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- Puedes verlo de este modo: estás ejerciendo la moda sostenible.

- No me estás haciendo sentir mejor, Yoongi.

- Pero te juro que trato.

Estaba intentando difuminar la mayor parte de los cabellos sueltos en la fotografía así que no podía mirarlo bajo riesgo de dar un mal brochazo. Pero podía asegurar que Yoongi era sincero tanto como que mi laptop se esforzaba por no morir al ejecutar Photoshop en su sistema operativo.

Quizás no era mala idea el considerar comprar una nueva. Podía ajustarme un poquito más el cinturón y ahorrar para ello. O aprovechar el equipo de Vogue y editar ahí si tuviera alguna tarea que lo requiriera.

Taehyung había asegurado que podíamos hacerlo sin problemas, aunque hasta ahora no lo había intentado. La verdad era que prefería limitar mi actividad laboral a ese espacio y volver a casa para desempeñar la académica. Incluso en noches como esta, donde estábamos a mitad de la semana, cansados y con mil tareas por hacer, se sentía bien estar en casa después de clases.

Aunque quizás, solo quizás era un buen momento para seguir el consejo de Tae.

Ya me buscaría un pretexto para decirle a Jungkook que se fuera a casa y no se quedara a esperarme. No quería abusar de su paciencia y, él también tenía tareas por hacer. Por lo menos yo tendría pretexto hasta conseguir otra laptop.

Pero hasta entonces, rezaría porque mi laptop resistiera tanto las zapatillas de ballet de Dae.

- ¿Miyeon ya intentó amarrarte a alguna de sus cenas?

- ¿No? - llevé mi vista hacia él después de quitar el último cabello disperso en la foto. Seguía con la manta encima y el gorrito en su cabeza - Pero dice que soy bienvenida en su casa con y sin su presencia. ¿No te agrada?

- No es eso - él también levantó la vista de su tablet, la cual sostenía mientras estaba sentado en mi cama - Solo que, ¿no has oído que polos iguales se repelen?

- Sí.

- Eso es - dejó su tablet a un lado y empezó a estirarse, cuidando de no tocar las servilletas a su lado - Miyeon y yo somos polos iguales.

- No lo parecen mucho.

Yoongi se parecía tanto a Miyeon como Jin a Dae.

- Que no me veas repleto de niños no significa que los odie.

- Deja de ser tan dramático - le lancé una de las almohadas que tenía a mi lado. Siempre podía confiar en que le sobrara una a Dae - Tú también actúas infantil cuando te pega la gana.

- Ya pero no le avises o querrá reclutarme para cuando ponga su guardería.

Era un buen compañero de estudio, incluso cuando no dijera más de diez palabras en toda una hora o no pudiera repasar con él mis tareas porque, éramos de carreras diferentes. Y para ser honesta, todavía me resultaba complicado entender cómo reconocía tan rápido un sample. Escuchaba una canción pegadiza y Min Yoongi te soltaba como tres referencias. Yo con dificultad podía aprender los nombres de fotógrafos franceses. Dudaba que pudiera reconocer con tanta exactitud al autor de cualquier fotografía histórica que me dieran.

Aunque según el señor Lee, eso no era un problema en la vida laboral. La inspiración venía de mil formas, pero de forma académica, todavía tendríamos que sostener un sistema de memorización para demostrar que reteníamos información antes de explotar la creatividad.

Era un verdadero alivio el ya haber pasado por la mayoría de cursos teóricos a este punto de la carrera. No todos teníamos la memoria prodigiosa a nivel musical de Jungkook o la de Namjoon para los idiomas.

SENSITIVE   •[Jeon Jungkook]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora