío en el estómago y sentir que no puedes respirar, un sentimiento horrible que ojalá y nunca lo sientas pero ese es el problema, que tarde o temprano ese sentimiento se apoderará de tu ser y Roseanne nunca creyó que iba a sentir como si estuviera muriendo lentamente. Seco sus lágrimas y bajo las escaleras.
—Chicas me acordé que deje encendido el aire acondicionado de mi habitación, creo que mejor me quedo en mi casa—Dijo sin mirar a ambas jóvenes.
—¿Te sucede algo?—Pregunto Lisa al ver a Rosé cabizbaja.
—No, yo estoy bien solo que me sentiría mejor en mi casa. Iré por mis cosas—Dijo y subió a buscar sus cosas demasiado rápido.
Jennie y Lisa se miraron mutuamente extrañadas por lo que había ocurrido hace un rato, Rosé bajo con sus cosa dispuesta a irse.
—Yo te llevo iré por mis llaves—Dijo Lisa pero Rosé se lo impidió.
—Se el camino hacia mi casa, puedo ir sola, pido un uber y listo. Adiós y gracias por la invitación.
Y así Rosé salió por la puerta principal dejando a Lisa y Jennie algo confundidas por lo que había ocurrido ya que según ellas, no le habían hecho nada malo.
—¿Que le sucede?—Pregunto Lisa.
—No lo se, pero tenemos casa sola—Dijo la castaña alzando sus cejas y Lisa la miro.
—Aún no he terminado con Mina—Le recordó.
—Eso no me importa.
La beso y fueron hasta la habitación mientras se tropezaban con algunas cosa. Y ya sabemos que termino por ocurrir en aquella casa.
...
Jisoo se encontraba camino hacia el lugar donde su padre se estaba quedando, estaba realmente nerviosa, no sabía cómo ver a su padre luego de que hizo lo que hizo y quien sabe que otras cosas que simplemente no fueron descubiertas, su padre se estaba quedando en la casa de la abuelita de Jisoo ya que fue la única persona que lo apoyó, pero solo lo hizo por ser su madre porque no creo que le dé el lado a un asesino. Tocó el timbre y la puerta fue abierta por su padre. —Tanto tiempo—Dijo Jisoo algo seca y fría sin querer mostrar sus verdaderos sentimientos.
—Hija, te acordaste de mi, de tu padre—Se acercó para darle un abrazo a Jisoo pero está solo se alejó—. Pasa, la abuela esta haciendo café.
—No me gusta el café, lo sabrías si hubieras pasado todos estos años a mi lado. Oh si cierto no lo hiciste porque estuviste en prisión por asesinar a cuatro personas.
—No seas así, pasa y hablemos como se debe...
La pelinegra entró a la casa y se dirigió a la sala, se sentó en un cómodo mueble y se quedó esperando a su padre.
—Y tu madre ¿Ella cómo está?
—No te preocupes, ella pudo salir adelante sin tu cochino dinero, ella si tuvo un trabajo honesto no como el tuyo.
—Jisoo, puedo explicarlo.
—No hay nada que explicar, no puedes explicar el crimen que cometiste, tu fuiste libre de hacerlo y tus decisiones te llevan a consecuencias. Te odio, por tu culpa todos me odian, por tu culpa pase y estoy pasando los peores momentos de mi vida porque simplemente la gente no comprende que aunque tenga tu sangre no soy como tú —Le dijo bastante enojada, quería llorar pero no podía mostrarse débil, no frente a él.
Su abuela irrumpió en la sala de repente con dos tazas. —Toma cariño, se que no te gusta el café pero te hice tu té favorito—Dijo su abuelita mientras le entregaba el té.
—Muchas gracias abue—Dijo la chica recibiéndolo con una sonrisa.
—Bueno los dejó de nuevo, perdónenme por la interrupción—Salió de la sala dejando a ambos nuevamente solos.
—Jisoo, me tenían amenazado, yo trabajaba para un narco y el me mandaba a hacer muchos trabajos sucios, entre esos matar a la gente que le debía o simplemente que no le agradaran, yo no tenía otra opción más que seguir sus órdenes—Le explico su padre.
—Si crees que eso cambia lo que pienso de ti, olvídate. En primer lugar ¿que carajos hacías trabajando para un Narco? Enserio que debiste pudrirte en la cárcel—Le dijo enojada y su padre ya se encontraba demasiado triste, pero se merecía toda y cada una de las palabras que Jisoo le estaba diciendo en ese momento.
—Conocí a una chica maravillosa. Fue mi luz en mis momentos de oscuridad y mi soporte en la tristeza pero tu, asesinaste a sus padres enfrente de ella y sabe que tu eres mi papá, ella me odia desde entonces, cada vez que me ve recuerda lo que le hiciste, ¿Porqué tu pasado tiene que darme mi pasado y futuro? ¿Porque trabajabas para un narco? ¿No pudiste ser una buena persona? Conseguir un trabajo normal, en farmacias o yo que se, pero no. Tenias que ser el matón de un narco.
—¡No tenía dinero? Cuando te faltaban solo meses para nacer yo no tenía para darte la vida que te merecías, incluso no tenía para pagar una Clinica en la que te atendieran como era debido, sabía que con mi simple trabajo de mesero no te daría la vida que merecías y decidí irme por el dinero fácil, robar y amenazar, pensé que era lo único pero luego me obligaron a matar a alguien, yo no quería pero si no lo hacían daño a ti y a tu madre. En prisión intentaron asesinarme por todo lo que sabía del jefe, pero no lo lograron, mantenía en celda de aislamiento y custodiado por oficiales, yo les servía para capturar a el narco.
Luego de escuchar la versión de su padre todo tenía sentido, se permitió llorar y abrazó a su padre.
—No debiste hacerlo, no servían de nada los lujos si no tenía a un padre que me cuidara o que fuera a el día de las profesiones, papá eras mi superhéroe y cuando crecí y me enteré de todo mi mundo se vino abajo. Pudiste arreglar todo de otra forma.
—Lo se, hija y me arrepiento cada segundo qué pasó con vida.
—Tal vez Jennie no pueda aceptarlo, tal vez me siga odiando pero la recuperaré o eso voy a intentar.
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Actualización de rapidez porque no tuve clase y tal vez mañana también actualice y el sábado y domingo, en fin.
