Capítulo 14

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Wei wuxian se encontraba recorriendo junto lan wangji y a-yuan una feria en una ciudad. Lan sizhui había cumplido 10 años por lo que la calamidad y el dios en sus formas adolescentes creadas decidieron llevar al mundo mortal a lan sizhui.

Wei wuxian compraba cualquier cosa que lan sizhui tocara u observara. Lan wangji de igual manera consentía a sizhui en todo lo que el niño quería. Ambos padres daban de todo al niño, jamás se contuvieron al consentirlo sin embargo lo educaron bien, para que el niño no se ciegue y sea alguien caprichoso.

Baba, a-die, podemos comprar unos dulces? –preguntó lan sizhui al ver el puesto de dulces.

Wei wuxian sonrió y asintió sabiendo que tanto su hijo como su esposo les encantaban los dulces.

Claro, mi dulce principito –respondió lan wangji cariñosamente y con una sonrisa cálida. El lan mayor en los años que había pasado se había acostumbrado a llamar mi niño, mi dulce príncipe, hijo mío, entre otros a lan sizhui al igual que lo hacia wei wuxian.

Lan wangji se había relajado con el paso de los años, todo debido a la libertad que experimentaba con wei wuxian además que lan sizhui había ido adentrándose en el corazón de la calamidad y el dios, después de todo era el hijo de sangre de ambos, la perfección en vida a los ojos de sus padres o quien consideraba familia.

Wei wuxian compró todos los dulces que sizhui y lan wangji quisieron antes seguir con su recorrido, sin embargo, a medio camino, el wei sintió algo de energía resentida y al parecer sizhui y lan wangji también.

Wei wuxian siguió el rastro de energía resentida mientras lan wangji y sizhui se quedaron callados, pero lo siguieron. Olía a sangre y eso hizo que wei wuxian suspirara pues cuando llegó al callejón pudo ver a un adolescente tirado y sangrando y otros dos más alejados en un estado casi igual.

a-die están lastimados –dijo lan sizhui levemente preocupado, aunque sin moverse pues lan wangji lo tenía sostenido de la mano ya que no quería que el niño salga lastimado

Wei ying, necesitan ayuda –susurró lan wangji a la calamidad que entendió y suspiro.

Muy bien, si quieres ayudarlos entonces que así sea –dijo wei wuxian antes de volver sonreír –sin embargo, ninguno de nosotros se irá de la feria... hua cheng y lian-ge ya deberían estar esperándonos

Antes de que alguien pueda volver a hablar aparecieron 3 fantasmas que se inclinaron ante la familia.

Mis señores, príncipe –saludaron los 3 fantasmas antes de que uno mirara particularmente al wei –nos llamó mi señor, desea algo?

Esos tres que están tirados por allá, llévalos a la mansión y has que los médicos lo revisen –ordenó wei wuxian y lo fantasmas miraron a las 3 personas tiradas –que los curen y díganle a Wang Ru que los vigile y que no les permita salir.

Los fantasmas asintieron y fueron a revisar a los 3 heridos mientras lan sizhui y lan wangji miraron al wei.

Ellos estarán bien –dijo wei wuxian antes de cargar a su hijo y sonreír haciendo que el niño se olvide por un momento de los heridos –ahora que hemos terminado, volvamos y encontremos a hua cheng antes que haga un escandalo

Sentiste la presencia de ambos, ya deben estar aquí –dijo lan wangji y wei wuxian sonrió y asintió pues sabía que su esposo había sentido que sus amigos habían entrado al mundo mortal, específicamente a la feria y estaban haciendo notar su presencia

Wei wuxian dirigió su última mirada hacia los heridos que estaban siendo transportados a la mansión antes de girarse y caminar junto a lan wangji y su pequeño hijo en sus brazos.

Mi Amado Hanguang-junDonde viven las historias. Descúbrelo ahora