Capítulo 40

184 14 3
                                    

Cuatro semanas después...

Lucho para Kyle cuatro veces por semana y entreno los tres restantes desde que tiene a Ruth encerrada. Todo lo que gano con mi sudor y mi sangre se lo queda él. Faltan cinco días para la gran final que se celebrará en Nueva York. Si consigo ganar... Ella será totalmente libre... 

Kyle ha seguido varias putas veces a Ruth y ella jamás dijo nada. Cuando me enteré casi voy a matarlo a su despacho, pero si hubiera hecho eso, él la hubiera matado a ella antes.

No puedo creer que todo lo que le hacen le pase por mi culpa, continuamente siento una enorme presión en el pecho que me impide respirar. He perdido casi seis kilos, no imagino los que ha podido perder mi renacuaja... No pensar en ella se me hace tan difícil... Suspiro.

He podido verla una vez a la semana durante estas cuatro, por las noches, cuando dormía.

Algunas veces no podía entrar hasta quizás las cuatro de la mañana porque Ruth se dio cuenta de que alguien la observaba y se quedaba esperándolo para clavarle un palo en el ojo. Literalmente le oí decírselo al vigilante. Me reí por un instante como hacía tiempo no lo hacía.

-¿Estás listo chico?- Kyle asoma su cabeza por la puerta de mi habitación y yo asiento terminando de poner mis guantes. 

Última pelea antes de la gran final... 

Mantente fuerte renacuaja, por favor.


Ruth

Despierto cuando los primeros rayos de Sol me apuntan directamente a la cara, como cada día desde que llevo aquí. Oigo voces de hombres por los pasillos, van hablando alto casi gritando. Me acerco un poco más a la puerta y escucho como diez veces ''la gran pelea en Nueva York''. 

No le doy importancia pues vivo en los pisos de un tío que maneja a otros para que peleen y que él gane dinero.

Me recuesto en la pared y miro los rasguños y la suciedad que cubren mi piel, los agujeros de mi ropa y menos mal que no tengo un espejo, debe parecer que acabo de pelearme con un gato... Rena. Es el primer nombre que cruza mi mente en esta mañana. 

Miro la ventana, demasiado pequeña para que solo mi cabeza pudiera pasar por ella y escapar. Suspiro.

Cierro mis ojos y oigo más voces y pasos cruzar de un lado para otro, muchos riendo y gritando que no sé quién se ha clasificado e irá a Nueva York, no puedo evitar pensar ''qué suerte la suya''. 

Todos están muy emocionados y muchos gritan que irán a hacer sus maletas para el gran día y la gran pelea. Yo ruedo los ojos, hasta que me doy cuenta de que cuanta menos gente en el edificio... Más posibilidades de escapar... Frunzo el ceño ante este pensamiento y me doy cuenta de que ni si quiera hay alguien vigilándome, todos están preparándose para ir a Nueva York. Mi mente no para de pensar en la posibilidad de escapar esa noche, Kyle evidentemente irá, él no se perdería por nada del mundo una pelea semejante a la que los chicos describen por los pasillos.

Intento enterarme de más datos sobre ella, intento pensar que aún hay esperanza. 

Si algún día yo salgo de aquí, sé que no será por Alex, él se ha olvidado completamente de mi, ha hecho como si este tema no fuera con él. Y lo admiro, pues parecía que de verdad le importaba. 

Pero las personas cambian, y por supuesto yo también.


-Eh, desayuna.-Drake, mi vigilante desde hace varias semanas me tira la bandeja con un tazón de leche y dos galletas. 

-Oye Drake.- Llevar tantos días compartiendo... Puerta, tiene sus ventajas, se coge cierta confianza, por llamarlo de alguna manera. No es un mal tío, si no hubiera estado él cuando me dejaron inconsciente probablemente ya estaría muerta, pues fue quien freno todas las patadas en mi cabeza y abdomen.- ¿De qué habla todo el mundo por los pasillos?

-Eso a ti no te importa.-¿Lo veis? Lo que os decía, un amor de chico.

Ruedo los ojos.-Pero debe ser algo muy importante, todos están muy entusiasmados.

Drake chasquea la lengua y me mira, es la típica mirada de por favor no me hagas decírtelo porque te matarán a ti y después a mi. Pero ya me da igual.

-Simplemente un tío se ha clasificado para una pelea importante, en Nueva York, sin más.-Bueno, nada nuevo.

Asiento lentamente y Drake me mira frunciendo el ceño.-¿Por qué preguntas?- Yo suspiro y no me corto al contestarle.

-Porque pensé que podría escapar esa noche.-Lo miro y él hace un amago (pequeño) de reír.

Va a darse la vuelta para dirigirse a la puerta y cuando llega se vuelve, me mira y suspira.

-Ruth, si dices algo seré yo mismo el que te mate pero...- Mira al pasillo para ver que no hay absolutamente nadie por él, puesto que todos están preparándose para Nueva York, espero.-No estaré esa noche aquí, a partir de las dos de la madrugada.- Susurra, me mira por última vez y sale. 

Siento mi corazón bombear tan rápido que hasta tiemblo. De la emoción. De pensar que quizás esté a tiempo de salvarme

Tendrá que ser así.Where stories live. Discover now