07.

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Aonung:

Estaba llegando a la aldea, había ido al mar abierto para poder ir a cazar, más bien a pescar, con mi padre, Jake, Lo'ak y algunos otros na'vis.

Al regersar los demás llevaron todo lo que logramos pescar, eran muchos, mientras mi padre y yo nos quedamos en la orilla, porque, según él, quería hablar conmigo.

-"Y, ¿de que quieres hablar padre?, ¿es algo malo?"- pregunté al ver que no le salían las palabras, más su expresión sería.

-"No, no es nada nada malo. Quería hablar contigo de un tema un poco serio. Sabes que ya en unos meses cumplirás 16 (dieciséis) años y ya estás a punto de ser mayor de edad, lo que estoy tratando de decir es que, en unos años lograrás ser el Olo'eytkan de nuestro clan, y no quiero presionarte per-... "- mi padre se quedó callado al llevar su mirada al cielo y encontrarse con una criatura gigante volando, pero no venía sola, traía con el a su ginete.

-"Hablaremos después, Aonung"- dijo para luego acercarse a Ronal, mi madre, quién veía con un poco de temor a su esposo por lo que sea que haya sido esa cosa enorme.

Yo no me quedé atrás y fuí con mi hermana, Tsireya, quién no se encontraba asustada, sino más bien tenía expresión de curiosidad.
Al lado de ella estaba, mis 2 (dos) amigos de la infancia; Rotxo y Envani.

Quiénes también veían con mucho asombró y curiosidad. Envani comenzó a sonreír y dijo en voz alta.

-" Ven, es aquella la criatura de que les había hablado,y ahí está su gineta"- dijo Envani, este tenía una expresión de felicidad, porque hace como unos 2 (dos) o 3 (tres) años que él había estado hablando mucho de una tal criatura más grande que un ikran, con alas súper grandes, con una cola larga y con una todo su pelaje, más bien plumas, de color blanco.

Se puso tan feliz porque desde que era muy pequeño nadie lo creía, más cuando pasó el pequeño incidente con "La princesa desaparecida", que desde un comienzo le creí pero dejé de hacerlo, ya que nadie lo hacía. Hasta su misma familia no le creía, nadie lo hacía, hasta que apareció la criatura de la que el tanto hablaba, y no venía sola.

Todos los que estaban alrededor los escucharon al alzar tanto la voz, al igual que los Sullys que salieron de su pequeña "casa" al ver que toda la aldea estaba afuera de sus hogares.

-"¡Les dije que era real!"- gritó esta ves Envani, logrando captar la atención de mis padres desde que se acercó hacía nosotros.

-"¡Vamos, Lo'ak!, llegaron nuevos visitantes"- dijo Tsireya para después arrastrar a Lo'ak hacía la orilla donde se encontraba aterrizando la, al parecer, chica.

Fuí corriendo hacía donde se encontraba la chica blanca, porque sí, me había dado cuenta de su color raro, empecé a pensar de que no era una na'vi, sino uno de los demonios del cielo. Detrás de mí iba corriendo Envani, quien tenía mucha más curiosidad que yo sobre la chica.

Cuando más avanzabamos podíamos ver que la chica traía consigo dos criaturas gigantes, que no lo iba a admitir pero me daban miedo, también llevaba una capucha de color blanco y una máscara que le tapaba hasta la mitad de los labios.

Al llegar donde estaba la na'vi, Envani se quería acercar y presentarse pero lo detuve, no sabía con que  intenciones venía y él ya quería tirarse sobre ella.

Casi toda la aldea estaba rodeandola mientras ella se quitaba la capucha, aunque tenga una máscara, pude sentir su incomodidad. Tenía un muy bonito cuerpo, pero no se quitó la máscara, más bien se acercó a mis padres, presentándose.

Al escuchar su nombre pude ver que todos se pusieron pálidos por la sorpresa que les agarró al escuchar su nombre. Claro que yo también la conocía, al escuchar su nombre dedujeron que era la niña de la que hablaban todos cuando yo era muy pequeño y la misma chica que Envani vió también de pequeño, la chica que supuestamente estaba muerta, pero yo la veía parada enfrente de mis padres pidiendo refugio por unos meses.

YUN || Ao'nungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora