31: Está muy celoso

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"¿Cómo? Pero... ¡No hice casi nada!" Exclamé confundida totalmente despierta.

"¡Yo también estaba sorprendida y a la vez confundida! Pero la emperatriz mando a llamar al príncipe Heinrey y le dijo que lo nombraría concubino antes del medio día!" Exclamó con una sonrisa de oreja a oreja.

"¿Pero como lo sabes? ¿No pensaste que tal vez era un rumor?" Pregunté.

"¡No lo es alteza! ¡La emperatriz después de eso me mandó a llamar para decirmelo y que yo se lo dijera a usted!" Sonreia mientras hablaba.

«¿Cómo debo reaccionar? Si lograba mi plan con mis movimientos tardaría algunas semanas. Pero no he hecho nada y fue en unos días.» Pensaba. Pasaron unos segundos cuando sonreí.

"El... Será su concubino. Eso es maravilloso" Hable al fin.

"Quiero ver a mi madre, me daré un baño, me cambiaré e iré a verla" Dije.

"La ayudaré, su alteza" Dijo.

Después de haberme bañado y elegir un hermoso vestido color violeta con un moño. Unos zapatos del mismo color sin tacón, Charlotte me cepillaba el cabello cuando...

"¡Stephanie! ¡¿Tú sabías que esto pasaría?!" Preguntó padre mientras abría la puerta de un golpe que hizo temblar la habitación por unos segundos.

"Oh, hola padre" Saludé con una sonrisa. Charlotte se inclinó ante el como forma de saludo y respeto.

"Charlotte, retirate de la habitación, quiero hablar a solas con mi hija" Dijo.

"De acuerdo, su majestad" Contesto mientras se levantaba y se iba.

Yo tomé el peine y seguí cepillando mi cabello.

"Querido padre, ¿Que sucede para que hayas entrado a mi habitación sin tocar la puerta y preguntarme algo gritando?" Pregunte con sarcasmo, pues sabía la causa de su enojo.

"Tu lo sabes" Eso es cierto.

"¿Tú sabías que esto pasaría?" Preguntó con un tono de enojó.

"Pues como tú, me he enterado esta mañana después de que desperté" Hable dejando aún lado el peine.

"Tu madre confía en ti, y tu quieres lo mejor para ella, ¿Verdad?" Preguntó.

"Eso es indiscutible" Hable.

"Hazle saber que está bajo un error" Hablo.

¿Como....?!

"¿A que se refiere?" Hable.

No sé qué expresión tengo, pero padre, que antes estaba con una expresión de enojó, ahora tiene una de temor.

"T-tu sabes a lo que me refiero, o no me digas que quieres hacerlo pasar por alto"

"Hable sin rodeos padre" Hable con un tono de voz más alto.

"Convense que tú madre se arrepienta de hacer del príncipe Heinrey su concubino" Hablo.

"¿Por qué quiere hacer eso? O mejor dicho, ¿Por que debería hacerlo?" Preguntó con sarcasmo.

"¿Que por qué quiero hacer eso? Porque Navier es mi esposa, saber que tu madre quiere hacer del príncipe Heinrey su concubino es más que desagradable, ¡Pero que no me haga pedido mi opinión es mucho peor!
Y tú cómo nuestra hija, y parte de la familia Real debes hacer que tu madre tome buenas desiciones" Habló.

Pero mi padre... Si puedo llamarlo así pues lo desconozco desde hace mucho.

¿Esta loco?

"¿Como se atrave a venir a mi alcoba a pedirme eso?" Pregunté, siento que me hierve la sangre del coraje.

Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora