✩ 𝘋𝘦𝘧𝘪𝘯𝘪𝘵𝘪𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘴 𝘢𝘮𝘰𝘳 ✩

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Se bajaron del auto como pudieron, la cantidad de horas en viaje les había adormecido las piernas por completo

- ¿Cogieron sin nosotros? - preguntó atrevido Nicolás, acercándose a Iván

- Tranquilo, por acá solo había patadas voladoras por parte de un maricón - reía

- Entiendo - acompañó la risa del otro - vengan a ayudar a desempacar las cosas

- Ya vamos para allá - le dio una última sonrisa antes de darse la vuelta a llamar a los chicos

- Iván ¿me ayudas con esto? - Tomás alzaba una caja grande en sus manos

- Si, obviamente - lo agarró y lo llevó dentro de la casa

. . .

- tenemos dos colchones en el piso, una cama de una plaza y media y ocho sacos de dormir - Martín refrescaba su memoria

- Yo quiero la cama de una plaza y media - saltó enseguida el pelinegro

- pero bancá, viste que la tenes que compartir con alguien ¿no? - le aclaró

- hay sobr- - quizo hablar Rodrigo. Al instante captó lo que querían decir

Querían que durmiera juntos

- ¿Por qué mejor no le dejamos la cama a Iván? Él es más alto y no creo que esté cómodo en un sobre de dormir - repuso nuevamente el bajo

- Rodrigo tiene razón, la cama va para Iván - aceptó la petición Martín, escribiendo algo en el papel arrugado que parecía ser una lista

- Yo, Juan, samanta y Abril queremos dormir en los sacos - dijo Nicolás

- Yo, tomi y Rodri dormimos en los colchones - ofreció Germán

- Bueno dale, entonces yo duermo con los chicos en los sacos - tachó algo en el papel - ¡Dividanse! - arrugó el papel y lo tiró detrás de él

Todos se levantaron y se dividieron por toda la casa

. . .

Rodrigo asomó la cabeza por el marcó de la puerta y vio a Iván acostado, tapado con la frasada hasta la cabeza, casi durmiendo

- che Iván, vamos a salir como en una hora, levantate dale - se sentó en la punta de la cama

- Mhm - murmuró

- Dale vagoneto, levantate y vestite - lo abrazó por encima de las sábanas

- ¡Salí, cargoso de mierda! pesas un montón - se destapó la cara y rió

- ¡Ay! Que lindo Ivancito - se sentó en su estómago y jugó con su pelo

- ¡Bastaa! - lo intentó empujar

- No hasta que digas que me perdonas - se acostó boca abajo en su pecho

- Ugh, sos un meloso de mierda - dejó escapar un suspiro

- vos y yo sabemos que te encantan mis mimos

- pesas tanto que no puedo respirar - le abría un lugar en la cama

- pero sos tan lindo cuando estás costadote - rodó a su lado

- mmh - asintió

- Bueno pero dale pajero, que tenemos que irnos en un rato - le pasó una pierna por encima

- No quiero salir, estoy calentito acá - cerró los ojos cansado

- Vamos a ir a las maquinitas, dale no seas corta mambo - le sonreía

- Bueno, ya voy. Solo.. un rato más - escondió la cabeza en el cuello del ajeno

Un escalofrío recorrió el cuerpo del castaño. Ya había imaginado como sería abrazarse así con Iván, pero nunca pensó que pasaría, y menos por parte del otro

- Bueno, pero un ratito nada más - le puso la mano en la mandíbula y la acaricio suavemente

. . .

- ¿No' vamo' o qué? - prendía el auto Tomás y apretaba el acelerador

- ¡NO' VAMO'! - gritaron todos felices

La primera parada era el "taxo pool", el cuál era un lugar de máquinitias muy conocido del lugar

- ¿a que juego vamos primero? - Rodrigo tironeo del brazo de Iván

- ¿Jugamos a sacar peluches de esa máquina? -señaló a una pequeña máquina de ositos, con la temática de animales

- Es muy bizarra amigo - reía por lo bajo - vamos, total no tenemos nada más que hacer - caminó hacia el juego mecánico

Iván desbordó una sonrisa y siguió al bajo de pelos despeinados

- ¿cuál agarramos primero? - pegó la cara al vidrio para ver mejor

- ese osito se ve fácil - señaló

- Bueno, vamos por ese entonces - metió un billete y comenzó a jugar

-un poquito a la izquierda.. ¡No, no! A la derecha - Iván movía las manos histérico

Rodrigo reía al ver la desesperación del contrario. Era lindo hasta enojado, según Rodrigo, el cuál sólo le podía prestar atención a él y no a el juego

Apretó el botón para que la garra agarrara el pequeño peluche y lo llevará al ducto para poder tenerlo, y así pasó

- ¡VAMOS! SACAMOS UN PELUCHE - levantó los brazos en forma de victoria, mientras una sonrisa emocionada se formaba poco a poco

- Tomá, te lo regalo - le extendió el osito, el cuál tenía un corazón entre las manos que decía "te amo", los típicos que se regalan en fechas especiales

- ¿eh? - preguntó hecho un tomate muy maduro

- Que te lo regalo, tomá - le sonrió calidamente

- Gracias - le devolvió la sonrisa

- ¿Vamos.. vamos a otro juego? - lo miro con los ojos hechos perlas brillantes

- Si, claro - su mirada cálida lo penetró


Tengo sueño
(defremandlo_)

𝐋𝐀𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐋𝐌𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora