Tendrá que ser así.

Cap. 8

Estaba poniendo las tortitas en los platos de Frozen, amaba esa vajilla.

Alex llevaba como una hora quejándose de que no salía la arena e insultándome, que pena. (IRONÍA).

- ¡¡Nene!!¡¡Sal ya si no quieres que me coma tus tortitas!!-Justo me iba a meter una trozo de tortita, cuando una mano me la quito.

-No, no, no, tú comes fruta, las tortitas me las comeré yo.- Se sentó en frente de mí, solo con una toalla.

-Estarás de broma...-Solo me faltaba perderme mis exquisitas tortitas.NO.

-¿Me ves cara de broma?-Habló con la boca llena de ahora, sus tortitas. Dios quería llorar.

Miré por la cocina para ver donde estaba la fruta, me levanté y cabizbaja fui al frigorífico y lo abrí. ¿Cuándo coño había comprado todas estas cosas? Había piña, frutas del bosque, más fresas, melocotones... Muchísima fruta que me gustaba...

Me giré y lo vi con una sonrisa de medio lado

-Espero que te gusten todas, tienes que hacerte a comer fruta Ruth-Me guiñó un ojo.

-Si, ya, lo que tú digas...-Suspiré/bufé y cogí algunas fresas, piña y plátano, lo metí en un cuenco y añadí leche, ahora de almendras.

Fui comiéndolo, estaba muy rico, me día cuenta de lo aburrido que estaba el piso, necesitaba algo...

-¿En qué piensas?- Alex colocó el plato en el fregadero.

-El piso.-Respondí seria mirando cada rincón.

-¿Qué le pasa?-Se apoyó en la encimera.

-Necesita algo.-Me toqué la barbilla con el dedo índice y corazón.

-Sí, un poco de buen gusto.-Imbécil, rodé los ojos.

-Entonces vete de aquí.-Me burlé.

Rió.-Sabes que no quieres que me vaya.-Se cruzó de brazos marcando todos los putos músculos...

-No digas tonterías, necesitamos...¡¡¡¡UN GATO!!!!- Abrió muchísimo los ojos, y yo reí

-¿Gato?.

-Gato.

Él me miró enarcando una ceja.

-Lo cuidas tú evidentemente, yo no quiero un puto gato rondando por aquí y cagándose por todos lados .

-Agh, dices tantas tonterías a diario.-Rodó los ojos, iba a irme a mi habitación para cambiarme, quería un gatito ¡YA!- Ah, por cierto, existe un trozo de tela llamado camiseta, úsala.- Y me fuí.

-¡Te encanta verme así renacuaja!- Reí.

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-Joder, que puto asco...-Alex no paraba de quejarse y yo de reírme.

-Es una mierda, no te debería de dar asco, os parecéis -Puse mi ''mejor'' cara de niña buena.

-Coge al gato y vámonos, tengo cosas que hacer.- Estaba un poquitín intrigada... ¿Qué tendría que hacer?

-¿Por...?¿Qué es eso que tienes que hacer?...-Intenté hacerme la desinteresada.

-Cosas que no te incumben cotilla.-Susurró en mi oído ya que estaba de espaldas a él, pasó por mi lado y fue a la sección de perros, suspiré. Me enteraría en donde está metido...

Seguí por el pasillo y vi un gato que era igual que un leopardo, era precioso, estaba durmiendo y solo se veía su espalda. Se despertó y se dió la vuelta, empezó a jugar con un hilo de mi camiseta e instantáneamente me enamoré.

-Hola pequeño...-Susurré

-Ruth ¿has elegido o qué?.-Apareció míster simpatía

-Quiero este.-Señalé a mi futuro gato.

-¿Ese?.- Puso cara de asco, bueno la llevaba desde que salimos del piso.

-¿Le pasa algo?.-Enarqué la ceja.

-Si a ti te gusta...

-Pues eso, me encanta.-Dije remarcando bien el ''me encanta''.

Nos dieron un transportín para el gatito, compramos accesorios como el cacharro del agua y pienso, además de comprar lo necesario de comida para él.

Estaba muy ilusionada, desde que era pequeña no tenía un gato y amaba los animales.

Ya en el coche comencé a acariciar el gato y a mirarle las patitas, los ojos... No me equivocaba, es precioso.

-¿Te gustan mucho los animales?.-La voz de Alex me sacó de mi trance de amor hacia el gato.

-Mucho, ¿a ti no?.- Pregunté.

-No me apasionan.-Sonreí jugando con el gatito.-Pero viendo la cara de niña ilusionada que tienes, me agradan más.-Reímos.

-¿Nunca has tenido animales?.-Seguí preguntando, parecía que quería hablar y quería aprovechar la ocasión.

-Sí, tuve dos perros, Casper y Garfield.-Iba a preguntar pero me resolvió rápido las dudas.-Y sí,sé que Garfield es un gato come lasaña, en esa época estaba muy obsesionado con él.-Reí.

Condució en su coche negro de vuelta.

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Nada más llegar Alex se pasó a su cuarto y yo fuí a la cocina, lo que el listillo no sabía esque tengo mis zonas secretas... Dejé a Rena en el suelo, había decidido ponerle ese nombre ya que Alex no para de decirme renacuaja y me hacía ilusión, para qué mentir. Mientras se entretenía en jugar con la rana de lana que le habíamos comprado, yo fui a mi rinconcito donde guardaba chocolate con Oreo. Eso era una puta delicia de los dioses, al ir hacia el cajón,ví una nota en el frigorífico donde me recordaba amí misma que he de llamar a Apollina, mi prima de los cojones.

Saqué el paquete y me aseguré de que Alex siguiese haciendo sus cosas.

Abrí el paquete haciendo el menor ruido posible. Miré atrás. Saqué una onza la metí el mi boca y disfruté el chocolate derretirse junto a los trozos de Oreo ablandarse. Gemí bajito, y en cuanto oí la puerta abrirse cerré rápido mi rincón,

me apoyé en la encimera y puse el trozo de chocolate que había comido en un lado de la boca.

-Ruth.-Venía hacia la cocina con chandal, supongo que irá a entrenar.- me voy ya, si necesitas algo me llamas...-Me miró, yo retiré la mirada, miento fatal y seguro que me pilla, él se acercó, estaba muy cerca, nuestras respiraciones se juntaban, yo estaba cruzada de brazos, él puso cada brazo a cada lado de mi cuerpo, me puse MUY nerviosa. Acercó su dedo pulgar a mi comisura y la limpió, había olvidado esa parte.-Chocolate...-Me miró y se separó cruzándose de brazos en frente de mí.-Abre la boca.-Ordenó

Yo negué con la cabeza.

-Abre.-Siguió

Negué

-Con que esas tenemos...-Volvió a acercarse y...