Cute Boy » LEE JENO✔️«COMPLETA»

v e i n t i d o s

Haru

Sonríe. Suspira. Da una calada larga y lenta al cigarrillo de menta mientras escucha la sirena de la patrulla llegar. La acera mal iluminada se tiñe de rojo y azul mientras ve a una oficial tocar la puerta de la casa de Taemin mientras ella yace recostada en uno de los edificios viejos que adornaban las estrechas avenidas de ese barrio viejo de Seúl.

Dos golpes más. Nadie salía a abrir. Por supuesto, luego de que ella haya hecho una denuncia anónima de que allí se traficaba con algo mucho más fuerte que la marihuana obligaron finalmente a que la oficial allanara el recinto y se encontrara con la escena que necesitaba: a aquel chico lindo bañado en carmín, desmayado, lleno de cardinales en el rostro y con una respiración tan tenue que parecería solo el silbido de un pájaro recién nacido.

Bajó los lentes de sol que colgaban como diadema en su cabeza y revisó el último mensaje de Yuta: ¿todo listo? Guardó el móvil, tomó el bolso negro y pequeño que le acompañaba y siguió la acera sin mirar atrás mientras veía como algunos vecinos salían, curiosos, por la redada que ella misma había soplado.

Jungwoo la esperaba al final de la calle, fumando bajo la luz de un poste descompuesto. Quiere sonreírle pero solo puede formar una mueca. Aprieta los puños y se aplasta las uñas contra las palmas para evitar mirar atrás y, finalmente, olvidar todo lo que Seúl le había obligado a hacer para sobrevivir.

Hyerin

Su garganta agradece cuando el chorro húmedo recorre su garganta. Le arden los ojos, puede sentir que están irritados por todas las lágrimas contenidas que Lee Jeno le provocaban, pero era inevitable que siguieran surcando sus cuencas. El dolor en el pecho no desaparece, pero no puede llegar a imaginar lo que la señora Lee está sintiendo en este momento, pues a pesar de mantenerse firme frente a ellos, con tan solo escuchar la palabra hospital su mano había apretado su corazón sintiendo todo el dolor y culpándose en silencio por las decisiones que su hijo había tomado.

Mira a Jaemin, sus ojos preocupados la tranquilizan y el suave beso que deja sobre su cabeza la hace respirar. No sabría qué hacer sin él, quien, aunque solo estaba allí sosteniéndole la mano, le daba la fuerza necesaria para poder mantenerse mientras la operación de emergencia a la cual Jeno había sido sometido para poder evitar el sangrado interno que poseía puesto que una costilla, finalmente, había atravesado su pulmón izquierdo y su mano había sido rota en dos partes. Además de las graves contusiones que tenía por los fuertes golpes que había recibido su cabeza.

El solo pensarlo hacía que sus ojos se llenaran de lágrimas, las cuales parecían no querer parar pese a sus intentos de parecer más fuerte de lo que era en realidad.

―¿Puedes detenerte? ―le preguntó a Renjun, quien desde que llegó no dejaba de caminar de un lado a otro.

El chico no la miró ni se detuvo, ni siquiera la había escuchado. Pero ella lo entendía. Y es que trataba de canalizar la tristeza y decepción que sentía de sí mismo. Por no haber estado allí para Jeno lo suficiente, por no haberlo detenido, por no responsabilizarse por algo que no era su obligación desde el primer momento pero que, de él haber estado un poco más presente en la vida de él, tal vez hubiera evitado que terminara allí.

―Linda ―le dice el padre de Jeno―. Lo mejor es que vayan a descansar a sus casas. La madre de Jeno y yo vamos a esperar las noticias de los médicos.

―Pero...

―Jaemin, te la encargo. El padre de Renjun, va a llevarlos a casa.

El chico asintió a pesar de las quejas de su novia. Casi a rastras tuvo que llevar a ella y a su mejor amigo quienes fuertemente se rehusaban a ir con él antes de poder tener noticias de Jeno.

Mas muy a su pesar, tuvieron que salir y tratar de descansar un poco.

hola
En primer lugar, una disculpa por la demora, entenderé si muchxs decidieron dejar de leerla
solo interrumpo la lectura para mencionar que queda un capítulo más y el epílogo <3
cuídense mucho