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Escuché a Chifuyu cerrando la persiana mientras yo acababa de recoger un poco la trastienda. Habíamos decidido cerrar un poco antes para poder ir a cenar con calma.

- ¿Cómo vas? – me preguntó desde la puerta.

- Dame cinco minutos, acabo de barrer y ya estoy.

- Voy a cambiarme entonces, avísame si acabas antes.

Parpadee varias veces para intentar asimilar sus palabras porque, íbamos a cenar y a tomar algo después del trabajo solo para ayudar a Baji, ni si quiera había pensado en cambiarme de ropa. Quiero decir, el traje de trabajar es una camisa negra y unos pantalones, vale que tiene el logo de la tienda en el bolsillo pero esta bastante bien para salir a tomar algo, ¿no? Total luego iba a llegar a casa y me iba a bañar antes de dormir, para que quería cambiarme de ropa.

- ¿Tora? – preguntó supongo que al verme un poco paralizado.

- Si, ve, es solo que yo no había pensado cambiarme. Pensaba que era algo más casual

- Y lo es, ¿no? – asentí y le vi dudar unos segundos. – Es que no me gusta ir con el uniforme, ya me relacionan bastante con la tienda, cuando salgo de aquí me gusta desconectar un poco. ¿Prefieres que no me cambie?

- No, no, solo me ha chocado y... - le vi hacer esa cara que solía hacer cuando pensaba mucho en algo, la de apretar los labios y fruncir un poco el ceño,  y sentí que no me estaba prestando demasiada atención. - ¿Qué pasa?

- ¿Qué talla usas?

- ¿Para qué?

- Tengo una camiseta siempre de sobras en mi armario, para emergencias. – no quise preguntarle que clase de emergencias requerían una camiseta. – No creo que sea mucho tu estilo, pero así no tienes que ir con la ropa del trabajo.

- Si a ti no te importa, - negó con la cabeza. – me la puedo probar. Creo que tu eres más delgado que yo, pero quizá si me venga.

- Ahora vuelvo, tú acaba esto.

Asentí mientras acababa de barrer lo que me quedaba y en cuestión de minutos, Chifuyu apareció vestido con una camiseta negra, mucho más informal, y esos pantalones a cuadros azules que tanto le gustaban. Creo que le había visto casi tantas veces con esos pantalones como con el uniforme del trabajo. Me tendió una tela azul celeste que al desdoblarla comprobé que era prácticamente entera de ese color salvo por dos huellas de gato que subían en la parte inferior derecha. Suspiré porque tenía razón, no era para nada mi estilo, yo era más de colores oscuros y con estampados llamativos, pero aún así olía mejor que la camiseta del trabajo. Me desabroche los botones de la camisa y me la quite con cuidado. Supongo que no debería haberme fijado, o quizá no debería haberle dado importancia pero no pude evitar percibir como los ojos de Chifuyu se clavaban en mi torso desnudo, Chifuyu nunca había visto mis tatuajes y supuse que  no esperaba que los tuviera.

- Puedes cambiarte allí, si lo prefieres. – dijo señalando la pequeña sala donde teníamos nuestras cosas y que usábamos como comedor.

- No te preocupes, nunca me ha importado mucho vestirme o desvestirme delante de la gente, además ya hay confianza, ¿verdad?. – me metí la camiseta y la deje caer sobre mi cuerpo, me iba bien, más pegada de lo que solía vestir pero era mi talla.

- Te queda bien, creo que nunca te había visto sin estampados raros.

- No me quedan bien los colores claros. – el apretó los labios y me miro de arriba abajo.

FilemafobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora