{Capitulo 9}

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Louis se sentía confundido,

¿Qué eran exactamente Harry y él?

Era probablemente la sexta vez que se lo preguntaba así mismo.

Se encontraba firmando los últimos papeles de el día.

Todo el día se la pasó pensando en Harry.

Nunca se había abierto a otra persona que no fuera Zayn, solo a él se permitía ser vulnerable y eso que le costaba.

Sin embargo con Harry solo sucedió, quiso hacerlo.

Al ver a Harry en ese estado le hizo recordar su pasado y no pudo evitar reconfortarlo.

Es lo que él hubiese querido en ese momento de su vida.

Y no podía dejar que Harry no tuviese el respaldo y compañía que el anhelaba.

Terminó su trabajo y salió, eran ya las ocho con cuarenta y cinco minutos.

Se despidió de algunos de sus empleados cuando salió por la puerta principal dirigiéndose enseguida a la cafetería, quería ver a Harry.

Era viernes y no sabía si realmente lo vería el fin de semana.

Entro con una gran sonrisa, de esas que le hacían arrugitas debajo de sus ojos.

Pero no vió a Harry en todo el lugar, se acercó a preguntar a uno de los trabajadores de la cafetería.

—Disculpa, ¿Podrías decirme dónde está Harry? —Preguntó Louis con autoridad.

—Lo siento, Harry renunció hace apenas un par de horas. —Contestó nerviosa una chica rubia.

¿Renunció?

No dijo nada más y se dió la vuelta, saliendo completamente del establecimiento.

¿Le había hecho algo malo a Harry?

¿Porqué de repente renunciaba?

Se metió a su carro y condujo a su mansión, nuevamente solitaria.

Se duchó, y se acostó con su teléfono en mano.

Tardó aproximadamente unos quince minutos tratando de mandarle un mensaje a Harry.

Tenían que aclarar muchas cosas.

Miró una última vez su teléfono antes de apagarlo y dejarlo en la mesita de noche.

Se hizo la idea de que ya no volvería a ver a Harry.

Porque Harry tampoco le mandó un mensaje y el no se lo mando porque creía que Harry ya no iba a estar dispuesto a él.

Eso le dolió, porque ya había aceptado que tenía sentimientos hacia Harry.

Tardó en conciliar el sueño.

Pero logró dormirse en la madrugada.

Y ahí estaba una prueba de la malísima falta de comunicación que tenían ambos.

                          ☕🍩

Al día siguiente, Harry amaneció feliz, estaba contento.

Porque ese era el día en que abriría sus sentimientos a Louis, era el día para hablar, para aclarar.

Ya había ensayado y creado miles de escenarios en su cabeza, unos dónde Louis lo rechazaba y otros donde lo aceptaba.

No se iba a ilusionar porque ya se había hecho la idea de que si Louis no lo aceptaba, iba a respetar su decisión.

Podrían incluso llegar a ser amigos.

La cafetería ~Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora