Tendrá que ser así.

Cap. 4

Mi prima me miraba con los ojos abiertos, mi madre examinaba a aquel chico vestido con una camisa gris sin mangas, pantalones de deporte y zapatillas negras, el cual, llevaba las manos vendadas (le preguntaría luego el por qué) y una bolsa enorme roja donde, supongo, llevará todo lo necesario para hacer deporte.

Antes de que alguien más se enterara que Alex estaba allí me dirigí al lado de mi madre, dejó de mirarlo para mirarme amí, ambos pidiéndome explicaciones.

-Ruth... ¿Lo conoces?- Susurró mi madre, a pesar de que Alex estaba a...¿5 cm?

-Mmm... Él es... Mi...-Volví a mirarlo-...Mi entrenador personal...-Cualquiera diría que lo pregunté. Los tres, madre prima y Alex me miraron sorprendidos, sobre todo familiares ya que... Bueno... ODIO EL DEPORTE, y ellos lo sabían.

-¿Tú?¿Con entrenador?¿Haciendo deporte?¿Segura?-Mi madre hizo estas preguntas tan rápido que apenas las entendí, Alex reía entre dientes mientras yo lo fulminaba con la mirada.

-Sí mamá, ya sabes, me encanta el... deporte...- Me costaba hasta decir la palabra, desde enana se me hadado fatal el deporte, y en E.F (Educación física), recuerdo que me aprobaban porque les hacía bizcochos a los profesores. Sí amigos, hacer bizcochos y aprobarás al menos con un 7+pena de parte de los profesores.

-Guau... Bueno, aún no vais a ir a hacer deporte, es la hora del café, ¿por qué no te quedas?..mmm...-Incitó para que le dijera el nombre.

-Alex-Respondió firme, parecía hasta enfadado, reí mentalmente, una bromita no hace daño a nadie.-Ah y, Ruth, después del café haremos esa ruta que te gusta tanto... La que es por la montaña y dura 2h. pues esa.

Yo lo miré con los ojos como platos, si antes lo digo... ¿Una broma?Pues me acordaría bien de ella.(Caca,culo,pedo,piss)

-¡¡Hay como me alegro!!- Si ya, cuando muera en medio de la montaña no te alegrarás tanto...-Vamos pasa, pasa...-Antes de irse ambos, Alex me susurró al oido.

-Ves preparándote, lo mío, no es ninguna broma...-Miré sobre mi hombro, no parecía una broma, no.

Cuando mi madre y él se fueron miré a Almu, ella también estaba mirándome atenta, pasamos hacia el salón y mientras Alex se presentaba y entablaba conversación, nos sentamos en el sofá un poco alejado de ellos.

-¿¿¡¡Estás loca!!??¡¡ nadie se cree que hagas deporte!!-Susurró/gritó.

-¡Eso ahora es lo de menos, de donde has sacado a este idiota.!-La imité

-Pues...Verás... - Cogió aire- Justo la tarde que te fuiste quería hacerme cargo de encontrar a alguien para el piso, estuve todo lo que quedó de día preguntando a la gente pero nadie lo quería o tenía que pensárselo, entonces se me ocurrió ir al gimnasio del primo y a la heladería de Yam's a dejar folletos, allí no va gente que de... mal rollito ya sabes- Enarqué una ceja, está claro que Alex es un príncipe azul(ironía)- Vale, ya, sí, Alex no se ve precisamente un chico bueno...

-Para nada- La interrumpí

-Suspiró- Bueno el caso, esa misma noche me llamaron y era él, me dijo que le gustaría ver el piso y que tenía prisa de conseguir uno, le dije que por la mañana se pasara, quedamos y, dios Ruth, entiéndeme, llaman, abres la puerta y un pedazo de dios te mira con esos ojos oscuros y esas pestañas y...y... ¿Que decía?

-Creo que lo entiendo. ¡¡Le alquilaste el piso porque está bueno!!-Le recriminé bajito para que no se enteraran.

-Sí, no, nose, joder Ruth impone mucho ¡¿vale?!-Reí, era tan fácil sacarla de quicio y confundirla.

-Pues ahora me lo tengo que tragar otro año...-Esta vez río ella.

-Sí, y encima harás deporte, te cambiará la vida este tío...-Y no iba por mal camino.

Miré hacia atrás y lo ví con el pelo revuelto, esos músculos marcados porque acabaría de hacer ejercicio, mi prima tenía razón, QUÉ OJOS, giró la cara y al ver que lo miraba la comisura derecha de su labio subió, yo me dediqué a morder el mío, él siguió con la conversación.

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