One Shots | Salvatore y Mikaelson

Sra. Mikaelson - Klaus Mikaelson

- Soy mucho mejor que tú - dice Caroline sonriendo - Será fácil que Klaus te deje

- Pareces muy segura - respondo divertida - Aunque entiendo que le hayas agradado, pareces tener carácter

- Disfruta tu tiempo con él, te queda poco. 

-  ¿Enserio crees eso querida? - respondo divertida - Princesas, reinas, modelos, mujeres poderosas, carismáticas y no lo negare muy guapas, pero cariño, ninguna se compara conmigo.

- Eres solo una simple humana 

- Cuidaría mi lengua si fuera tú, no estás hablando con cualquier persona - ella rueda los ojos y me mira de pies a cabeza

- Parece que sí, no tienes nada especial, solo un collarcito mágico para Nik te traiga como su mascota a todo lado.

Caroline, con su mirada desafiante, parecía estar disfrutando de nuestra conversación, pero yo no iba a dejar que sus palabras me afectaran. En mi mente, sabía que tenía algo especial que Klaus valoraba mucho, algo que Caroline no entendía.

- Querida Caroline, las apariencias pueden ser engañosas. No subestimes el poder de una "simple humana" - le dije con una sonrisa enigmática mientras tocaba el collar alrededor de mi cuello.

Caroline frunció el ceño, aparentemente confundida por mi respuesta. Niklaus, mi esposo, había revelado hace poco el secreto detrás de ese collar. Era un símbolo de nuestro amor, una promesa de que siempre estaríamos juntos, no importaba la adversidad que enfrentáramos. Se había hechizado mi collar con el fin de no dejar de ser humana pero seguir viviendo sin envejecer, como Freya.

Justo en ese momento, Niklaus apareció a nuestro lado. Sus ojos oscuros, que a menudo parecían tan fríos como el hielo, estaban fijos en Caroline.

- Caroline, es mejor que aprendas a mostrar respeto - advirtió Klaus con una voz profunda y peligrosa. - Mi esposa no es "mi mascota", como tú dices. Ella es mi igual, mi compañera, y merece todo el respeto que yo le doy.

Caroline quedó boquiabierta por la defensa de Niklaus. No esperaba que él interviniera de esta manera.

- Klaus, ¿qué estás diciendo? - balbuceó Caroline, claramente sorprendida por la fiera reacción de su antiguo amor.

Niklaus me rodeó con su brazo protectoramente y me miró con amor en sus ojos.

- Lo que estoy diciendo, Caroline, es que no permitiré que nadie menosprecie a mi esposa. Tn es la única mujer para mí, y no hay comparación posible. Así que, por favor, retira tus comentarios despectivos antes de que me vea obligado a tomar medidas más drásticas.

Caroline bajó la cabeza, derrotada por las palabras y la autoridad de Niklaus. Con un suspiro resignado, se alejó, y finalmente, nos dejó en paz.

Niklaus me miró con ternura y me dio un tierno beso en la frente. Sabía que había defendido nuestro amor, y eso me hizo sentir aún más segura en su amor por mí.

- Gracias, mi amor - le susurré mientras acariciaba su mejilla.

Él sonrió y me abrazó con fuerza, sellando nuestro compromiso una vez más. Caroline pudo haber intentado socavar nuestra relación, pero nada podría romper el lazo que compartíamos. Esa noche, en brazos de Niklaus, supe que éramos invencibles, y que nuestro amor era más fuerte que cualquier adversidad que pudiera cruzarse en nuestro camino.