Lo último que recuerda Rodrigo es ver a un martín totalmente enfurecido abalanzarse sobre Germán, golpeándolo.
Se desmayó minutos después que Nicolas lo soltara y corriera a buscar su teléfono para llamar a la policía.
recuerda los gritos desesperados del rubio para que el otro dejara de golpearlo tan brutalmente, hasta un punto de que sus nudillos desprendían sangre.
Antes de caer en un repentino desmayo, sintió la mirada arrepentida de germán sobre él.
Cuando despertó, aún mareado, estaba acostado en el sillón con Tomás a su lado.
El otro le sonrió con dulzura y preocupación.
- ¿qué pasó? - balbuceo en un suspiro.
- no creo que quieras saber, estás muy mal ahora - se acostó a su lado.
- dale, tomi. Por favor - se acurrucó en el pecho del ajeno.
- Bueno, yo iba llegando en el auto cuando escuché unos gritos cerca de aquí - le acarició el cabello - cuando finalmente llegué, estaba Nicolas recostado en el marco de la puerta llorando mares, mientras luchaba por mantenerse de pie. Martín estaba haciendo mierda a Germán, se le notaba la rabia en los ojos. La patrulla no tardó en llegar y se los llevaron a los tres.
quedaron en silencio unos largos segundos.
- esto es mi culpa - lloriqueo.
- Oh, no corazón. No llores, no es tu culpa - lo abrazó con calidez, dejando que en otro se hundiera más en su pecho.
- extraño a Iván, lo quiero acá conmigo - se limpió las lágrimas.
- pronto va a despertar, roro. solo tenes que darle tiempo - le regó besos por el rostro.
- ¿qué tal si nunca despierta?
- No, mi rodri. Es imposible que eso pase, él ya está perfecto, solo tiene que abrir los ojitos - dijo con un tono de seguridad.
- ¿y si ya no me ama? - preguntó, triste.
- lo va a hacer más que nunca. Su corazón te pertenece, una parte de él siempre va a amarte y recordarte - respondió.
- tengo miedo, tomi.
- todos lo tenemos.
La puerta principal se abrió y nico entró, acompañado de Martin.
Rodrigo se apresuró a levantarse, para correr a abrazarlos. sus cortos brazos los rodearon en un cálido y amoroso abrazo.
- ¡perdón! - dijo con un tono de culpa - si no fuera por mí, no estarían en esta situación. ¡Ni siquiera sé por qué lo hacen! me siento tan... culpable y a la vez frustrado, realmente lo lamento.
- Oh, rodrigo. Sos nuestro mejor amigo, obviamente vamos a protegerte hasta morir, sos como nuestro niñito - Nicolas le pellizco la nariz.
- Por supuesto, aparte que se lo merecía. Duele, pero él está más arruinado que nosotros, pudriéndose en la cárcel - se cruzó de brazos y dio una sonrisa ganadora.
- No tan rápido, velocista. Todavía nos queda el juicio de mañana - le puso una mano en el hombro.
- Ve llamando al abogado - rió y le dio un dulce beso en los labios - este juicio lo ganamos si o si.
El rubio asintió y le dio otro beso. Rodrigo los miraba como un niño chiquito que apenas descubria el amor.
Necesitaba el toque de ivan en su cintura, el roce de sus labios y su dulce voz contra su oido, necesitaba sentirlo con todas las fuerzas de su alma.
Tocó su pecho, sintiendo algo extraño. su corazón se sentía un poco más lleno, más vivo. S
u reciente sentimiento parecía una señal del destino.
Sentía algo latir dentro suyo, pero al acercar su mano a su corazón, no sintió nada nuevo. Eran más como latidos del alma.
El teléfono de oscu sonó en ese instante, una llamada del hospital. Se fue a otra habitación por si le decía algo malo, no preocupar más al pobre y adolorido rodrigo.
— Martin, siento algo fuerte en el pecho — rodrigo lo miró confundido.
— Amor, ro, sentis un amor — rió a carcajadas y lo rodeó en un abrazo.
No entendía absolutamente nada.
. . .
Minutos después, el rubio salió corriendo de la habitación y saltó sobre rodrigo, tirandolo al suelo.
— ¡Iván está despierto!
El castaño quedó estático, sintiendo como las cristalinas lágrimas corrían de sus ojos. Reía y a la vez lloraba, abrazándolo.
— no para de preguntar por vos, necesita verte — lo levantó del piso y le sonrió.
Su cuerpo se aflojó, llorando aún más.
— anda a bañarte ro, no vas a ir así a ver a tu novio recién despierto — tomás le revolvió el pelo.
— ¡Ya voy, ya voy! — corrió al baño y cerró la puerta de un sonoro portazo.
El ojiverde se miró al espejo, sonriendose a sí mismo. Podría ver a ivan, podría sentirlo como tanto había soñado los últimos meses.
Se desvistio con rapidez y encendió la ducha, sintiendo su corazón latir sin control.
Sintió las gotas tibias darle en la cara, agarrando el shampoo y poniéndose una buena cantidad en el cabello.
no podía esperar para verlo.
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Perdón por la demora, he estado ocupado siendo un novio responsable JAHSHS.
tengo planeado que esta historia llegue hasta los cuarenta capítulos, les pinta?
