Amor Eterno » Jos Canela

Cap. 3

No quería separarme de él, pero me solté algo brusco, haciendo como si fuera algo malo.

-¿Jos por qué hiciste eso?- quise saber, después de separarme unos centímetros de él.

-¿Acaso no te has dado cuenta?- pregunto

-¿Tenía que haber sabido algo?

-He estado cortejándote todo el día, me gustas.

-¿Qué?- pregunte yo, viendo su cara de tímido. Pues no podía creer que Jos Canela fuera un chico malo con las demás personas y conmigo fuera...un chico completamente diferente.

-Vamos Emma, no me hagas volver a repetirlo.- Ladeo su cabeza y reí por lo bajo ya que ambos sabíamos que yo había escuchado a la perfección.-En clase de música no podía concentrarme ya que tenía esa sensación de querer mirarte a ver- volvió a bajar la mirada.- Durante el recorrido de mi casa a la tuya no he dejado de pensar que me has hecho algo.

-¿Hecho algo?-Asintió.

-¿Acaso has hecho algún hechizo en mi? Porque lo has conseguido. Ahora te lo vuelvo a decir, me gustas.

-Esto no puede suceder y jamás sucederá- dije bajando mi rostro y recordando aquélla vez que jugaron con mis sentimientos y trataron de aprovecharse de mí.

-¿pero, por qué?-preguntó.

-No es algo que quieras saber y no es algo que quiera contar.- dije bajando mi rostro.

Negó con la cabeza.- Te equivocas, yo quiero saber.

-Bien, la primera razón jamás había visto un chico interesado en mi, ¡No en el primer día de clases! En segunda cuando yo tenía novio él se aprovechó del amor que yo le tenía y quiso aprovecharse de todo sobre mí.

-Que hijo de puta, quisiera saber quién es y romperle toda su maldita cara.- dijo interrumpiéndome.

-La tercera es porque soy sui... ¡Me he hecho daño a mí misma, Jos! Lo he hecho más de una ocasión. ¿Es lo que querías escuchar? por eso todas las personas me discriminan, sabes estas vacaciones me trate de suicidar 3 veces y mi padre jamás me pone atención, ¿sabes lo que se siente?- Lleve mi mano a mi cara.- Esto es doloroso y duele mucho.- No sé cómo paso, pero le dije todo y sentí como las lágrimas empezaban a salir de mis ojos y recorrían mis mejillas, cayendo al suelo.

El se quedo paralizado mirando hacia el suelo, sabía que no tenía nada que decir así que comencé hablar de nuevo.

-Todo lo que ha pasado me ha hecho derrumbarme, todo.

-jamás digas eso, en este mundo nadie es perfecto. -dijo dirigiéndose a mi.- Y hay personas que realmente te quieren, ¿Tienes idea de quiénes son?- pregunto muy sarcástico

-¿quién?- quise saber y el sonrió.

-Yo.- Deslizo su dedo y limpio con su yema de los dedos las lágrimas que se encontraban en mis mejillas.- Juro, Emma, que te amare.

Quería soltar en carcajadas pues lo más probable es que ahora mismo sintiera lastima por mí.

-El amor no existe, no para mí. Ahora deja de burlarte de mí; sabes por dónde está la puerta. Has huso de ella.

-No.- Agito su cabeza.- No me estoy burlando de ti, claro que el amor existe y te lo demostraré.

-¿Cómo?

-Como el amor se origina, sólo dame un mes y te lo demostrare.

-Un mes, si no es así ambos tomaremos el camino por donde vinimos y ninguno le hablara a otro.

-Un mes.- afirmo seguro de sí mismo.- No te arrepentirás, lo juro.

No sé como sucedió todo esto, sus ojos se cruzaron con los míos, esos cafés y hermosos que te hacen suspirar, lo sentí cada vez más cerca y su respiración igual, nuestros labios se juntaron de nuevo, era hermoso me encantaba besar sus labios tan suaves que tenia.

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