Cute Boy » LEE JENO✔️«COMPLETA»

d i e c i s i e t e (III)

olvidé poner una advertencia de violencia en el capítulo (!)

Jeno era blanco.

Puro. Etéreo. Inocente.

Jeno era todo lo que estaba bien dentro de la vida de Haru.

Pero ella tenía tantas ganas de ensuciarlo.

Jeno era el chico lindo de su novela. El que quería pero siempre estaría en segundo lugar.

Porque Haru sabía que él estaba enamorado hasta las trancas de ella. Tan solo era verlo y darte cuenta. Un niño perdido en su primera ilusión, en su primer amor. En su primer corazón roto.

Ella quería ensuciarlo, mancharlo eternamente, destruirlo. Ni siquiera tenía un motivo aparente. Solo creyó que sería divertido.

Pero en algún momento ella fue alcanzada por ese blanco pulcro e infinito. Y algunas gotas empezaron a caerle. Significaba nuevo. Otro comienzo. Y eso la hacía muy feliz. Sin embargo, con Jeno ahora entre sus brazos, se arrepiente. Ve que su labial rojo ha sido embarrado en sus labios, siente la yema de sus dedos en la piel descubierta de su pequeño top y mira los ojos de su niño cegados por el deseo y la atracción.

Lamenta haberlo manchado de ese feo rojo. 

💗

Se sentía segura. El calor la reconfortaba y la comodidad del asiento permitía que la chica cayese por completo al mundo de los sueños. Entre los brazos de Morfeo era el único lugar donde quería estar.

-No, HyeRin. Mírame. Bebe agua, linda. Eso.

Espabiló un poco. Los grandes ojos de cordero del chico la sorprendieron un segundo pero luego una sonrisa se extendió en su rostro. Aún torpe y cansada.

Él sonrió poco y acarició sus cabellos. Llamó a alguien más. Ella no prestó mucha atención a nada más que ese suave roce que parecía volver a arrullarla hasta el séptimo cielo.

-¿Adónde vas, oppa? -preguntó. Su voz melosa signo de su embriaguez como sus ojos vidriosos y la mano de ella en su sudadera. Jaemin la miró con los ojos entornados y su estómago dio un vuelco por como ella lo había llamado. Aún bebida se veía linda e inocente.

Porque eso era ella. Más pura que el blanco más incandescente. Ella era negro. Tan negro como sus dos lindos ojos profundos y algo rasgados.

Un negro tan puro y absorvente que no permitía que nada lo alterarse. Esa era su naturaleza. Ella era tan imperturbable que no permitía que otros la dañen. Seguiría siendo siempre la misma aunque tratasen de cambiarla.

Y probablemente eso era lo que más le gustaba a Jaemin de ella.  Pero no tenía el valor de decirlo en voz alta.

-Cariño, debo ayudar a Haechan. Vuelvo en seguida.

-No me dejes sola. No te vayas.

Él besó sus nudillos y soltó el agarre de la chica que tenía a penas fuerzas para seguir quejándose. Cerró las puertas de su auto con llave y se aseguró dejar una pequeña rendija en la ventana para que Hyerin no se sofocase allí dentro.

Corrió de regreso a la siguiente cuadra donde los gritos y el sonido de vidrios rotos empezaban a sonar.

💗

Enamorarse de Haru ha sido la experiencia más bonita. Jeno podría jurar que estar con ella era lo único que necesitaba y que sostenerla entre sus brazos sería suficiente para ser feliz.

Creyó haber podido tocar el cielo cuando la besó.

(!)

Pero fue arrastrado al infierno de un jalón. Literalmente. Sintió primero un fuerte ardor en su nuca al ser empotrado duramente contra una vitrina que estalló al instante haciendo un estruendo enorme cuando cientos de vidrios chocaron contra la cara moqueta del piso. El dolor en la nuca no fue nada comparado con lo que sintió en su garganta. Le ardía debido a la presión de unos gruesos dedos y poco a poco perdía el aire. Sus pies se pararon en puntillas pues quien lo sostenía era más alto y lo levantó cogiéndole el cogote.

-¡Ayuda! ¡Lo vas a matar, Taemin! -Haru trató desviar su atención.

Jeno sintió el primer puñetazo en el pómulo izquierdo. Luego el segundo en la nariz. Uno más en el estómago. Eso terminó con el poco aire que tenía y cayó al piso.

Pudo escuchar el grito de Haru y de otras chicas que estaban alrededor

-Niño de mierda.

Las patadas contra sus costillas empezaron.

-¡No, por favor! -la vista nublosa le impedía ver con claridad. Empezó a toser sangre. Todo era rojo. Haru cogió del brazo a Taemin quien se alejó de ella a penas lo sintió. Volteó hacia ella y le plantó una cachetada tan fuerte que le volteó el rostro.

-Maldita puta. ¡¿Así me pagas, zorra?! ¡Y por el pito de un niño!

Nadie parecía querer intervenir. Taemin era un monstruo gigante y aterrador. Jeno deseó ser más grande y más fuerte para ponerse de pie y hacerle frente. Él sólo era una basura, un abusivo y Haru merecía algo mejor que eso.

Escuchó el llanto de Haru con más fuerza. Él empezó a golpearla. Frente a todos los presentes, quienes aterrorizados se negaban por completo de intervenir. Y Jeno solo podía verlos desde el suelo y sin fuerza, lleno de rabia e impotencia.

Haru se había arrodillado ante él rogando que se detuviese cuando uno de sus hyungs llegó e inmovilizó a Taemin sosteniéndole por el cuello, otros dos le ayudaron sujetando sus brazos hasta tumbarlo al suelo por completo. Johnny, Yuta y Jaehyung empezaron a repartirle puñetazos y patadas. Los amigos de Taemin trataron de intervenir pero se volvió todo un verdadero caos en cuestión de segundos. 

Jungwoo se acercó a ella con sigilo y se la llevó rápidamente junto a Taeil.

Haechan fue quien llegó a su lado.

-Mierda, Jeno -murmuró mientras ponía su brazo alrededor de su cuello y usaban la pared de soporte para levantarse-. Hermano, necesito tu apoyo aquí. Los polis pueden llegar en cualquier momento.

-Noona...

-Joder, vamos. Ella estará bien.

Fue arrastrado casi por completo hasta la acera donde una vieja furgoneta azul los esperaba. Probablemente una o dos de sus costillas estaban rotas. No vio al conductor o al copiloto, no le interesaba, con apenas fuerzas notó a Mark junto a él con un golpe en la mandíbula que pronto se pondría de un feo morado antes de arrancar lo más pronto de ahí.

No duró mucho antes de caer desmayado en el asiento.