Después de salir a caminar por allí con Jos, regrese a mi casa. Tuve ese pequeño cosquilleo en el estomago cuando coloque mi cabeza en su regazo.
Estaba sintiendo algo muy fuerte con Jos. Un sentimiento inexplicable. El Te amo Jos fue más que una simple palabra.
No pasó más de esas palabras pero esperaba más y estoy segura que Jos también.
Papá tuvo que salir muy temprano a su trabajo. Baje a desayunar y tome un plato con cereal.
La puerta sonó, coloque el plato sobre la pequeña mesa que estaba enfrente del sofá y me puse de pie a abrir.-¿Romina?..¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? -Romina estaba recargada en el marco de la puerta. Tenía ojeras, su cara estaba pálida y había mucho cansancio en ella.
-¿Puedo pasar?-Pregunto ella con una voz apagada
Le brinde el paso, cerré la puerta después de ella, la tome de las manos y la senté junto a mí en el sofá.
-¿Que ah pasado?
-De todo.- recargo su cabeza en mi regazo.-No tenía a donde ir... Mis padres...ese chico.... Ellos.- lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
-Romina, habla claro. -se acomodo mejor en el sofá y abrazo sus piernas con sus manos.
-Mis padres pelearon, salí de casa sin rumbo alguno, tenía pensado venir aquí contigo pero... Todo se adelanto, camine a un bar. No sé cuantas copas tome, él se aprovechó de mi y sucedió lo que más temía...Al día siguiente no tuve el valor de regresar a casa, le llame a mamá y le dije que estaba en una piyamada contigo y Carolina, y ahora estoy aquí, me siento como una puta, me siento sucia Emma. ¡Sucia! -dijo y sollozo.
-Romina yo... ¿Ya has hablado con tu madre?- pregunte. No supe que decir, pues no había estado en ese problema como el de ella, y si le decía: <<No te preocupes, ya paso y todo está bien>> porque bien sabíamos que no lo era, nada estaba bien, y aunque haya pasado. Una violación siempre se queda en la persona violada. Así como Romina y así como yo.
-No. Acabo de salir de la casa de aquel hombre y eh venido contigo.
-¿Te apetece ir por un café?
Ella asintió, subió a darse una ducha a mi habitación para luego ir a la cafetería. La hora del colegio ya había pasado, por hoy que falte no pasaría nada.
Después de unos minutos Romina bajo y salimos por un café.En su cara había miedo, vergüenza, desprecio y rencor; entre muchas más.
Nos sentamos en una de las mesas de la cafetería, la mesera vino y nos atendió nuestra orden. Estábamos absolutamente calladas. Hasta que llego la mesera Ya con nuestra orden de cafés.
-¿Le has contado a Carolina?- pregunte. Considerábamos ya como una de nuestras amigas a Carolina, aunque apenas la hayamos conocido este año. Pero tenía que saber que Romina ya había aparecido.
-No.
-¿Por qué? Romina, también ella es nuestra amiga.
-Lo sé Emma, pero entiéndeme que eh ido contigo después de salir de aquella casa. Pero juro que se lo diré hoy.
La voz de Alonso se hizo presente en cuanto llegaban varios chicos más.
Noto nuestra presencia y vino a nosotras.-Hola chicas-Se sentó frente a mí y al lado de Romina.
-Hola-dije y Romina solo le dio una pequeña sonrisa.
-¿Que no tienen clase?, Deberían estar en ellas ahora mismo.-me miro y luego a Romina, queriendo una explicación Ya.
-Faltamos-mascullo Romina.
-¿Qué? -volvió hacer el mismo acto de hace unos segundos: me miro y luego a Romina.
-Faltamos.- dije con una voz más fuerte que la de Romina.
-¿Y a que se debe? -empezó a jugar con las servilletas que estaban en la mesa.
Mire a Romina, y con la mirada me advirtió que no dijera nada.
-Solo no tuvimos ganas. -dije y sonreí.
-Bueno, ya me tengo que ir. -Alonso se puso de pie. -Emma, voy a tu casa más tarde, tengo algo muy importante de que hablarte. -y luego salió de la cafetería.
...
-Romina, nos tenias muy preocupadas. -Carolina abrazo a Romina.
Después de que Alonso saliera, Romina le envío un mensaje de texto a Carolina, explicándole que estaba aquí conmigo y Carolina salió de clases para venir hasta aquí.
-Lo sé, perdón chicas-dijo Romina con una sonrisa tímida.
Salimos de la cafetería, cada quien se fue por su lado. Entre a casa, mire el reloj de la cocina y vi que eran las 3:30 pm recogí el plato que había dejado en la mañana, antes de que Romina me impresionara con su aparición.
Puse música en mi celular y empecé a bailar al momento en que recogía la cocina.
Saque del armario una escoba utilizándolo como micrófono y después comencé a barrer el piso.
Tarareaba la canción y hacia movimientos con mis manos en el aire. Al no ir a clases, al menos tenía que hacer algo productivo.
Oí que alguien estaba en la puerta, me acerque a ella y mire por la ventana.
Alonso observándome.
Le abrí la puerta, estaba carcajeando afuera de mi casa.
-¿Que hacías espiándome? -fruncí el ceño y luego me cruce de brazos.
-Lo siento, solo que pasaba y te mire, y fue inevitable no observar.- sonrió -¿puedo pasar? -me aparte de la puerta para que así pudiera pasar.
-Eso fue vergonzoso.- dije.
-De hecho a mi me pareció lindo, me gusto la parte en donde brincaste. -río por lo bajo.
-¿Así? -hice de nuevo aquel movimiento.
-No, no fue así, mira-tomo mis manos y las elevo en el aire, puso una mano en mi cintura y comenzó a moverse, luego yo le seguí. -Mucho mejor.
-Será mucho mejor que te largues. -su voz, hizo que ambos brincáramos del susto. Olvide cerrar la puerta después de que Alonso entrará y este es el resultado.
Jos siendo Celoso.
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Amor Eterno » Jos Canela
Fanfiction- ¿Emma? -Jos cogió mi mano colocando la suya sobre la mía. Bajo su mirada y sonrió sonrojándose por lo que iba a decir. -Juro que nuestro amor será eterno, juro que lo que pase estaré eternamente junto a ti, amándote. ©Todos los derechos reservados