Amor Eterno » Jos Canela

Cap. 22

Jos estaba tenso, su mirada estaba en Bryan y después en mi. Así sucesivamente.

— ¿Ocurre algún problema con ese chico?—Bryan pregunto. Volteo de nuevo a Jos y lo miro raramente.

—No, no pasa nada—Dije—Solo es un amigo, la verdad no es nadie importante.

Se giró de nuevo a mí. Esta vez yo mire a Jos, Jos se rasco su nariz, metió sus manos a sus bolsillos y camino al lado contrario de la calle.

—Bryan en verdad no sé como agradecerte esto, pero ahora me tengo que ir.

—Yo sé cómo, si quieres dame tu número de teléfono—Estaba a punto de dárselo pero olvide que Jos había tomado las pertenencias que traía conmigo—Claro para mantenernos en contacto

—Uhh eso será difícil, pero tú puedes dármelo —Bryan saco un bolígrafo de sus pantalones, luego tomo una servilleta y ahí apunto su número—Gracias—Cogí el papel y los metí al bolsillo trasero de mi pantalón.

— ¿Me llamarás cierto?—Pregunto mientras se ponía de pie al igual que yo.

—Tenlo por seguro que sí, tengo que pagarte la comida.

—No quiero que solo me pagues, eso no importa. Ya sabes podríamos tener una cita o algo parecido...—Dijo nervioso.

—Bien, hasta pronto—le di un beso en la mejilla y salgo de ahí.

Camine por los lugares en donde se había dirigido Jos, esperando encontrarlo en algún lugar. Despedirme de Bryan tardo más de lo que me esperaba pero no quería ser grosera yéndome de allí sin agradecerle todo lo que me había ofrecido.

Para ser la primera vez que hablara con él me agrado su actitud. Se ve que es un buen chico y no debí mentirle, pero creo que era lo correcto.

Llevaba caminando varios minutos, no sabía en donde se había metido Jos. ¿Cómo es que me encontró allí con Bryan? No sé, tal vez solo fue una coincidencia que paso.

Pero lo que sí sé muy bien, es que ha de estar enfurecido conmigo, en primera por correr de la cabaña y en segunda por estar con Bryan.

Sabía que no estaba mal, pero para él tal vez sí. Pudo malinterpretar las cosas e inventar algo que no es verdad.

Al fin me canse de caminar y camine al césped que había en un jardín de la zona. Me recosté en éste descansando después de una larga caminata sin saber si había valido la pena.

—Valla Emma, hasta que por fin te encuentro—Abrí un ojo viendo a Jos sorprendida pero dentro de un par de segundos los vuelvo a cerrar

Siento que se acuesta al lado mío, en la misma posición en que estoy.

—Quiero volver a casa—susurre.

— ¿Quién era ese chico? ¿Qué hacías con él?¿Lo conoces?—pregunto ignorando por completo lo que le había dicho.

—Se llama Bryan, me invitó a comer y no lo conozco.

—No quiero que lo vuelvas a ver, y no quiero que vuelvas a salir de la cabaña ¿me entiendes? Es peligroso— ¿Que no lo vuelva a ver? Por favor Jos, no eres nadie para darme órdenes.

— ¿Peligroso? Peligroso de que mis amigos se preocupen por mi y vallan con los policías para decir sobre mi "secuestro" Y que alguien ya me allá visto contigo y te denuncie.

—No, de eso ya me encargué no te preocupes. Peligroso de que otro estúpido venga a intentar quitar algo que es mío—Se puso de pie y bajo la mirada para poder verme mejor—Ahora regresemos.

— ¿A qué te refieres con que ya te encargaste?—Me puse de pie quedando frente a Jos—Y no soy tuya, no soy de nadie.

Jos tomo mi mano y me subió de un jalón a su auto. Me coloque el cinturón de seguridad después de que Jos arrancará.

—Oh claro que eres mía Emma—dijo y sonrío mirándome de reojo.

Me sonroje al oír eso, pero rápidamente miré a la ventana ocultando mi sonrrojamiento.

Cuando llegamos a la playa, Jos aparco el auto detrás de la cabaña. Salí del auto y camine hacia la orilla del mar. Me senté en la arena viendo las olas que había.

— ¿Quieres?—Jos se sentó al lado mío ofreciéndome una cerveza, la cual rechace.

El atardecer se hacía presente y el cielo rojo a causa del sol metiéndose se veía tan bello que olvide por completo cual enojada estaba con Jos.

Me recargue en su hombro aferrándome a él, su aroma entraba en mis fosas nasales, lo que más me agrada de un hombre es su olor. Amo tanto a que huele un chico que en ocasiones me ponía a oler a mis compañeros de clase, realmente era raro.

—Es bonito—dije refiriéndome a la escena que estaba frente a nosotros

—No mas que tu

—Oh vamos Jos, no vuelvas a decir cosas como esas. —lo golpeé en su pecho

—¿Por qué?

—Porque haces que me sonrojé

—Me gusta cuando te sonrojas, me gusta hacerte sonrojar, me gusta todo de ti.

—Lo volviste a hacer—Lo golpeé de nuevo

—jaja Lo siento Emma, pero nunca pararé de hacerlo.

—Te odio—Sonreí y camine a la cabaña.

— ¡No lo creo, si me odiaras ya te hubieses regresado a México!—Grito desde la orilla del mar.

Me tiré en la cama con los brazos y piernas extendidas. Era cierto lo que dijo, si lo odiara ya hubiera regresado a México y quizás lo hubiera denunciado por secuestro.

Pero no era así, permanecía aun aquí, junto a él. Me gusta estar cerca de ese chico.

La puerta se abrió, Jos entro empapado. Lo mire y eche a reír. Me miro con odio pero después sonrió.

—¿Acaso querías nadar?—pregunte sarcástica

—No

— ¿Entonces?—Me senté en la cama y cruce los pies.

—Está lloviendo Emma—Se quito la camisa y la arrojó al suelo—Se ve que durara toda la noche así que puedes preparar un café, o no sé.

En efecto el ruido de los truenos se empezaron a escuchar y las gotas empezaron a caer por el techo de la cabaña provocando un ruido molestoso.

Mientras que Jos aun permanecía semi-desnudo en la habitación. Lo miraba viendo como buscaba entre los cajones algo de ropa.

—No te hace falta ver mucho, soy todo tuyo Emma—Me miro de reojo, seguramente creyendo que me iba a sonrojar y así lo hice, me sonroje una vez más ante sus palabras.

—No te estaba mirando—Dije aunque sabía bien que si lo estaba haciendo.

—Como digas—sacó ropa seca de sus cajones y me mira—Me daré un baño, hay un televisor ahí, si gustas encenderlo para que no te aburras.

—Claro.

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Hi :) ¿Como están?
Espero que bien, y espero que les allá gustado el capitulo.
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Las amo ♥
♥

Att: Ell