Una dulce maldición.

Un nuevo encuentro.

Pasé mis vacaciones haciendo mi trabajo, condenando personas, incendíe pueblos en todo el mundo, causé enfermedades, etc. Tambíen cambié mi apariencía, ahora no vestía otro color que no fuera negro, traía mi cabello largo y despeinado, creí que con todo esto ninguna querría estar conmigo, de nuevo me equivocaba, parece atraerles los patanes -que triste pensé- pero al final lo mejor de todo es que no recordaba a Tania.

Se iniciaba mañana mi primer día en la preparatoria, tenía que volver a ese reclusorio que llamaban escuela todo para volver a ver a mi amada. No había sabido nada de Tania en todas las vacaciones, hasta la semana pasada que hablamos por chat y me dio una pesima noticia.

-Hola

-Hola cómo estas?

-Bien y tu Alucard?

-Muy bien Tania gracias, lista para volver al reclusorio?

-Ay! No es un reclusorio es grande la escuela, solo eso

-Estamos hablando de la misma escuela?

-Pues si creo que entraré al Panamericano

-No volverás al Cultural ? -estaba aterrado-

-No creo mis padres quieren cambiarme, es que nos mudaremos al centro

No podía decirlo en serio, estaba esperando volver a esa aburrida escuela solo para ver a mi amada, ella me hizo prometer que volvería solo para estar con ella, y ahora qué haría?

Llegue al colegio, el primer día de clases -primera vez en mi vida- tenía que probar que Tania volvería, debió ser una broma, no podía ser. Esperé todos los días en la entrada hasta que, despues de dos inútiles semanas de espera, no me quedó de otra mas que aceptar que en definitiva Tania no volvería.

Pasaron varias semanas y al fín había dejado de pensar en ella, no la recordaba, ya no la amaba o eso creía hasta que, un día Alberto, el amigo de Tania dijo esas palabras, que cambiarían el futuro de mi vida.

-Tania viene hoy de visita

-Quéééééé!? A qué hora viene?

-Créo en la salida

-Carajo! Eres un inútil, pero me darás tiempo para largarme de aquí

Tenía que pensar rápido como irme, pero primero disfrutaría del receso con mis compañeros -un grave error- A los pocos minutos que comencé a disfrutar de mi desayuno la ví entrar, no podía creerlo, se veía tan hermosa, no, hermosa era poco, había cambiado, su cabello estaba mas largo, se veía fantástica, había crecido, se veía mas madura, dejó de ser una tierna niña para ser una hermosa joven. Pero a pesar de que moría por correr a abrazarla, besarla y arrepentirme por no buscarla, no podía, eso era justo lo que quería, que yo corriera a sus brazos sin mas, no le daría el gusto. Terminó el receso y subí a mi clase de ingles, a pesar de que mi corazón no late, pensé que explotaría, jamás había estado tan nervioso en mi vida, al final decidí salir de mi clase e ir a la dirección a ver a mi amada.

-Am tu cabello esta mas largo -que comentario tan obvio y estúpido-

-Si lo sé - me detesta-

Ella se iba como a la una de la tarde solo venía a ver a sus amigos tenía que salir a la misma hora. Convencí -con magia- a mi orientadora que estaba enfermo así que salí como veinte minutos antes que ella, la esperé frente a la escuela, encendí un cigarro y vi como llegaba su madre por ella, despues ella salió, yo le grite varias veces para que me viera, para que notara que había salido solo a buscarla, para que viera que aún la amaba como el primer día que la ví, al final volví a perderla, pero esta vez no me quedaría con los brazos cruzados buscaría al único amor de mi vida.

( la historia vuelve a su incio, ellos iniciando a estar juntos, pero, qué mas les esperan? Descubranlo, comenten y voten porfa)