3: Mentira

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Lady Charlotte

La princesa al fin estaba despertando después de haberse desmayado dos veces al día de ayer, al ver esto mi ánimo dio un brinco, fui a avisarle a la emperatriz Navier ya que ayer se había mostrado muy preocupada por la princesa, fui corriendo hacia su palacio hasta llegar a su oficina, inmediatamente cuando me dieron el permiso de entrar lo hice golpeando un poco la puerta.

"¡Emperatriz la princesa despertó!" Exclamé ante la emperatriz quien se encontraba firmando algún tipo de documento, ella se detuvo y después levantó su cabeza para mirarme con sus ojos cristalinos y una sonrisa de oreja a oreja.

"D-despertó...!?" Preguntó la emperatriz haciendo para atrás su silla, no necesite responder para que la emperatriz fuera corriendo hacia la habitación de la princesa, ella sin mi respuesta ya lo estaba haciendo, corriendo sin parar dejándome atrás, corría tan de prisa que llegó rápido a la habitación de su hija donde estaba ella sentada en su cama. La emperatriz de inmediato abrazo a su hija y está correspondió el abrazo. Era de verás una hermosa escena donde una madre e hija se demostraban el cariño que sentían una a otras, era tan encantador, lo que se transmitia en la habitación, todo era algo tan cálido y familiar, pero... Hacia falta alguien en esta habitación que necesitaba venir.
Aunque odiaba esto tenía que interrumpir el aroma familiar.

"Su majestad, alteza, disculpe interrumpir, pero... ¿Desea que llame a su majestad el emperador Sovieshu?"
Pregunte apretando ligeramente mi vestido, el emperador Sovieshu fue la razón por la cual la princesa se desmayó, sin embargo.. es su padre y el día de ayer se mostró preocupado por la salud de la princesa, no lo podían dejar de lado, claro si no lo deseaban. Hubo un corto silencio, un corto silencio muy incomodo, espere ansiosa la respuesta de la emperatriz o de la princesa.

"Que venga mi padre" Respondió su alteza.

"¿Es eso lo que desea alteza?" Pregunte jugueteando con mis manos nerviosa.

"S-si, es mi padre merece saber sobre mi estado de salud" Confirmo la princesa, bueno.. si eso era que quería, tenía que seguir sus órdenes sin protestar. Asentí con mi cabeza para después salir y dirigirme al palacio este, el palacio del emperador, al llegar a su oficina le pregunte al guardia si podía pasar, el guardia dudó en responder pero al final lo hizo.

"El emperador Sovieshu no se encuentra en su oficina" Confesó el guardia, no sabía a qué se debía su actitud.

"Bueno...! ¿Donde esta el emperador?" Dije esperando una respuesta más sólida pero en lugar de eso el guardia callo y salió el Marqués Karl.

"¿Que sucede aquí?" Preguntó el Marqués.

"Disculpe por las molestias pero la princesa ha despertado y desea ver a su padre, pero al parecer no se encuentra aquí, ¿Me podría decir por favor dónde está el emperador?" Dije cortésmente está vez esperando aún más la verdadera respuesta pero esas esperanzas cayeron cuando el Marqués palideció por un momento, ¿Por que esas reacciones tan derrepente? ¿Por que se ponían así cuando preguntaba por la ubicación del emperador?. Al fin después de un corto pero odioso momento el Marqués parecía hablar al fin.

"E-el emperador está en los aposentos de su protegida, Rashta" Dijo al fin el Marqués palideciendo aún más, así que era por esto, ahora mismo me estaba hirviendo la sangre, el emperador Sovieshu al parecer dejo su oficina para ir a ver a su protegida.
Bueno al menos ya sabía dónde estaba asi que me di la vuelta y me dirigí hacia la habitación de esa tal Rashta, al fin llegué, la habitación tenía una hermosa puerta que parecía decorada hasta con alguna joyas que hacia que brillarán tanto como las estrellas y el sol. Toque la puerta tres veces hasta qué me dieran permiso de entrar pero en lugar de eso una sirvienta se acercó a mí.

Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora