mi manifiesto

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¡Ante ti, ante tus ojos reflexivos,
ojos que siempre parecen dispuestos a escudriñar mi camino,
declaro de puño y letra,
que ya no más en esta vida,
finales truncos,
amores desencontrados,
separaciones o corazones rotos
o aletargados!
¡Ya no más miradas airadas,
traiciones o destierros,
orfandades o abrazos en el aire,
vacíos y yermos!
¡Ante ti declaro que, desde ahora,
en papel descolorido,
con el cálamo reseco
y el viejo tintero casi vacío,
escribiré lo que debiera ser,
aunque suene a ficción,
aunque en la vida llamada real,
no sea para nada común,
ante la luz mortecina de una vela
que parece empeñada en alumbrar mi noche eterna!
¡Declaro, ante tu mirada de seda,
amores correspondidos,
llantos sólo de felicidad permitidos,
cuerpos decrépitos
que durante un eclipse
o un simple soplo de viento nuevo,
trasmuten a jóvenes
y puedan volver a vivir sus vidas
las veces requeridas
hasta lograr la felicidad que les prometieron
si venían...!
¡Declaro ante tus ojos siempre curiosos
que, desde hoy,
sólo se escucharán risas,
acordes de bodas,
sonidos de labios que se reconocen y se encuentran
y de pasos que regresan,
acompañados de suspiros de la Luna,
contenta de no tener que oír más
a eternos solitarios que le rezan!
¡Declaro aquí, ante tus ojos ayer azules,
 o verdes... y hoy ámbar
que las guerras por fin se acaban,
las de la Tierra y las de los Cielos!
¡Ángeles y Demonios pactan tregua
y se convierten desde hoy
en apasionados amantes eternos
que se juran Amor,
como tú y yo,
vida tras vida y cielo tras cielo,
lo hacemos...!

HEREJÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora