Capítulo 11

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Athanasia bostezó agotada frente a la pila de papeles que rodeaban el escritorio.

Todo el trabajo parecía acumularse con el pasar de los días.

La estrategia que implementó con la administración no estaba funcionando. Alguien estaba interfiriendo y no sabía quién podría ser.

Realmente ya no se sentía capaz de manterse a ella misma, estaba perdiendo apoyo y ganando más inseguridad por parte de los súbditos.

El agotamiento se debía por su falta de sueño. Ni siquiera se imagino que al cerrar los ojos podría presenciar recuerdo de alguien.

Alguien cercano a su madre y que en definitiva la conocía, pero no recordaba de dónde.

— Ojalá Lucas estuviera aquí. — termino de firmar una pila de papeles. Bostezó y parpadeó algo aturdida. — Las pociones para dormir servirían... Muy. Bien.

La rubia parpadeó unas cuantas veces. El sueño la comenzaba a embargar.

"¡No! ¡No! ¡No te-!"

Athanasia había sucumbido al cansancio, después de tres días seguido sin dormir.

Por fin podía estar tranquila.

...Ana

Sin ninguna molesta pila de papeles por firmar o desagradables nobles que la miraban como si no fuera nada.

..Ana

¿Qué era eso? ¿Acaso la llamaba a ella?

¡Diana!

¿Qué?

¡Diana!

Abrió los ojos rápidamente.

Una luz cego su mirada obligándola a cerrar sus ojos nuevamente.

— ¡Ay, mis ojos!

— ¡Diana! — la voz a su derecha la exaltó tanto como el repentino toque en sus mejillas. — Cuánto lo siento, no debí despertarte así, ¿Estas bien?

Un momento.

Athanasia aparto bruscamente las suaves manos del desconocido. Talló sus ojos con fiereza y parpadeó para enfocar a la figura borrosa.

Conocía esa voz, la reconocería donde sea que vaya.

¡Tenía el corazón en la garganta de tantos nervios!

— Si te encuentras mal, puedo ir por el médico imperial.

Oh, su vista regresó y vaya sorpresa que se dió.

Su madre está justa frente a ella.

Su corazón se estremeció de emoción al ver los brillantes ojos rosados que le devolvieron la mirada, parecía tan preocupada.

Estaba tan cambiado, su cabello era más largo y vestía de una forma más exquisita que antes.

— ¿Diana?

— ¿Quién?

El peli azul río levemente por su pregunta. Un rubor tan propio de el se instaló en sus mejillas.

¿Quién es mi mamá? / PEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora