PROHIBIDO: MAURO

324 24 0
                                    


Domingo, 8 de agosto del 2021.


Me muevo en la cama sin que mi cuerpo sea responsable de ello. Axel me ha cogido por la cintura y me ha pegado a él. Está dormido, como yo hasta este momento.

¿Qué hora es? Es de noche. ¡Las dos de la madrugada!

—¡Mierda! —grito, haciéndole dar un bote.

—¿Qué pasa?

—No he llamado a Mauro.

—¡Joder! Me has asustado. Llámalo.

—¡Son las dos!

—¿Las dos? Si hace un momento eran las cinco de la tarde.

—Nos hemos dormido.

—Normal, me tienes agotado.

—¿Yo te tengo agotado?

—Me estás explotando sexualmente.

—¡Tendrás cara!

—Ven, anda, ya lo llamarás por la mañana, aunque no entiendo que debas dar tantas explicaciones —Da unas palmaditas en la cama para que me tumbe a su lado.

—He de enviarle un mensaje, tal vez hayan ido a cenar y lo vea... Sino lo verá al despertar, pero como haya hablado con Adam y Abril...

—¿Tú crees que se o habrán dicho?

—¿Esos dos? No saben guardar secretos, seguro que se lo han contado.

Escribo en mi móvil.

Mauro, quería llamarte esta tarde, pero me he liado...

¿Me he liado? ¿Y qué es lo siguiente que le escribo... follando? Mejor borro eso y escribo de nuevo.

¿Estás despierto?

Espero respuesta. En un minuto veo los tics azules.

—Está despierto —digo.

—¡Yupi! —dice Axel, con los ojos cerrados.

—¡Capullo!

—Malhablada.

—Y lo dice el señorito que tiene el follar todo el día en la boca...

—Tu coño es el que quiero tener todo el día en la boca.

—¡Marrano!

Suena mi teléfono.

—¡Mauro!

—Hola, Blanca, ¿pasa algo?

—No, es solo que...

—Abril y Adam ya me han contado que no vendrás en toda la semana.

—Quería llamarte esta tarde, justo después de hablar con Abril.

—Pero te has ocupado con otra cosa, ¿no?

—Em...

—Blanca, no tienes que darme explicaciones —Axel hace aspavientos con las manos, en un intento de decir un "te lo he dicho"—, ya sabes lo que opino y espero estar equivocado. Soy el primero que intenta que dejes al margen tu lista, aunque entiendo que es una coraza que te pusiste al pasarlo tan mal con Abraham, pero esto no es mejor que lo que viviste con él.

—No tiene nada que ver —lo contradigo.

—Eso espero, porque no pienso consentir que estés otra vez con alguien que te anule, que te prohíba, que te exija... Me mantuve al margen entonces, pero, como tu amigo, no voy a quedarme quieto viendo como mandas tu

vida a la mierda otra vez.

La cara de Axel es un poema.

—No va a pasar —le digo a mi amigo.

—Como ya te he dicho, eso espero.

—¿Ha... habéis salido? —pregunto, intentando cambiar de tema.

—No.

—¿Y qué haces despierto?

—Estaba leyendo y pensando, lo cuál no es demasiado compatible, porque llevo releída la misma página no sé cuántas veces.

—Estaré bien.

—Yo estaré siempre aquí si me necesitas.

—Lo sé, pero no te preocupes, ¿vale?

—Eso es inevitable.

—Te quiero, gruñón.

Axel no deja de mirarme.

—Yo también te quiero, Blanca, más de lo que puedas pensar.

Dejo el teléfono en la mesita y me quedo pensativa. Mauro se preocupa mucho por mí, aunque esta vez no tiene motivos, ¿no?

—Blanca —Axel interrumpe mis pensamientos—, no sé el rollo que llevas con ese hombre, pero no dejes que te manipule.

—Mauro no hace tal cosa, es un buen amigo que se preocupa por mí.

—Y que te quiere más de lo que crees.

—¿Qué quieres decir con eso? Es uno de mis mejores amigos.

—No creo que él piense que es solo eso.

—Adam, Mauro... Tú no tienes amigas, ¿verdad?

—Tengo amigos.

—Ya, pues que sepas que puedes tener amigos del sexo contrario sin intenciones ocultas.

—Es obvio que ese tío está loco por ti.

—Es obvio que Mauro se preocupa por mí, siempre lo ha hecho, hace años que somos amigos y no ha habido nada más, ni intención de que lo haya. Y no voy a discutir contigo sobre algo que tengo tan claro.

No hablamos más del tema. Me tumbo, dándole la espalda, se acerca a mí y me abraza por detrás hasta que nos quedamos dormidos de nuevo.

Mi lista: PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora