XIX

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Nayeon conducía a toda velocidad para llegar con su viejo amigo para solucionar todo este problema. Estaba decidida que metería tras las rejas a Park.

Con esto había cruzado demasiado la línea.

"Más te vale que te alejes de Mina"

Recordó lo de semanas atrás cuando se encontró con Jinyoung. Se recordó que si el volvía a hacer algo no le tendría piedad.

Tampoco le importaba golpearlo sin descanso volviendo a lastimarse la mano.

"No sabes de lo soy capaz"

Conforme recordaba, apretaba más el volante.

El tampoco sabía de lo que era capaz ella cuando se metían con sus seres queridos.

-— Nay, relajate un poco. Estoy segura que Mina aún no las ha visto.

A este punto no reconocía quien de sus amigas le hablaba.

Una última vuelta y por fin había llegado al edificio.

Nayeon azotó la puerta de su auto con tanta fuerza que todos los transeúntes de ahí se impresionaron por su fuerza.

— Buen... — Im solo vio directo a los ojos al guardia de seguridad con tanto enojo que ni siquiera termino la frase.  — Adelante.

Las otras dos chicas seguían detrás a su mayor. Solo una vez en su vida la habían visto así.

Y termino muy mal.

—Busco a Lee Hoseok. — se colocó en su lugar sus anteojos con firmeza.

— Quinto p-piso. Segunda puerta. — dijo la recepcionista asustada.La chica temía que aquellas muchachas le hicieran algo a su jefe.

Im solo asintió.

— Muchas gracias. Toma, es un descuento para nuestra siguiente colección. — Jihyo le entrego a la chica un pequeño cupón como disculpa por el comportamiento de su amiga.

— ¡Muchas gracias!.

Jihyo solo sonrió para correr junto a Jeongyeon y tratar de alcanzar a Nayeon.

— Primero que nada. Cálmate. Estando así nunca vas a solucionar nada.

Le dijo Jeongyeon entrando al elevador.

Jihyo pulso el número del piso donde irían. Ella no hablaba. No quería interrumpir.

Era la única con mucha calma en estos momentos. Tanto así que le había informado a su amigo su llegada.

— Si por culpa de este estúpido le pasó algo a Mina. Créeme que no se lo perdonaré, Yoo.

— Lo sé, Nay. Por eso estamos aquí. El no tiene ni idea con quién se metió.

Im solo suspiro.

En algo tenía razón su mejor amiga.

Teniendo la mente nublada por la ira no cambiaría nada.

Extrañaba tanto a Mina, que ni siquiera le dijo cuando le habían quitado los vendajes.

Tal parecía que la menor ya tenía un lugar asegurado en su corazón.

Las puertas se abrieron y las tres caminaron hacia la oficina de su amigo.

"Abogado, Lee Hoseok"

Se detuvieron cuando por fin leyeron el nombre de su amigo.

Tocaron una sola vez y un joven pelinegro bastante alto abrió la puerta.

Con su traje azul marino se notaba que se había dedicado mucho en hacer ejercicio, le ajustaba bastante bien.

What Can I Do?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora