No había pasado mucho tiempo, desde que el sanador se había retirado, alegando que sizhui no tenía alguna lesión, pero sí debería descansar y reponer su energía.
La puerta de la habitación se abre mientras el adolescente hablaba con sus padres, dejando ver a hua cheng y xie lian además de un hombre con aura imponente como la de las dos calamidades en la habitación, pero que parecía dramáticamente preocupado.
¡Pequeño Conejito!!!¡Dime quien te ha hecho daño!! –gritaba el hombre haciendo que wei wuxian y hua cheng lo miren exasperados
Ying-di, ¡¿cómo te atreves a no contarme que mi pequeño sobrino estaba herido?!!! ¡Que trágico! ... Wangji, tu marido es malvado!!, tienes que dejarlo en abstinencia durante una semana! –gritaba el hombre, haciendo que wei wuxian ruede los ojos mientras los demás en la habitación sonreían levemente, aunque a lan wangji se le podía ver un poco rojo
Tío Binghe –saludó lan sizhui con una sonrisa haciendo que el rey demonio deje la gritadera y sonría antes desordenar el cabello del adolescente.
Pequeño conejo, vine lo más rápido que pude cuando supe que te accidentaste... este tío tuyo se siente triste de que no hayas venido a visitarme, solo me entero de ti ahora que te accidentaste –dijo dramáticamente lou Binghe mientras hua cheng y wei wuxian murmuraban entre ellos mientras sonreían como su supieran que algo se acercaba.
Si algún mortal o ser viera el comportamiento de 3 de los seres más poderoso que existían cuando estaban en confianza, se quedarían en shock o posiblemente creerían que es una alucinación. Los 3 eran el trio más dramático que existía cuando se juntaban y los únicos capaces de controlarlos eran sus parejas y claramente lan sizhui, quien tenía en sus manos a las 3 parejas.
Pero solo la semana pasada te mande una carta, tío Binghe ... también he recibido tu presente que me diste, es una daga muy bonita –dijo lan sizhui suavemente y binghe hizo un puchero antes de sonreír orgulloso que al chico le gustara su regalo. Las 2 calamidades hicieron un puchero mientras sus parejas negaban divertidos ante los celos de sus esposos – Tío Binghe, ¿y el tío Shen?
La última pregunta hizo que lou binghe saltara y abriera los ojos como si se diera cuenta de algo mientras que wei wuxian y hua cheng se reían sabiendo lo que sucedería
¡Oh nooo!! Shizun me va a matar!! –dijo lou binghe antes de darles una mirada de muerte a las dos calamidades que no dejaban de reír.
¡Imbéciles!! ¡No se rían!! –dijo lou binghe a las dos calamidades quienes no se detenían. El rey demonio miro hacia lan wangji y xie lian quienes parecían divertidos –a-ji, a-lian, tienen que castigarlos ... Mi shizhun me matara, pero no quiero morir solo
Binghe –llego una voz de la puerta haciendo al pobre rey demonio estremecerse –como te atreves a casi tirarme de las escaleras por correr!!
El hombre no era otro que shen qingqiu, muy bello y ciertamente tenia dominado al rey demonio que lo miraba como un cachorro herido.
Sizhun, no fue mi intención, por favor perdona a este humilde!!... el tuerto me corto mientras hablábamos, pensé que el pequeño conejo estaba muriendo!! –suplicaba perdón lou binghe. Shen qingqiu tenía la mirada seria pero no parecía molesto
Binghe, párate y no le digas de esa forma a uno de tus amigos –dijo shen qingqiu a lo que binghe quería replicar al ver la mirada de superioridad de hua cheng y la sonrisa de wei wuxian.
Pero shizun, ell... –dijo binghe, pero al ver la mirada del hombre hizo un puchero y asintió – shizun ya no está molesto?
Binghe no estoy molesto, pero a la próxima escucha lo que digo antes de correr como loco, todos los que te vieron correr pensaban que se trataba de un ataque sorpresa de enemigos –dijo shen qingqiu suavizando su mirada a lo que el rey demonio asintió rápidamente. Shen saludo a las otras dos parejas antes de acercarse a sizhui
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Mi Amado Hanguang-jun
FanfictionWei wuxian se convierte en una calamidad cuando lo tiraron a los túmulos funerarios, cambiando así muchas cosas que lo llevaron a fingir su muerte en el asedio con ayuda de lan wangji, xie lian y hua cheng, otorgándole la libertad y la oportunidad d...