SENSITIVE •[Jeon Jungkook]•

10

- Es bueno tenerte de regreso, Noona.

- Ay por favor, a ti no te sale.

Su sonrisa era la vil muestra de la comedia ya muerta.

- Al menos traté.

- Y fracasaste olímpicamente.

- ¿Pero soy olímpico no?

Genial. Taehyung no pensaba callarse en toda la pre producción. ¿Era ello un castigo indirecto del señor Choi? ¿Un efecto colateral de mi impertinencia? O mejor, ¿una decisión autónoma de Kim?

- ¿En qué piensas?

- En que ya no tengo tanto tiempo para hacer mis tareas.

- ¿Y eso es malo?

- Si no las haces antes de los finales, claro que sí.

El set ya estaba listo. Las luces igual. Modelos por llegar. Y acerca de los filtros,

- ¿Has visto a Jungkook?

- Fue por el almuerzo.

Estaba viva.

Sí, lo estaba como la cámara en mis manos.

Quizás también había estado en una especie de trípode pero bueno, no había sido tan malo.

A la secretaria del señor Choi no parecía haberle inmutado mi arribo más temprano de lo esperado.

Ni siquiera hubo una reprimenda o advertencia adicional, como esperaba. Solo me daba un poco de pena el desechar aquel discurso tan ensayado que tenía para afrontar a su jefe.

Aunque de forma políticamente correcta: nuestro jefe.

El cual, por supuesto, no había elegido mejor momento para irse de vacaciones que ese día.

- ¿Crees que alguna vez nos manden a Milán para una sesión?

- ¿A Milán?

- Claro, el señor Choi regresará con mil ideas para una próxima sesión y, puede ser que ninguna escenografía le convenza más que la naturaleza italiana.

- Pensé que era temporada de vacaciones.

- Ir al Fashion Week no son vacaciones.

- Me refería a pseudovacaciones para nosotros.

- Somos universitarios, Kang Jaesoo. Las vacaciones son para los mortales del sistema escolar.

- Así como ya estamos saliendo del invierno, Kim Taehyung. Por lo cual no hace tanto frío como para usar guantes.

- Lo dices por pura envidia – se acercó a sacarlos de su morral y me alejé para no correr el riesgo de que los agitara frente a mi cara – Me los mandó mi mamá. Mis hermanos también recibieron un par.

Como que la mención de casa también me hacía extrañar la mía un poco. Con mamá diciéndome que me secara muy bien el cabello para no enfermar y papá esperándome con una tacita de té para calentarme.

Ahí la fotografía, si bien no se auguraba tan profesional, se disfrutaba. No es que no lo hiciera ahora, solo que, lo disfrutaba más antes. Era eso. Era más la nostalgia y la adrenalina que las clases y la pasantía. Era solo eso.

Y que ya no estábamos en casa. Seguro hasta a mi cámara le había trasladado parte de mi depresión.

- A la señora Park no le hizo mucha gracia el que vayamos a comer antes de la sesión.

- A la señora Park no le hace gracia que Choi tampoco esté.

- ¿Está enamorada de él?

- No sé. Pero alguna vez escuché que estaba casada.