Los cuatro buscadores

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La guerra jamás será tan heroica como se escribe en los maravillosos edictos a lo largo de la historia.

Por mucho tiempo la gente creyó en Fasta y en la tierra perfecta que había construido desde sus saladas lágrimas. Sin embargo desconocen la historia de los buscadores de estrellas.

Vagabundos, (trotamundos dirían algunos) que durante mucho tiempo viajaron sin rumbo, nómadas incapaces de establecerse en algún lugar propicio para su magia.

Los hermanos Choi; Yeonjun, Soobin y Beomgyu. Se disfrazaron de falsos elfos para poder practicar las artes oscuras, para disimular el artificie de sus actos. Acompañandos de Kang Taehyun un auténtico Brujo con los dones más poderosos conocidos, casi comparables a los de la diosa Fasta. Existía un Kai Kamal, capaz de crear puertas a otros mundos con el poder de la magia negra.
que al ver la belleza de la tierra y la diversidad en ella decidieron quedarse a explotar el potencial mágico de la expansión.

Hoseok no disponía de más tiempo, tenía que salir corriendo de allí, pues tenía que rendir servicio a su rey y sospechaba ya de que alguien anduviera tras sus pasos.

Pensó en volver y afrontar las consecuencias, pero con ello no solo perdería su rango o su vida, muchas más estaban a su cargo. Tanto los soldados como los refugiados. Tenía que saber todo en cuento estuviera a su alcance en aquel momento, debía hacer valer la pena de todas las cosas que arrastraba consigo.

- Debes saber que no hay tiempo que perder.- dijo al extraño con tono de urgencia - ¡Si no es una vida, dime entonces lo que quieres a cambio!

El hombre delgado se puso de pie con dificultad, pintó en su rostro una oscura sonrisa que prevenía la sentencia.- Bueno, es sencillo, comparado con lo que quieres. Necesito que reúnas al resto de buscadores y les traigas aquí.

Hoseok entrecerró los ojos y frunció el seño, durante uno momento no pudo asimilar lo que el tipo decía.- Yo... ¿Como... como voy a encontrar cuatro malditos buscadores? ¡Dijiste que uno de ellos murió! ¿Un cadáver y tres viejos es lo que necesitas?- esputó después de haber escuchado la historia que el hombre narró.

Literalmente podrían estar en cualquier lugar de Fastravia, sepultados o prácticamente absorbidos por la naturaleza. Al menos uno de ellos sí que lo estaba según el relato del hombre.

Beomgyu se encogió de hombros, y una vez hecho esto se volvió a sentar con aires de grandeza que ridículamente contrastaba con su aspecto descuidado, qué, sin embargo le hacían lucir atractivo de una manera ambigua.

El relato del hombre hablaba de cinco hombres de los que la historia fastrávica pasa por alto.

Fueron separados casi mil años atrás y colocados en los diferentes territorios de Fastravia por profanar el poder de las estrellas. Condenados indefinidamente a vivir en el lugar donde Fasta los escondió, a salir únicamente para conseguir lo necesario, que hasta entonces crecía a no muy lejos de sus escondrijos mugrosos.

Fasta diseño su castigo para que unicamente se rompiera su maldición si estaban todos juntos. Asertivamente no sería el único impedimento para alcanzar la libertad, el castigo sería levantado sí y solo si alguien más los reunía. No solo eso, quien los tratara de reencontrar también debía de encontrar sus objetos preciados: las cinco cartas de tarot, el candelabro de cristal, las velas que jamás se apagan, un libro de encantamientos, un telescopio, y la más difícil de todas: al quinto miembro de los buscadores.

Todo eso por haber sido egoístas en el pasado al no compartir sus dones con otros, al querer escapar de Fastravia y volver de donde venían. Pues ellos, al igual que Changbin y Woojin, pertenecían al mundo exterior. Al tiempo actual, para ellos ya no lucía igual.

ᴇʟ ʜᴏᴍʙʀᴇ Qᴜᴇ ᴘʀᴏᴠᴇɴÍᴀ ᴅᴇʟ ᴍᴀʀ [ᴍiɴʙiɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora