Changbin cerró los ojos, inhaló y exalo con pesadez.
— Ryujin, lo siento tanto.
— No lo sientas, estoy bien. Estoy con quién deseo. Vámonos a dónde no nos encuentren por hoy, mañana podrás volver a tu casa.
Changbin apretó la mano de Ryujin y la siguió sin titubear.
Mirar arriba le resultaba maravilloso, ver cómo las sombras de los árboles enmarcaban el suelo y los aromas a frutas no eran exactamente hormonas, solo frutas oliendo a frutas. Aves cantando muy diferente al bosque de Lobulalia o de Dendraia, incluso la tierra húmeda tenía una textura, olor y color diferente; más arenoso, claro y salado pero que no llegaba a ser como la playa.
Changbin silbó sin esperar que las aves le contestaran y revolotean en las copas de los árboles ni que los últimos danzarán para saludarlo.
Se asustó y Ryujin lo miró como a un pequeño, era evidente como se había enamorado Lee Minho de él.
— Llegamos, está es mi pequeña fortaleza. Mía y de Yeji, porsupuesto.
— Es… un árbol hueco en medio de la nada.
Ryujin se tiró tremenda carcajada haciendo que las aves y árboles se estremecieran, ganándose una mirada de extraña desaprobación por parte del hombre Omega.— Uh, lo siento. No… no es solo un árbol hueco.
Caminó hasta meterse en el agujero del árbol muerto y desapareció. Debajo del tronco había una trampilla que conduce a una casita subterránea de la que solo Yeji y Ryujin conocían.
Al ir creciendo y al no caber, Yeji la adapto para que se pudiera vivir libremente, una famila con dos o tras cachorros cómodamente ya que pensaba que la vivienda no sería suficiente dentro de algunos años y que algún dragón escavyosa podía despertar y atacarlos.
— ¿Estás bien Yeji?
— Lo estoy, ven entra.
—¿Qué es este lugar tan asombroso? ¿Viven aquí?
— No, digamos que es un refugio. Yeji quiere hacer esto más grande sin que la gente sepa por si alguna vez necesitamos meter a los niños aquí.
— Es una maravillosa idea, yo te ayudaré, puedo calcular el área para ver qué tanto podemos ampliar sin comprometer la estructura y…
Yeji salió de un pequeño pasillo, en cuanto vio a Changbin y a Yeji, se despojo de sus armas con un suspiro de alivio.
— Pensé que alguien nos había descubierto, pero son ustedes dos. Tú eres Changbin, debes serlo ¿Qué te parece?
— Fantástico.
— Pero no es fantasía, es realidad. Por lo que oí vas a ayudarnos. Vengo de una junta con el consejo y las cosas se derrumban, ahora mismo Crióvatolia ya casi tiene a Ponzodia. Cualquiera hubiera creído que con lo infames que son los Ponzodicos hubieran ganado, pero no es así. Son como todos, sienten y viven como nosotros, no sé porque los viejos no lo comprenden.
Changbin agachó la cabeza con pena.
— Eso no es todo, Han Jisung huyó y al principe Lee no lo encuentran. Lo peor de todo es que… el señor de Lobulalia ha muerto, las princesas madres lo dijeron esta mañana.
— ¿Crees que los acusaran?
— No exactamente, pero eso significa tres cosas. Una, qué estamos rodeados por el enemigo de norte y sur. Dos, que las naciones fuertes no tienen heredero y no hay quien dirija el camino. Tres, que de alguna manera deberemos intervenir y esa forma es el artículo G1. H. Todo alfa deberá ayudar a sus vecinos, aludiendo en lo mayor posible la violencia, usándola solo en el caso necesario.
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ᴇʟ ʜᴏᴍʙʀᴇ Qᴜᴇ ᴘʀᴏᴠᴇɴÍᴀ ᴅᴇʟ ᴍᴀʀ [ᴍiɴʙiɴ]
FanfictionChangbin se salva de morir ahogado en el mar por una marca invisible denominada marca Fástaba y termina en una extraña tierra escondida del mundo con personas capaces de convertirse en lobo, Híbridos y creaturas muy mágicas. 🔹Omegaverse. ▫️M-preg. ...