Filemafobia

10.

Estuve con Chifuyu hasta la hora de la cena, alguna vez habíamos hablado en el trabajo sobre ver algunas películas que nos gustaban a ambos, así que aprovechamos para hacerlo. Pasamos la tarde tumbados en el sofá acariciándonos el uno al otro, besándonos y aprovechando el tiempo juntos. Era la primera vez que hacíamos algo así pero se sentía como si hubiésemos estado toda la vida haciéndolo. Me costó mucho despedirme de él para volver a casa y supe por su lenguaje corporal que el se sentía igual.

- Avísame cuando llegues a casa. – murmuró desde la puerta mientras me veía bajar las escaleras.

- Lo haré. Descansa y gracias por hoy, por todo. Nos vemos mañana en el trabajo.

- Nos vemos, Tora.

La sonrisa era palpable en su rostro y no le escuché cerrar la puerta hasta que no estuve bastante lejos de él. Conduje con cuidado hasta casa pero antes de meter la llave en la cerradura y abrir la puerta conté hasta diez, varias veces, necesitaba prepararme mentalmente para la lluvia de preguntas de Baji. Pero cuando la abrí y le saludé el no empezó un interrogatorio, se quedó sentado en el sofá, justo como estaba antes de que yo llegara mirando la televisión. Alzó la mirada brevemente cuando pasé junto a él y sonrió.

- Te veo más guapo, ¿te has cortado el pelo? – Agarré un cojín de los que había junto a el y se lo arrojé a la cara. - No seas así, Tora.

- Te odio. ¿Has hecho algo de cenar? – el asintió. - ¿Yakisoba?

- Pero del bueno.

- Sigue siendo solo calentar agua, el día que yo no esté te morirás de hambre.

- ¿No vamos a estar juntos para siempre? Me rompes el corazón.

- Deja de hacer el tonto y pon la mesa, va, vamos a cenar.

Me quité la camisa y la dejé sobre el sofá antes de dejarme caer junto a él.  Saqué el móvil del bolsillo para enviar un mensaje a Chifuyu diciéndole que había llegado bien y vi como Baji miraba de reojo la pantalla, antes de soltar una risa.

- ¿De que te ríes?

- ¿No puedes estar ni cinco minutos sin él?

- No seas idiota, me ha dicho que le avise cuando llegase a casa, nada más.

- Ya. ¿Las cosas van bien?

Dudé unos segundos antes de decir nada porque al final Chifuyu no me había dicho si le molestaba o no que Baji lo supiera. Así que solo suspiré, no pensaba admitir nada sin hablarlo primero con Chifuyu, pero tampoco podía negarlo porque él era mi mejor amigo y nos lo contábamos todo.

- Van.

- Ya, solo van, ¿verdad? Por eso llevas todo el día con él.

- Quizá no he estado con él.

- ¿Por eso le estás diciendo que has llegado bien?

- Que haya estado con él todo el día no quiere decir que haya pasado nada. Hemos estado viendo pelis.

- ¿Viendo o haciendo?

- ¡Kei! Solo viendo, nada más, me ha teñido, hemos comido algo y luego hemos visto películas hasta que se nos ha hecho tarde.

- ¿Ni un besito?

- No te importa.

- Vale, si no me importa devuélveme lo que te he dado esta mañana.