Cuando abrí los ojos Baji aún estaba plácidamente dormido a mi lado, no eran ni la seis de la mañana, pero por algún motivo no conseguía dormir más. Supongo que mi cabeza estaba dando más vueltas de la cuenta a lo que había pasado la noche anterior. Sin encender ninguna luz decidí vestirme, era bueno moviéndome a oscuras, agarré la primera camisa que encontré en el armario, ropa interior, los pantalones de ayer y me dirigí al baño. Mentiría si dijese que fue una ducha relajante, porque no lo fue, normalmente me gusta ducharme con agua hirviendo y pasarme más tiempo de la cuenta bajo ella, reflexionar y, para que mentir, también cantar,pero por no despertar a los amigos de Baji no había encendido ni el calentador así que fue una ducha rápida y con agua helada, aunque me vino bien para aclararme las ideas. Miré la hora, aún faltaban dos horas y media para empezar a trabajar, pero ,por algún motivo, lo primero que pensé fue en Chifuyu. ¿Estaría despierto? Sabía que tenía un sueño bastante especial y que casi siempre se dormía tarde y se levantaba temprano, así que no lo pensé demasiado cuando le envié un mensaje para descubrirlo. Volví al cuarto para buscar mi cartera topándome con Baji ya despierto, estaba sentado en la cama iluminándose la cara con la pantalla del móvil cuando entré.
- ¿Tora? – murmuró al verme. - ¿Qué haces despierto?
- Me voy a desayunar fuera, – sonreí. – así no os molesto. ¿A qué hora tienes el examen?
- A las diez, pero ¿no es como muy temprano? Normalmente te levantas media hora antes de entrar a trabajar.
- No podía dormir con tus ronquidos.
- Míralo, que gracioso. - Baji gruñó y me tiró un cojín. - ¿Anoche fue bien? Gracias por hacerme el favor.
- Si, fue bien, Chifuyu es un buen chico, ya lo sabes. – noté el teléfono vibrar en el bolsillo y lo saqué disimuladamente. Sonreí porque había decidido responder en el momento perfecto. – Por cierto, Kei, no vas a ir en moto a clase hoy, ¿verdad?
- No lo tenía pensado. ¿Por qué?
- ¿Puedo tomarte prestado el casco? – el resopló y asintió. Sabía que su siguiente frase sería que me comprase yo otro, porque siempre se lo pedía prestado cuando llevaba a alguien de paquete, así que me adelanté. – Gracias, así ya no me debes nada por lo de ayer.
Me dirigí de nuevo hacía la puerta escuchándole resoplar, pero antes de que la cerrase tras de mi para volver a dejarle unos minutos de tranquilidad asomé la cabeza porque me había olvidado de decirle algo importante.
- Mucha suerte en el examen.
- Gracias. Por cierto Tora, - alcé la cabeza para que supiese que estaba escuchándole y pude intuir en la penumbra esa sonrisa traviesa que hacía Baji cuando no tramaba nada bueno - no creas que te vas a librar de explicarme con detalle porque besaste anoche a Chifuyu, que os vaya bien el desayuno.
Quise replicar, pero ¿con que? Simplemente asentí antes de cerrar la puerta y expulsar el aire que había contenido. Yo mismo se lo había contado, vale que estaba seguro de que estaba durmiendo, pero existía la posibilidad de que no y aun así lo hice. Me dirigí hacia la puerta de casa dándole vueltas a si había hecho lo correcto o no, porque quizá Chifuyu prefería que fuese un secreto, quiero decir, había sido una tontería, una táctica para incomodar a su ex, nada importante. Por otro lado, precisamente porque no era nada importante no le debería molestar que se lo hubiese contado a Baji, ¿no? Es mi mejor amigo, no era como si fuese un desconocido o, no sé, Mikey, quien no sabía guardar un secreto. Era Baji de quien estábamos hablando quien, si bien si era un poco metiche, también era una tumba, no se lo contaría a nadie. Pero también era el mejor amigo y el amor platónico de Chifuyu, además con tal de chincharme seguro que soltaría alguna indirecta delante de él, como insinuar que tengo favoritismos "porque el besa mejor" o alguna tontería así. Si, prácticamente ya le estaba oyendo. Quedé tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta que no había respondido a Chifuyu hasta que estuve en frente de mi moto. Solo le había preguntado si estaba despierto y él me había respondido que sí, no podía presentarme delante de su casa para recogerle sin decirle absolutamente nada. Marqué su número con miedo. ¿Pero miedo de que? Era Chifuyu, el chico de la sonrisa amable y los ojos bonitos, Chifuyu el amigo de Baji, Chifuyu el de la toman, Chifuyu mi jefe, no cualquier ligue de una noche que hubiese conocido en un bar. Pero aun así, estaba nervioso y sentía el corazón acelerado, cerré los ojos con fuerza esperando con el corazón en un puño cada pitido que tardaba en contestar y, cuando su voz por fin sonó al otro lado, fue como sacar la cabeza de debajo del agua para poder volver a respirar.

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Filemafobia
FanfictionTodos recordamos con mayor o menor cariño nuestro primer beso, pero Kazutora lo odia, lo odia porque desde entonces desarrollo un rechazo hacia ellos. Nunca le había dado demasiada importancia hasta que está fobia le hace perder el único trabajo que...