Cute Boy » LEE JENO✔️«COMPLETA»

d i e c i o c h o (III)

Suspira sintiendo sus mejillas sonrosadas a pesar de la tenue brisa que corre gracias a la ventana abierta y esconde su rostro bajo las sábanas rosadas del cuarto que ocupa. A pesar de la hora y su cansancio ella no podía consolar el sueño. Ni siquiera podía entender cómo había terminado en aquella situación tan ridícula como impensable.

Ella, la torpe, gorda y simplona Lee Hyerin, terminó siendo final y oficialmente la novia de Na Jaemin, el chico más amable y popular de su escuela. Y no solo eso, estaban durmiendo (o intentándolo) bajo el mismo techo, a tan solo unos metros de distancia, en la casa de él. Pero, como todo lo raro en la vida de la chica, su novio se encontraba compartiendo la habitación con Lee Jeno, aquel lindo pelinegro que solía ser su mejor amigo y robarle los suspiros pero que estaba totalmente enamorado de su misteriosa Haru, una chica mayor que no tenía ni la mínima intención de hacerle caso.

Ellos dos habían terminado allí debido a que Jeno se rehusó a dejarla ir a dormir a ella sola en la casa del castaño ya que no confiaba en él y con el argumento de que podría ser riesgoso para ella. Algo que le pareció extraño, ya que horas antes él la dejó ebria con varios desconocidos, pero decidió guardarse el comentario. Finalmente, el mayor presente, Mark, decidió que Jeno y Jaemin duerman juntos y ella use la habitación de la hermana mayor del segundo mientras que él y Haechan, vecino y amigo de la infancia de Jaemin, se quedaban en la casa de él. En realidad, Mark ya no había querido lidiar más con ellos por aquella noche y los echó sin más.

Sintió un vibración en el abdomen, donde había ocultado su teléfono. Era un mensaje de su novio.

«¿Estás dormida?»

«No puedo»

«Lo lamento, es papá» respondió con varias caras avergonzadas «A Jeno le huelen los pies»

Empezó a reír. Ambos hablaron un rato hasta que tocaron un tema que habían tratado de evitar durante toda aquella larga madrugada: Haru.

«Estoy algo preocupada por ella» escribió. Había leído acerca de la violencia de género y familiar en sus clases, lo veía en las noticias, en las redes sociales, había ido a charlas y escuchado a sus padres hablar de ello y cómo el gobierno coreano no hacía realmente nada sobre el asunto. Sabía la realidad y vivía con el miedo latente de no poder regresar a casa, pero, aún en su ingenuidad y dentro de la burbuja en la que vivía, nunca esperó que la persona en la que una deposita su confianza termine siendo aquella que te provoque tanto daño y miseria. No podía entenderlo, mucho menos podía entender por qué ella seguía con él cuando era obvio que aquella no era la primera vez en la que él se atrevía a golpearla así.

«Nadie merece ello, bajo ninguna circunstancia» le respondió «Bastardos como él merecen estar muertos o cómo mínimo tras las rejas» pasaron unos minutos en los que ella no supo qué agregar porque su cabeza se llenó con ideas que ella no podía entender ¿Se lo merecía, acaso? Haru había besado a Jeno, engañó a su novio frente a todos. Además ella no era alguien buena, solo jugaba con los demás... Trató de alejar esas ideas dañinas mientras se repetía lo que le mencionó Jaemin nadie merece ello.

★

Eran casi las cinco de la mañana pero el sol estaba por salir y si no quería ser atrapado por los padres de Na Jaemin debía irse cuanto antes del lugar con Hyerin y desayunados, si era posible.

Se sorprendió ver al dueño de la habitación sosteniendo una polera limpia en su dirección.

—Hyerin ya está lista —murmuró.

Asintió y se colocó la prenda, luchando debido al agudo dolor que sentía. Su cuerpo seguía vendado así que no estaba seguro de su aspecto, pero con algo de suerte no tendría nada roto, por ahora.

—He hablado con Haechan, pudo comunicarse con Junwoo hace rato. Ella estaba bien —Jeno pudo lanzar un suspiro de alivio. Sin embargo, el rostro de Jaemin seguía serio—. Haru se fue a buscar a Taemin anoche, Jeno. Tuya trató de detenerla pero...

Dejó de escuchar. Volvió a sentir todo el peso del mundo sobre sus hombros. Sentía que el pecho se le cerraba y una punzada de dolor lo atravesaba, como si una flecha le hubiese caído directo al corazón. Aquel dolor que sentía no podría ser comparado con el de sus costillas, era mil veces peor.

Y no podía entenderlo. No podía entender por qué ella seguía con él.

Había oído rumores, varias veces lo había visto y notado. La manera en la que ese chico se le acercaba a Haru no era normal, el cómo él le hablaba, la tocaba o la ignoraba, el cómo sus hyungs se acercaban y murmuraban en voz baja cada que estaba cerca, el cómo evitaban que ambos se acerquen, el cómo había visto que todos ellos mantenían una distancia con Taemin. El cómo trataban de evitar que Haru esté cerca de él... Nunca nada de eso había sido normal pero Jeno solo era recién capaz de descubrirlo.

—Gracias por decirme esto.

No pudo pronunciar más.

Jaemin lo dejó un momento a solas para que pueda pensar, llorar, hacer algo. Pero él solo se sentó al borde de la cama aguantando sus lágrimas sin tener idea de qué hacer o a dónde ir cuando notó dentro de los bolsillos de aquella polera una tarjeta de presentación pequeña y rosada con un número y una inscripción.

"Ellas ayudaron a mi hermana"