Heinrey cerro bruscamente la puerta mientras que yo me asusté por el sonido.
«Me preguntó si debo tocar la puerta, temo que Heinrey este enojado» Pensé.
Al fin toque la puerta dos veces.
Heinrey abrió la puerta y sin decir nada me dio paso para entrar
"¿Que la trae por aquí my Prince?" Preguntó.
"Yo... Quería agradecerle por los chocolates, estuvieron deliciosos" Dije.
"Solo fue un pequeño detalle que le quise hacer"
"De igual manera, gracias" Dije con una sonrisa.
Me pregunto si debo hacerle está pregunta.
"Príncipe Hein-"
"Llámeme Heinrey" Dijo.
"¿Eh? Bueno... Heinrey, sabe si, ¿El duque Ergi es maestro?"
"¿Ergi?"
Se mantuvo dudoso en responder.
"Si, era un maestro famoso en nuestro imperio cuando dejó de hacer clases para ser un mujeriego" Hablo.
"¿Tiene algo que lo pruebe? ¿Título? ¿Diploma? ¿Algo?"
"De eso no estoy seguro my Prince, pero creo que los tiene en el imperio" Dijo pensativo.
Sentí una calma por alguna razón.
"De acuerdo" Dijo sonriendo.
"My Prince..." Dijo.
"¿Ha llorado?" Preguntó.
"¿Eh?" Me vi en un espejo que estaba cerca mío y vi mis ojos rojos un poco inflamados.
"No, no he llorado" Mentí.
"Me miente, siento que me está mintiendo" Insistió.
"¿Por que cree que estuve tan triste, como para llorar?" Pregunte con una triste sonrisa.
"No lo sé... Pero tiene que ser por el emperador y su... Concubina" Dijo.
Lo mire a los ojos.
¿Tan obvio era, que este príncipe con reputación de mujeriego se da cuenta?
"Todos los emperadores, no importa si tienen poco o mucho poder, todos tienen derecho a una amante"
"No importa si es una sola o veinte"
"En esta desición no importa la opinión ni los sentimientos de la emperatriz y mucho menos del heredero. Esto a ellos no les concierne"
"Pero no deja de ser doloroso" Hablo.
"No quiero decir que no lo sea, al contrario lo es mucho, mucho más cuando una persona que amas te hace una promesa de que luego destruyó"
"Lo que quiero decir, es que, ni yo ni mi madre podemos hacer algo al respecto, solo podemos quedarnos calladas con nuestro dolor"
"Es frustrante, no poder proteger lo que es tuyo" Finalicé.
Hubo un silencio, Heinrey me miraba, me preguntó qué pasará por su cabeza. De repente, me tomo del brazo y me abrazó.
"Se que es muy desesperante, desearía que no fuera así. El emperador no sabe la esposa e hija tan maravillosas que tiene. O tal vez si lo sabe, pero esa mujer, lo tiene cegado" Hablo.
Correspondí el abrazo.
"Es lo segundo, el antes no era así" Recordar cómo era mi padre y como es ahora me pone demasiado triste. Las lágrimas que tengo acumuladas en mis ojos salieron.
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Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|
FantasyNo me importa. He logrado grandes cosas. Aunque no tenga su sangre. Ante los ojos de la ley. Soy la hija de la emperatriz.