Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|

37: Perdida de cordura

Hola!!

Tengo que hacer un anuncio, a partir de este capítulo, ya está siguiendo la línea de la emperatriz divorciada, después de que llegaran de la casa de campo imperial si no recuerdan.

Me gusto mucho hacer estos capítulos libres, bueno ahora sí, disfruten de su lectura.

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La cordura había desaparecido en la mente de la princesa, solo se escuchaba la respiración entrecortada de su "maestro" que estaba en la esquina de la habitación mientras que los jarrones partidos a la mitad con sus pintas filosas y peligrosas estaban rodeándolo manteniendose en el aire por los poderes de la menor.

"Usted... Me engañó" Eso era lo único que murmuraba la princesa mientras veía fijamente al duque.

Por la parte del otro, estaba templando y considerando seriamente tirarse por la ventana para escapar. Pero primero se las ingeniaria para salir de la barrera de puntas filosas sin salir muy lastimado.

Nunca de imaginó que la princesa de corta edad pudiera perder la cordura.

"Yo... Déjeme explicarle" Dijo temblando.

"Hable rápido" Dijo mientras hacía que los jarrones se acercarán más a la cara del hombre.

Sin duda, si Kaufman hubiera estado allí, se desmayaria, no estaba ayudando a la princesa a que controle sus poderes para que haga eso. Aunque en cierta parte, sería algo interesante de ver.

El duque empezó a contar, la princesa bajo los jarrones asombrada.

"Lo siento, creo que el plan se derrumbó" Dijo el duque.

"El plan de Heinrey era ese? No lo puedo creer, ahora el está enamorado de mi madre, ¿Que hará?" Preguntó la menor.

"Dejará ese plan a un lado, y ahora está centrado a estar con su madre" Dijo estirandose.

"¿Como lo logrará?" Pregunte.

"No lo sé y la verdad. No lo apoyo, no pienso dejar que todo nuestro esfuerzo haya sido en vano, así que seguiré con mi parte" Dijo.

"¿Ayudando a Rashta?"

"Lo propongo algo" Dije con una sonrisa.

Más tarde

"Mi padre no se molestará, alteza. ¡Así que debe la carta!" Exclamó Charlotte.

"¿Y si piensa mal por rechazar al maestro que enviara? ¡Tal vez sea mejor despedir a Ergi!" Exclame asustada sin soltar la carta.

"Alteza, mi padre no se molestará... Por favor, suelte la carta!" Rogó.

Al final, Charlotte ganó pues mis dedos son de mantequilla y la carta se me resbaló.

Esa carta rechazaba amablemente al maestro que enviaba el padre de Charlotte.

"Listo! Por cierto alteza, ¿Como es que permitió al Duque Ergi seguir siendo su maestro si estaba del lado de Rashta?" Preguntó.

"Pues... Llegamos a un acuerdo" Dije ocultando mi sonrisa.

"¿Un acuerdo? Pero si parecía que lo iba a matar con sus poderes" Dijo.

"No me recuerdes eso... Perdí la cordura, la etiqueta en ese momento había desaparecido" Respondí apenada.

"No pasa nada, usted segura que su majestad la emperatriz también ha pasado por un momento similar" Dijo.