Lunes, 16 de agosto del 2021
Tenemos que comprar una cama más grande. Acabo de despertarme y estoy en el filo, con Axel sobre mí. Consigo levantar la cabeza y mirar a su lado... No, no necesitamos una cama más grande, caben dos personas más ahí.
El sol entra por la ventana y nos acaricia la piel a ambos.
¿Qué hora es?
Consigo sacar un brazo y alcanzar mi teléfono, en la mesita.
¡Las diez!
—¡Axel! —grito, dándole un golpe en el brazo— ¡Nos hemos dormido! ¡Mierda!
Mueve un poco la cabeza, sin abrir del todo los ojos, me mira, sonríe y no dice nada más que:
—Buenos días, mi amor. Qué bonita eres de buena mañana.
—De buena mañana nada, ¡son las diez! —Lo empujo.
—Relájate, anoche nos dormimos tarde, necesitábamos descansar.
—¡Hace dos horas que tendría que estar en el trabajo! —intento zafarme de él, pero su cuerpo parece pesar trescientos quilos.
—Hoy no tienes que ir a trabajar...
—¡Es lunes! Claro que tengo que ir a trabajar.
—Antonio te ha dado el día libre.
—¿Qué estás diciendo?
—Lo he llamado a las siete y media y ha estado de acuerdo en que te merecías un día más de descanso.
—¿Qué lo has llamado...?
—Sí y deja de gritar.
—Pero no es tu oficina, no puedes decidir si voy o no a trabajar.
—Blanca, mi amor, preciosa, he invertido una millonada en esa empresa, puedo tomarme la libertad de proponerle a tu jefe que te dé fiesta hoy...
—¿Te crees el dueño y señor del universo? —No estoy enfadada, pero ha de entender que no puede creerse con poder sobre todo.
—Si me creyera el dueño y señor del universo te habría follado esta mañana a las siete y media, cuando me he levantado para llamarlo y te he visto sobre la cama, desnuda, tan apetecible, tan indefensa, tan dispuesta para hacerte mía...
—Pues podrías haberlo hecho, así me habría ido a trabajar con una sonrisa —Intento levantarme de nuevo.
—No vas a ir a trabajar —dice, tajante.
—¡Mandón!
—Mucho, ahora relájate y... podrías agradecerme el madrugón que te he evitado, ¿no?
—¿Eso es una pregunta, una petición o una orden? Porque no veo tono de demanda en el amo y señor del universo...
—¿Quieres que te lo ordene?
—¿Quieres que lo haga?
—Hazlo —Se coloca boca arriba.
Mis ojos vuelan a su erección y de nuevo a enfrentarse a los suyos.
—Creo que mejor voy a prepararme un café —Hago ademán de levantarme, pero me sujeta por el brazo.
—Te encanta retarme, ¿verdad? Te lo pasas en grande provocándome.
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Mi lista: PROHIBIDO
RomanceUna novela que pretende provocarte múltiples sensaciones. Blanca es una mujer de 33 años que convive con sus tres mejores amigos. Después de poner fin a una relación de lo más tormentosa tomó las riendas de su vida con una idea muy clara en su cabez...